IX

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Caro [jueves por la noche]

Me acosté mirando al techo, sonriendo.

—Francia

Dije en un suspiro. Me gustaba pasar tiempo con ella. Me había llamado la atención desde el primer momento en que la vi y con el tiempo se convirtió en un amor platónico, ahora le decían "crush".
Al hacernos cercanas y compartir más, también pasó que había atracción mutua, nuestro primer beso había sido una tarde que yo volvía del colegio, nos encontramos en la calle, ella venía de la universidad, nos saludamos y caminamos juntas a nuestras casas.
Estabamos en época de invierno y comenzaba a cerner, otra vez; Francia tomó mi mano, hablábamos de nuestro día, de pronto el sonido de la lluvia en los árboles y los techos nos alertó y comenzamos a correr para no mojarnos tanto, aún cuando más adelante había más lluvia.

—Espera

Dijo deteniendo su paso, haciendo que yo también lo hiciera debido a su mano que sostenía la mía.

—¿Qué?

Pregunté preocupada de mojarnos. No dijo nada, sólo se acercó a mi rostro para besarme.
Las dos terminamos resfriadas, pero eso le dio paso a un tipo de relación. Sabíamos que estábamos con la otra, pero al mismo tiempo que no era serio.
Éramos demasiado cercanas, nos teníamos confianza, compartíamos mucho tiempo juntas, incluso habíamos estado a nada de hacer el amor, pero ese día, cuando mamá llegó a casa llamó a la puerta de mi habitación, hechas un flash nos pusimos la playera, mamá nos miró extraño, pero no dijo nada, sólo nos hizo bajar a cenar, después de eso Francia le puso fin a lo que teníamos. Siempre me había gustado, así que ese fin había sido un poco doloroso, una desilusión de la que me costó recuperarme.

No tenía expectativas con lo que estábamos haciendo en los últimos días, pero me alegraba que sucediera.

[Viernes por la mañana]

—¿Y esos ojitos soñadores?

Me preguntó Natalia, antes de entrar a clases. Otto me miró y después a Natalia, interrogandola con la mirada.

—¿No lo ves? Tiene cara de que algo bueno ha pasado. Se ve más feliz

Otto me examinó.

—Cierto, como si le hubieran dado una muy, pero muy buena noticia

—O como si estuviera enamorada

Ambos actuaban como si estuvieran frente a una pintura o escultura difícil de interpretar y estuvieran debatiendo sobre lo que significa. Yo sólo rodé lo ojos esperando a que terminaran.

—¡Espera! ¿Quién es la desgraciada que me está robando tu amor?

Otto la miró como molesto.

—¿A ti? Yo soy su mejor amigo desde antes que tú

Natalia lo miró un segundo y luego a mí.

—¿Quién me está robando tu amor?

—Nadie dijo que tuvieras mi amor

Otto sonrió, Natalia abrió la boca intentando decir algo. El catedrático de acercaba así que entré al salón. Nos sentamos al fondo, ellos continuaron.

—¿Hay una chica?

Ese fue Otto siendo cauteloso en su tono y en su pregunta, los dos me veían fijamente, suspiré, de todas formas les iba a decir.

—Sí. Pero no es nada serio, algo de momento, ya saben

Ninguno dijo nada más, pero Otto vendría después con su interrogatorio, no por nada era mi mejor amigo desde que teníamos quince años.

—Dime que no has vuelto con tu ex

Estaba con mi amigo, sentados en el suelo de un pasillo del último piso comiendo Cheetos, Natalia había tenido una de sus clases.

—Ni loca vuelvo con ella

—¿Es de la universidad?

—No

—¿La conozco?

—Sí

Se quedó en silencio, pensando, yo por mi parte seguí metiendo Cheetos en mi boca para saber cuántos cabían, la inmadurez nunca terminaba.

—¡No es cierto!

Se me quedó viendo en la boca y después a los ojos.

—¿Cuántos te metiste?

Con los dedos le indiqué que once. Mastiqué rápido y tomé un sorbo de la Coca-Cola que compartíamos. Se aclaró la garganta y dijo:

—¿Otra vez tú y Francia están en algo "no serio"?

—Sí

Él hizo una mueca.

—Caro, esa mujer nunca formalizará alg...

—Nadie dijo que era eso lo que quería

—¿Al menos está soltera?

—Por su ex cambió de trabajo. Otto, no estoy enamorada

—Está bien. Al menos recuerda usar protección, para que no tengan hijos tan rápido

—¡Qué gracioso!

Dije con ironía.
Pero me quedé pensando en eso, talvez podía pasar el fin de semana con Francia, Mario volvía el sábado y ella estaría libre, mi madre aún no decía nada acerca de volver, así que... Sólo esperaba que las cosas se dieran favorablemente.

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