One Shots Camren G!P

Una simple chofer (2da parte Lauren G!P)

Calmando todo les puedo explicar mejor lo que ha sucedido, sé que le he contado a la que hace este relato una parte de la historia, y quizás sea lo que pueda encajar, pero no os acoséis, simplemente daré la explicación exacta ahora sin omitir ciertas partes sobre el hecho de como conocí a Camila Cabello, y creo que de esta forma lograran encajar todo en su lugar y la confusión no será parte de su vida, pero no es culpa del escritor, es mi culpa por solo contar lo que muchos quieren escuchar, pero en si estoy acostumbrada al igual que la escritora (Me lo dijo en confesión) solo contamos lo que nos conviene, así nos perjudiquemos en el futuro. Pero Calmaos pueblo, les contare como conocí a Camila y como termine siendo su chofer personal, solo que estaba vez relatare la parte detrás de la historia.

Todo comenzó hace aproximadamente dos años atrás, realmente Camila si llego dando tumbos a mi vida, quizás no como lo imaginen pero si lo hizo, la conocí en una disco, yo tenía 22 años y para ese entonces imagine que ella tendría unos 18 años, quizás como ahora que los tiene, solo que para aquel día se ocupó de omitir esa información.

Tomamos una cantidad de tragos que asumí ella podía aguantar, y tal cual como lo imagine, lo hizo, esa noche tomo mi mano y la veía mover esas caderas al compás de la música, como si fuera una experta en el tema, y antes de que mis palabras salieran de mis labios, mi polla pedía liberación en el cuerpo de la morena que se restregaba en el mío.

Entre tropezones salimos de aquel caluroso lugar, sus manos vagaban por todo mi cuerpo como si quisiera registrar en su mente cada pequeña parte de mí, a cambio mis manos se hundían en la carne de su trasero atrayéndola más a mi cuerpo. Antes de darme cuenta de lo que ocurría, la vi alejarse de mí y caminar hacia un auto, vi como su cabeza desapareció por la ventana del copiloto y cuando volvió a tomar mi mirada el auto desaparecía. Y así comenzó la noche con Camila Cabello.

A mi departamento casi llegamos con mi polla entre sus piernas y la necesidad que latía en mí sobre ella, era la cosa más sobrenatural que me había ocurrido, y de esta forma caí en el sillón con mis piernas abiertas, para comenzar a ver el espectáculo de la morena.

Sus manos subían y bajaban de su cuerpo de forma experta y así bajaba lentamente los tirantes de aquel apretado vestido, que indudablemente se pueden confundir con su segunda piel, mi mente estaba nublada de la lujuria que me provocaba solo observarla en todo su esplendor y allí perdida en el deseo su vestido termino siendo parte de la decoración de mi departamento.

Sin quitarse sus tacones se acomodó encima de mí, dejando sus largas piernas a cada lado de mi cuerpo, mis manos actuaban sola y antes de poder formular lo que por mi mente pasaba, la puerta de mi cuarto se cerró con nuestros cuerpos golpeando el colchón.

La luz del sol hizo acto de presencia y fue cuando atine a darme cuenta del cuerpo desnudo que yacía a mi lado, acerque mi boca a su omoplato y deje besos hasta toparme con sus labios, en los que encontré una sonrisa adorable y que me encantaba aún más que la seductora que utilizo anoche en el club.

Les comento, solo bastaron segundos para que su celular sonara y soltara una explicación solo tomando la llamada, entonces lo descubrí, era menor de edad, tendría para ese entonces 15 años, cosa que ni por la cabeza se me había pasado, su cuerpo estaba exactamente formado como el de una chica de la edad ya dicha anteriormente, juraba tendría unos 18 años, y así sin poder pensar claramente, le tome su ropa y la vestí como pude para así sacarla de mi departamento. Lo único que me quedo de ella fue una tarjeta que había pasado debajo de mi puerta con su número.

Y aunque quisiera admitir que era una mujer con ganas de mantener la postura, me era difícil solamente imaginarme, metiendo mi polla en otro coño que no fuera el de ella, y antes de pensar claramente, mis dedos marcaron de nuevo su número.