One Shots Camren G!P

Un baile, un azote (Lauren G!P)

Los juegos previos siempre son bastante atrayentes para una pareja pero cuando una se vuelve un poco más fuerte que otra, todo sube a un nivel muchísimo más alto. Este es el caso de lo que está ocurriendo en esta habitación con poca iluminación.

Los pasos son suaves y sutiles pero es casi inaudible, tienes que estar en la habitación para poder escucharlos, quizás como ahora Camila que estaba de rodillas sin estar orientada del todo. Trataba que agudizar su oído para sentir los pasos pero estaba casi perdida.

-¿Qué estas tratando de hacer?- la voz grave y profunda de la mujer de pie atraía a la otra.

-Nada- susurro mientras las yemas de sus dedos estaban pasando sutilmente por sus muslos.

-¿Segura?- pregunto llevando sus labios cerca de su oído.

-Si Daddy- trago hondo pero aquello causo la sonrisa en la mujer que estaba de pie.

-Camila- el susurro fue muy intenso y causo que se le erizara los vellos de sus brazos –Esta noche harás cada cosa que te pida y cuando te lo pida ¿Entiendes?- la pregunta fue como para cerciorar que la chica estaba en sintonía, aunque si ya estaba desnuda arrodillada en la alfombra esposada y vendada, decía mucho más de lo que creía.

La mujer que estaba de pie estaba desnuda, lo que no esperaba para nada la mujer arrodillada, su miembro estaba duro ya golpeando su abdomen, quería entrar en ella, pero le haría poco a poco todo lo que ella deseara.

Se arrodillo frente a Camila y tomo las manos de la más pequeña y los ubico en su pene duro.

-¡Oh!- murmuro la más pequeña subiendo y bajando por toda la longitud.

-Me vas a repetir que fue lo que le dijiste al chico de tu clase cuando te fui a buscar- la brusca voz grave resonó en la quietud de la habitación.

-Yo no he dicho nada- murmuro como pudo.

Lauren que era la mujer de pie desnuda quito su pene de las manos de Camila, la niña estiro lo más que pudo sus manos en busca del preciado tesoro que tenía en sus manos.

-¡NO!- volvió a decir alto –No lo tocaras ni te vas a correr hasta que yo te diga- volvió a decir ya en la espalda de la chica –Te has portado mal y serás castigada- aquello no se refería a una pregunta o algo por el estilo. Realmente la castigaría.

-Amor- burbujeo sus palabras de los labios, pero aquello no tardo nada cuando fue tomada de las mejillas con una sola mano y su rostro fue llevado hacia atrás.

-No soy tu amor- la voz era ruda y la chica arrodillada estaba dejando ya salir sus fluidos -¿Quién soy para ti?- acerco sus labios a los de la chica pero no los beso.

-Eres mi Daddy- soltó cuando habían dejado libre su rostro.

Lauren camino admirando el cuerpo de la chica, ese trasero tan grande y apetecible causaba que sus manos picaran por tocarlos.

Camila era su novia, la charla había salido a flote un día común en una cafetería cuando pregunto si la silla de su mesa estaba disponible, al parecer no habían mesas disponibles para ese momento, Camila con educación había aceptado a compartir su mesa con la elegante mujer de traje negro.

La conversación fue algo que surgió inevitablemente y luego de una hora charlaban como si se conocieran de toda la vida. Cuando Lauren se levantó y pago la cuenta dejo a Camila con la palabra en la boca, pero no fue menos astuta que cualquiera que la estaba mirando.