¡Romance a Escondidas!

~Capitulo 9~

-¡Paulina! ¡A buena hora te apareces!.

-Perdoname, no sabia que estabas ocupada.

-Yo me voy, ¡Tengo tanto que hacer!.

-¡Pero aún no haz probado el postre!.

-Ya será otro día, ¡No quiero incomodar! Con permiso.

-Adelante, Joven.

-¡Tyler señorita! Mi nombre es Tyler.

-¡Paulina! Mucho gusto.

-¿Quieres que te acompañe a tu casa Tyler?.

-No, ya se hará tarde y tengo que hacerme cargo de algunos asuntos de la empresa.

-Me parece perfecto- le di un beso de pico.

Yo me incomode muchisimo, solo sonrei y me fui.

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Escuche que tocaron la puerta y abrí. -¿Qué haces aquí?.

-Vine para hablar contigo- lo hice a un lado y lo empuje.

-No hay nada de que hablar ¡vete Andrea!.

-¡No te hagas el indignado que no te queda!.

-¡No me hables asi!.

-¿Y cómo quieres que te hable?. Todo este problema lo inisiaste ¡TU!.- lo señale.

-NO ME SEÑALES.

-Bueno ya, yo no vine a pelear, ¡quiero arreglar las cosas contigo!. Aunque tu eres el que deberia pedirme perdón.

-¡Yo te amo Andrea!, pero lo que me isiste me tiene muy mal.

-Ja, ¿lo que te hice?. Que no se te olvide que tu fuiste el que empezó con esto.

-¿Qué empezó?.

-¡SI! ¡El que empezo! ¿Qué? ¿Ya se te olvido que fui yo quien te vio con Zulema en la cama?.

Me puse a pensar un rato -¡Tienes razón!- rodie con mis manos su cintura -Vamos a olvidar todo.

-No es así de fácil- me solte de el -Si quieres tenerme de nuevo conquistame.

-¿Pero cómo?.

-Ingeniatelas, pero ahora olvidemonos y vamos a la casa. El gringo estoy segura que soltara los primeros dólares.

-¡Ajay! ¿Cómo estas tan segura?.

-Le comente la situación de la inmobiliaria y dijo que me iba a ayudar.

-Pues vamonos amorcito- intente darle un beso, pero se alejó y camino a la salida.

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Vine a mi cuarto con Diego, Viiyéri llego y la hisimos pasar para ver una pelicula, yo me incomode muchisimo ya que ellos dos andaban muy contentos, yo me sentia excluida, hablaban entre ellos y hasta incluso se miraban de una manera que no me parecio, vi que Diego le tomo la mano y me moleste más. -¡NO LE HAGARRES LA MANO!.

-¿Qué sucede?.

-¡Ya basta!, ¿creen que soy estupida o que?.

-¿Porqué lo dices?.

-Estoy viendo como casi se quieren comer frente a mi.

-Katia te equivocas, yo jamás haría algo así, y menos a una amiga.