Si tan solo... (4ta parte Lauren G!P)

8.1K 347 6
                                    



¿Cuántas veces caminamos y tropezamos? ¿Cuántas veces caemos y nos levantamos en contra de nuestras fuerzas? ¿Cuántas veces Reímos y lloramos? ¿Cuantas veces nos sentimos solos? ¿Cuantas veces queremos dejar de vivir? ¿Cuántas veces quieres iniciar de nuevo? Eso me paso, pero cuando pensé que mi vida podía dejar de tener sentido, cuando creí que solo el amor le llega a aquellos que tienen mejores vidas y sin pasados oscuros, cuando pensé en todo aquello mis lágrimas bajaban por mis mejillas. Pero ahora estoy segura que todos podemos tener ese sueño de ser alzadas como princesas mientras das vueltas en el aire al mismo tiempo que ríes a carcajadas con el viento dando en tu rostro. Todas podemos tener una vida de sueño, si tan solo podemos elegir a la persona correcta en nuestras vidas.

-¿Tenías que golpearla?- rete a Lauren mientras le colocaba un poco de hielo en la nariz que le sangraba.

-Nadie se mete con lo que es mío- balbuceo hacia un costado porque sabía que aquello que había hecho estaba mal.

-Lauur- La mire severamente hasta que su mirada conecto con la mía y simplemente negué mientas dejaba un beso en su frente. Sus manos se encajaron en mi cintura atrayéndome hacia ella.

-Ella no tenía que haber venido y lo sabes- susurro cerca de mi oído cuando la abrace.

-Lo sé, cielo lo sé- dije mientras asentía dejando otro beso solo que ahora en su mejilla. –Pero así no se hacen las cosas- comente alejándome para volver a conectar nuestras miradas.

-No tenía por qué hacer lo que hizo- dijo aquello y dejo caer su cabeza sutilmente en el respaldo del sofá.

Dos horas antes

-Camila ¿Podemos hablar?- pregunto Ariana obviamente ignorando a mi ojiverde.

-No- fue la respuesta de Lauren.

-Afuera ¿Podemos?- volvió a preguntar.

-No- nuevamente respondió Lauren.

-Sin ella ¿Podemos?- me volvió a preguntar

-No- dijo nuevamente, su rostro estaba tomando un leve color rojo que se le notaba al ser bastante blanca.

-¿Y tú quién eres para meterte?- pregunto Ariana mirando furiosa a mi esposa.

-No...- dijo Lauren volviendo en si agitando su cabeza causando que me aguantara la risa a sus espaldas –Ella es mi esposa... así que, No- y aquello lo dijo con tanta seguridad que causo que le dejara un beso en su espalda encima de aquella camiseta que llevaba puesta.

-¡No es tu problema!- fue la escueta respuesta de Ariana, entro a la casa y tomo mi brazo bruscamente causando que jadeara de dolor.

-¿Qué no escuchas o qué?- el grito de Lauren retumbo por toda la estancia y cuando abrir los ojos al sentir como mi brazo fue soltado, me encontré con Ariana limpiándose el Labio que tenía un leve rastro de sangre.

Su mirada se volvió más oscura y antes de poder hacer algo había golpeado a Lauren directamente en la nariz y justo cuando Lauren reacciono rápidamente del golpe le volvió a dar otro exactamente en el mismo lugar.

Aquellos ojitos verdes esmeraldas estaban tomando el color oscuro creo que casi a la tonalidad de los míos cuando sentí que la empujo de golpe logrando que la castaña trastabillara y cayera de trasero en la entrada de la casa.

-Allí es donde debes de estar- dijo mi ojiverde colocándose delante de ella –Y como vuelvas a pisar mi casa y la de mi esposa, te colocare una demanda- con ese final entro a la casa y cerró la puerta dejando a la mujer aun en el suelo.

Se escuchó un grito y varios golpes en la puerta y luego un gran silencio.

Ahora

-¿Pero viste como te trato?- negaba Lauren –Y más ahora que estas aún más delicada- al decir aquello una sonrisa se formó en sus labios.

-Sí, ahora llevo tú bebé- dije con una sonrisa.

-Nuestro bebé- aquello lo soltó como un pensamiento en voz alta. Vi como cerro sus ojos con una sonrisa mientras me atraía a ella.

Apoye mi cabeza en su hombro y comencé a pensar en todo aquello en lo que se me negó por ser lesbiana, y todo lo que conseguí por las mismas consecuencias.

Un gran restaurante, una gran casa, una hermosa esposa y además ahora tendremos nuestro primer hijo. Sin duda, si tan solo aquel día no me hubieran echado de casa, no tendría esta vida.

-¿Te imaginas cómo serán?- Pregunta Lauren.

-¡¡Le ruego a Dios que tenga tu color de ojos!!- dije aquello y a terminar la risa de Lauren se escuchó por todo el salón.

-Claro que sí, pero con tu sonrisa y tu color de piel- comento aquello para girar su rostro logrando mirarme y dejar un beso en mis labios.

Y así pasamos la tarde y noche de aquel día, pensando en todas esas cosas que podemos comprarle a nuestro bebé, y sobre todo escuchando la emoción de los padres de Lauren al escuchar sobre el nieto que han estado esperando por mucho tiempo.

***Espero les guste y disculpen si existe algún error***

*Disculpen si no fue el final que deseaban*

*Nos leemos luego*

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora