VII

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Margot

Lo difícil siempre es enterarse enterarse que alguien le gusta a uno, enterarse en ese momento en el que también se cae en la cuenta que no habrá oportunidad. Desde que había visto a Francia y estaba muy pensativa con respecto a eso, no podía acercarme tanto, no como talvez en algún momento pensé hacerlo.

—Con razón se lleva tan bien con Melissa ¿No crees?

—Una cosa no tiene que ver con la otra

Respondí sin mirarla, ocupada en arreglar unos papeles, en unos minutos llamarían por alta voz a dos trabajadores de producción, sería una larga tarde.

—Yo recuerdo que eras muy amiga de Melissa

—Hasta que me ayudaste a arruinarlo junto a Lucas

Pensé.
Hacía como un año y medio que Melissa y yo habíamos estado frecuentandonos, ese no fue el problema, el problema fue que Lucas mucho molestaba con que saliéramos, para quitármelo de encima acepté, total, iba a ser una vez, no sabía cómo, pero Melissa lo supo y hasta me mostró fotos, Lucas me había robado un beso, mi dificultad para aceptar abiertamente mi interés en mujeres hizo que las cosas con Melissa no llegaran a más. La dejé sola cuando el rumor de su orientación inició, no hice nada al respecto, nunca la defendí y finalmente nuestra frágil relación se rompió por completo.

—Melissa es divertida

Dije después de recordar todas las cosas.

—Al parecer se divierte más con Francia que contigo

Hubo silencio y me alegré, pero duró muy poco.

—Esas lesbianas son como una plaga, no tengo nada en contra de ellas, pero ojalá no vinieran aquí

—Tú diste el okay para contratar a Francia

Dije con un tono de "es tu culpa".

—Estudió en una de las mejores universidades del país, tiene una licenciatura y además es guapa, lo consideré bueno para la empresa

—Ahora te aguantas

—Tanto que las defiendes, te gustan o qué

—¿No se me nota?

Dije como si no fuera obvio.

—Buenas tardes

Un tipo que por el atuendo se notaba que trabajaba en producción interrumpió.

—Pase

Lo invité, seguido de él iba otro, estaban allí para recibir un llamado de atención y una advertencia, no era sencillo ser de recursos cuando al final uno tenía que hacer éste tipo de cosas.
Hablamos un largo rato de lo ocurrido, al final el que parecía más sensato dijo:

—No se preocupe, Margot, no volverá a suceder

—Bien, pueden volver a sus lugares. Que tengan bonita tarde

—Gracias, igual

Dijo el otro y salieron de la oficina.

—No por nada te dejan a ti hacer eso, tu actitud seria pone quieto a cualquiera

—Es estresante ser un mediador

—Necesitas distraerte. Salgamos el sábado

No entendía cómo pasaba de un tema a otro y cómo su forma de hablar incluso era diferente.

—De acuerdo

—¡Sí!

Ella celebró. Tomó su teléfono y yo volví a los documentos que revisaba. Luego recordé que el sábado había quedado con Francia. Suspiré, ya no sabía si ir o no, tampoco me quería comportar como una adolescente que le afecta cualquier cosa, o sea ¿Cómo una mujer como Francia iba a estar soltera? Era ridículo. Debía cumplir mi palabra, no quería que ella pensara algo erróneo de mí.

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