Una simple chofer (Lauren G!P)

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-Debo calmar mis instintos sexuales cada momento que ella está cerca de mí, no es sano para mi vida- se decía en voz alta Lauren mientras apretaba sus manos al volante en el que esperaba a una castaña.

Lauren en la chofer de Camila Cabello, la hija mayor de los Cabello, en si no era realmente muy adulta era una chica que en pocos meses cumpliría 17 años, era preciosa para los ojos de cualquier que admirara la figura femenina y para aquellos que no, se la hace cuestionar por segundos, minutos, horas y quizás días, era una belleza andante de la cual ella estaba consiente, coqueteaba con quien deseara pero a su vida entraba quien ella quisiera. Sus ojos cautivaban, no eran ni azules, ni verdes, ni mucho menos grises o algo claros, era un chocolate intenso que con solo mirarlos te daban ganas de hundirte en ellos, era simples según ella, pero la magia que desbordaba de ellos hacían que cualquier persona pensara lo contrario, y como muchos una chica más cayó en sus redes.

Lauren era la chofer de la hija mayor de los Cabello, si de Camila Cabello, tenía pocos meses de haber cumplido sus 24 años pero al no tener privilegios como muchos adolescentes y antes de caer en vicios, se dispuso a trabajar, a sus cortos 18 años ya tenía un departamento para ella sola, ya que la privacidad era algo fundamental en su vida, era guapa a los ojos de cualquiera que admirara la belleza sus ojos verdes y aquella melena negra hacia resaltar a la perfección su piel blanca, pero ser hermosa a los ojos de los demás, no se le hacía suficiente si no tenía a quien ansiara. Hace aproximadamente un año vino a caer en este empleo, se lo había recomendado un gran amigo que por razones de salud se despediría de dicho empleo recomendando a la muchacha, que gustosa acepto.

Lo que no sabía es a que costo debía obtener este empleo y aunque pareciese algo fácil, que lo era, no se le había hecho, como se diría, realmente sencillo, mirar a su ahora Jefa con ojos más allá que de deseo.

Sus morenas caderas se vinieron contoneando desde el primer día que se presentó como su nueva chofer y su miembro irguiéndose solo con el contacto manual de la presentación, desde entonces su pensando y canalizado fácil empleo se volvió una tortura.

Escucho el sonido de la campana retumbar en sus oídos, no sabía cómo un colegio tan caro podía tener tan semejante melodía para la salida, pero allí estaba ella saliendo del auto para esperar a su jefa en la puerta que daba a los asientos traseros, acomodo su gorro y con los brazos hacia atrás y erguida espero paciente, sabía que la chica era muy sociable y aunque ansiara que no lo fuera, ella no era más que una chofer, si una chofer que deliraba por la pequeña morena de buenas curvas.

Entonces la vio, detrás de sus gafas oscuras, sus ojos verdes centellaron de admiración, quizás no podía tenerla en cuerpo y alma como ansiaba pero verla cada día calmaba sus ansias. Caminaba como una mujer poderosa por la calzada que daba al auto, este colegio era algo peculiar, cada día constaba de un uniforme en específico y aunque amaba los miércoles en la que la podía ver en el traje de falda, los días lunes como hoy le hacían fascinar el traje que llevaba.

Costaba de un chaleco y un pantalón de vestir color gris claro, una camisa de vestir manga corta color banco, además le gustaba combinarlos con unos zapatos de vestir negros, en ciertos días usaba una preciosa cola alta pero hoy usaba una trenza que hacia volar aún más alto la imaginación de Lauren.

Logro recorrer el cuerpo entero de la chica sin ser descubierta.

-Un pañuelo para la baba, Lauren- dijo coqueta la morena mientras veía tragar hondo a la ojiverde al abrirle la puerta.

-Buenas tardes, señorita Cabello- comento cortésmente mientras ladeaba su sonrisa para la chica.

-Se escucha mejor de tus labios- dijo Camila mientras hacía negar a Lauren que cerraba la puerta con ella, ya dentro del auto. Rodeo a paso rápido el automóvil y tomo su puesto habitual, detrás del retrovisor, bajo un poco sus gafas y por medio del espejo miro a la chica que la miraba coquetamente.

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora