¡Romance a Escondidas!

~Capitulo 11~

Viiyéri y yo estabamos por llegar, ibamos caminando en la calle de la mano, a comenzado a sudarme de los nervios, ojalá no lo noté. La miro. Su mirada puesta en mi. Tan tierna, tan de ella. Mis ojos resaltan a media sonrisa y van despertando las ganas de besarla. Ambas ponemos peso a nuestros pasos, un caminar lento, ¡El silencio alentador! Me detengo, nos detenemos en está esquina. Estamos frente a frente, la inquietud se convirtio en un latir. Acaricio su cara, ella cierra sus ojos, el dorso de mi  mano en conjunto del meñique.

Ella toca mis labios con sus manos yo muerdo mi labio inferior. Sus manos en mi cintura, mis brazos rondando su cuello. Es un beso tierno, apenas un roze, movimientos lentos, una pura suavidad liviana... Me instalo en ese beso donde me conmueven las ganas de besarla más! Cambió de ritmo llevandolo al compás de los masajes que le dan mis pulgares a su pabellón auricular.

Yo iba a casa de Katia, ya que se me hace extraño que no me haya llamado, siempre que peleamos me llama antes de dormir pidiendo perdón por sus acciones. Me pare en una esquina, ya que se me hiso verla. -¿Pero qué?...- dije en susurro. Me fui directo a la finca para hablar con su madre.

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-Bueno ¿Qué piensas hacer con aquella tipa?.

-Tu me vas a ayudar- lo tome del cuello de su camisa.

-¿A si?. ¿Como?- puse mis manos a mitad de su cintura.

-¡La vas a enamorar!.

-¡¿Qué?! No.

-¡Tienes que! O ¿Prefieres que por culpa de esa perdamos este gran negocio?.

-Pues no pero...

-¿Pero qué?  ¿No puedes?.

-¡Claro que puedo!.

-Con esto puedo comprobar, que por lo menos una vez en la vida usaras tu cerebro.

-Vas a estar muy orgullosa de mi.

-Como sea, ahora pon a trabajar tus neuronas, y piensa como empezarás.

-Andrea te busca ¡Diego!.

-¿Para qué chabela?.

-No se, esta en el despacho.

-¡Ya voy para haya.

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-¿Qué quieres niño?.

-Quiero casarme con Katia.

-¿Qué? ¿Te volviste loco?.

-Claro que no, pero.

-¿Pero qué? ¿Pasó algo?.

-No nada, pero si usted no acpeta yo le dire toda la verdad.

-¿De que verdad hablas?.

-De que usted me contrato hace años para poder entretener a su hija o que ¿Ya se le olvido?.

•FLASHBACK•

-Ma, te cite en este restaurante porque quiero que hablemos de algo muy importante.

-Buenas noches ¡Yo soy Diego! El mesero que las atendera esta noche.

-Hola ahorita no queremos pedir por el momento, ¡puedes dejarnos solas!.

-Ma no seas grosera con el muchacho.

-En cuanto esten listas me llaman, con permiso.

-Super guapo el muchacho ¿No crees?.