One Shots Camren G!P

Un simple hacienda (2da parte Camila G!P)

Estuve realizando mi tarea como siempre cuando de la nada escucho que alguien viene entrando al ordeño.

Mi cabeza se gira para encontrarme con Marcel -Hey, buenas madrugadas- asiente mientras lo veo colocarse su delantal y comenzar a realizar su parte del trabajo. Estuvimos en silenció un largo rato hasta que derrepende el mismo se encargo de romperlo. -Estabas pérdida ¿Estas bien?- preguntó mientras me pasaba unos pedazos de periódicos de la canasta.

-Si, todo bien- Murmuré sin alzar la mirada, tenía la cabeza llena de dudas y un montón de sueño por no haber dormido. ¿Sera que también soy ninfómana? No lo creo, es la primera vez que me pasa todo esto.

El se sumió en un silencio que casi nunca teníamos pero que casualmente se había formado, yo estaba teniendo tantos conflictos internos por lo ocurrido en las horas anteriores y él tenía una expresión de preocupación en el rostro.

-¿Que te pasa?- pregunté ahora colocandome a su lado.

Lo vi cerrar sus ojos y luego abrirlos como buscando la forma adecuada de decirlo, apoyo sus brazos en uno de los muros y dejo caer su cabeza entre sus brazos -Estoy en problemas- murmuró.

No sabía exactamente que decir, pero si el me pedía que lo ayudara en algo lo haría, tanto como él lo hizo por mi cuando yo llegue a este pueblo. Es mi amigo y eso es lo único que interesa.

-Sabes que puedo ayudar en lo que desees- pose mi mano en su hombro y le di un apretón para que entendiera que no estaba solo.

-Embarace a una chica- bufo a lo último, alzo su mirada. -Estuvo mal, lo se pero no se que hacer- soltó de la nada ahora girándose para quedar frente a mi.

-Lo más sensato es hacerte cargo ¿No crees? es lo mas obvio, pero...- mis palabras estaban dudando en salir cuando el atinó a responder la dicha pregunta sin hacer.

-La hija de Rosita- vi como su mirada se comenzó a nublar por las lágrimas -La amo pero si su madre se entera- volvió a su pose inicial dejando caer su cabeza.

-Eres un hombre de bien, se que te harás cargo ¿Porque piensas que ella te hará algo?- pregunte sin entender mucho la situación.

-Ella debía estudiar, debía ayudarla a ser alguien más que una madre- entendía lo que el había querido decir, algunas personas anhelan algunas cosas y otras simplemente no.

-¿Y es que acaso si ella sale embarazada no puede?- pregunté haciendo que se girara -Es problema y responsabilidad de los dos y si ella quiere estudiar debes apoyarla más que hundirla- apreté su hombro y me gire a continuar su trabajo -Si no, puedes hablar con la nueva dueña quizás ella te puede ayudar- acote y lo deje haciendo su parte del trabajo.

Mi caminata hacia la hacienda nuevamente estuvo algo cansada, quería llegar y dormir pero todavía debía seguir realizando mis trabajos. Tome una bocanada profunda antes de ir a buscar para cortar la comida de los chivos.

El día fue inmensamente largo y debo decir que no vi a Lauren por ningún lado, debes en cuando pude escuchar su voz en la obra de la casa pero no me atreví a tomar camino hacia ese lugar, mi vergüenza había aumentado desde que salí de aquella habitación y sentí el frío colándose por mi sistema, se que hice mal. Ella es mi jefe y yo solo un empleado, que casualmente nos conocimos en otras circunstancias.

Entre a mi habitación cuando eran aproximadamente las 7:00pm me despoje de mis ropas y tome una ducha calmada, me tome las pastillas que le había pedido a Rosita para el dolor de cabeza y me dispuse a dormir luego de colocarme una camiseta y mi boxer.