La jefa y la pasante 4 (C. G!P)

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Muerdo la barrita de chocolate. Dulce, delicioso dulce.

—Te he dicho mil veces que eso no te hace nada bien— Ariana quita de mis labios el dulce. El puchero el prominente, así que le aviso con la mirada que me resulta intrigantemente fastidioso que este pendiente de todo eso.

—No creo que me haga mal— ella alza su ceja y dejo car mis hombros.

—Claro que si te hará mal— murmura ella mientras vemos a Lauren ir hacia el baño. — ¿Cuándo le dirás?— pregunta ella en mi oído.

—Aun ni siquiera he podido asimilarlo yo ¿Cómo se supone que se lo diré a ella?

La veo caminar en mi dirección, da un beso en mi mejilla y saluda a mi secretaria, sonrió mientras la veo mover sus caderas e irse.

—Vamos— asiento cuando Ariana tira de mi chaqueta. —Camila— me giro a verla y me dejo caer en mi silla de cuero —Deberías decirle—asiento de nuevo. Veo cuando deja una barrita en la mesa.

"Bajos en azúcar" sonrió abriéndola para morderla mientras me giro hacia el gran ventanal.

— ¿Qué mierda se supone que haga ahora?— muerdo otro trozo de la barrita con sabor a naranja mientras alzo un poco mi camisa de vestir hasta sacarla de mis pantalones.

Observo el aparato y me giro un momento para sacar el medidor, con pocos movimientos me tomo la sangre y dando un suspiro observando el resultado.

Guardo todo, meto de nuevo mi camisa y sigo en mi trabajo.


Lauren


Veo todo en mi escritorio, decido que aún no sé cómo poder decirle a Camila que tengo dos semanas de embarazo.

Ella es muy atenta conmigo, es muy dulce y la mayoría del tiempo quiere tomarme de la mano. Trato de que nuestro trato dentro de la empresa sea lo menos molesto para no crear rumores estúpidos, pero la he notado distante esta última semana.

Ariana siempre está sobre ella quitándole el dulce y en breves momentos me ha dicho que trate de proporcionarle menos azúcar.

Aun no comprendo, Camila no es de ingerir grandes cantidades de azúcar pero ¿Llegar al límite de reducírsela más? No creo que sea bueno, todos necesitamos un poco de azúcar por lo menos.

Muerdo la barrita de chocolate con nueces, los antojos son algo extraños y me hacen sentir que me falta algo.

—Lauren— la voz a mi lado me hace salir de mi sueño y me giro a ver a mi superior. —Necesito que le lleves esto a la señora Cabello.

Miro la gaveta en donde tengo guardado mi regalo, se supone que hoy vamos a cenar, de preferencia dentro de su casa. Tengo planeado de inicio a fin lo que preparare de comer, es por ello que saldré un poco antes con la excusa de que tengo que ir hacia mi universidad.

Me levanto de mi asiento y tomo lo que se me pide, camino hacia la oficina y me enamoro de nuevo de su olor cítrico.


Camila


Abro la puerta de mi departamento con una pesadez inimaginable. Lauren no me pudo acompañar porque tenía unas cosas que hacer y yo no soy una persona controladora.

Cierro la puerta y quito mi chaqueta para dejarla en la entrada, aun así escucho el suave sonido de una melodía recorrer los pasillos de mi departamento.

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora