XXXIX

83 9 8
                                    

Francia

—¿Entonces no vas a quedarte?

—No, debo hacer muchas cosas hoy

—Está bien ¿Te llamo en la noche?

—Claro que sí

Margot sonrió animada. Nos despedimos con un intenso beso antes de abrir la puerta.
No tenía mucho problema con que se fuera, yo también tenía algo que hacer ese día.

Me arreglé y desayuné, le dí de comer a Silver y después lo llevé a casa de Caro. Había sido su madre la que había atendido.

—Volveré en unas horas

Dije secamente, después de haber recordado tantas cosas no tenía ganas de cruzar palabras con ella, mi yo de veintiun años no estaba feliz.

Subí al automóvil y manejé hasta el lugar donde iba a reunirme con mis primos, iban a ir todos, Mario, Rafael, Max y Edgar. Era un poco extraño pensar en ser la única chica con ellos bebiendo cervezas y escuchar todo lo que habían hecho en diecisiete años.

Al llegar le escribí a Mario para saber si ya había llegado.

Todavía no
🤔 Pero Rafael me escribió hace rato que ya había llegado, que estaba esperando a que Max y Edgar llegaran, seguro ya están ahí

Apresúrate, no quiero estar sola con ellos

Ya los conoces, además, de todos, Max siempre fue muy amable contigo

Sólo apresúrate

Bajé del automóvil y entré al lugar, el ambiente tenía aroma a comida marina cocinándose, habían algunas mesas ocupadas, el fútbol en diferentes pantallas y mis primos en el fondo.

A simple vista no los reconocí, habían pasado muchos años y habían crecido.

—Hola

Dije, me sentía como en esos años, tímida y extraña.
Max y su hermano me miraron, los dos se pusieron de pie al mismo tiempo y se acercaron a abrazarme.

—Es un gusto verte de nuevo, Al

Ese había sido Max. Tenía una sonrisa genuina que me tranquilizó. Edgar también fue amable al saludarme, Rafael me había saludado con un beso en la mejilla y posteriormente, cuando nos sentamos, me ofreció una cerveza del balde que tenía sobre la mesa.

—¿Sabes si Mario vendrá?

Edgar preguntó. Era el único, a parte de mí, que usaba lentes. Max tenía el cabello azul y varios tatuajes, igual que su hermano, al parecer sus padres eran bastante tolerantes.

—Sólo se ha retrasado, tiene que llevar a Cris dónde su mamá

—Bueno, ojalá llegue pronto

—¿Y cómo te va? ¿Estás casada? ¿Tienes hijos?

Me reí suave.

—Me va bien. No estoy casada y tampoco tengo hijos

—Pero tienes novio

—No

Los tres se veían sorprendidos.

—¿Qué? ¿Ustedes sí están casados, con hijos y novio?

Se rieron y yo también.

—Yo sí tengo novio

Dijo Max, eso me sorprendió a mí, los otros dos no hicieron ningún gesto de desagrado, me alegré por él.

Otras PersonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora