Caro
La idea de que Francia estuviera sola en un momento en el que seguramente se sentía muy mal, me preocupaba.
Años atrás había escuchado a Santiago y Francia discutir, había visto cómo él se iba enojado y cómo ella se quedaba haciéndose la fuerte hasta perderlo de vista y desmoronarse después, había visto cómo le afectaba, y estaba segura que con la razón de la discusión estaría peor.
Discutir con Santiago y terminar con Margot era mucho para una misma mañana.Al llegar, afuera todo parecía lleno de calma, su coche estaba ahí, no había voces ni de vecinos, no había ningún perro ladrando, sólo paz y tranquilidad.
Estaba por abrir la puerta cuando llegó Mario, alterado y me imaginé porqué.-Abre la puerta
Me exigió.
-No
Mario había dejado su llave al irse con Vanessa, Francia me había dado esa llave tiempo atrás, cuando comencé a cuidar de Silver.
-No estoy jugando, Carolina
-Yo tampoco, sólo mírate cómo vienes, todo exaltado como si el problema fuera tuyo
-No lo entiendes, esa falta de sentido común la ha llevado a tantos problemas
-No eres el más adecuado
Mario me miró furioso.
-¡Abre la maldita puerta!
Al grito de Mario la puerta se abrió dejándonos ver a una malhumorada Francia.
-Dejen de gritar a mi puerta ¡y váyanse! ¡No quiero ver a nadie!
-¡Pues me tendrás que escuchar!
-Deja de gritar, no es para que se entere el mundo
Le dije yo, Francia nos miró con cansancio, dejó la puerta abierta y regresó al interior, Mario entró como si alguien lo estuviera siguiendo, yo también entré cerrando la puerta.
-¿Qué diablos tenías en la cabeza?
Francia no respondió, sólo lo ignoraba.
-¿No piensas o qué? ¡Tu papá está furioso! ¡Y cómo no si...!
-¡Cállate! La culpan y ni siquiera saben cómo pasaron las cosas, como si Francia lo hubiera elegido
-Mejor no opines nada, Carolina. No has estado repitiéndole lo mismo todo el tiempo. Siempre le dije que no se dejara llevar, que no se metiera con cualquiera. Más de alguna le iba a traer problemas y mira, no fuiste tú, fue su misma prima. ¡Tu padre ni siquiera quiere verte!
-No me importa
Dijo Francia con frialdad.
-Y si eso era todo lo que tenías que decir mejor vete
-No me iré. Si no vas a escuchar a tu papá me vas a escuchar a mí
-No tengo porqué estar escuchando a nadie. ¿Qué te hace pensar que voy a escucharte a ti después de escuchar a Santiago? Ubícate, Mario
Francia se puso de pie, tomó las llaves y llamó a Silver, ante la atónita mirada de los dos salió.
Mi teléfono sonó en medio del silencio, al ver la pantalla me apresuré a contestar.-¿Aló?
-Te estoy esperando en el carro
La llamada terminó, también fui a la puerta, fue cuando Mario habló de regreso.
—¿Siempre vas a estar detrás de ella?
¿Siempre lo estaría? Me importaba demasiado como para dejarla sola, no lo haría de nuevo.
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Otras Personas
Fiksi RemajaA veces se necesita una segunda vez para conocer a alguien. Las personas pueden convertirse en algo totalmente diferente. ¿Pero qué tan listo se está para enfrentarse a eso?