Margot
Estaba sobre mi cama, viendo al techo, pensando en todas las cosas que habían pasado.
En cómo me había atrevido a decirle a Francia que siguieramos con todo sabiendo lo que sabíamos, talvez había sido algo insensato de mi parte, pero algo dentro de mí, me pedía no dejarla ir.Escuché mi puerta abrirse, era Rafael. Se acostó a mi lado, sin mirarme.
—¿Todo bien con Al?
Su voz sonaba a preocupación.
—Sí, hablamos sobre lo que pasó hace años, sabemos que ya no somos esas niñas, tenemos un lazo muy fuerte ahora de adultas
Esperaba que sí fuera así, que nada cambiara nuestra relación. Aunque por supuesto tenía miedo, de que todos supieran lo que habíamos hecho, teníamos a toda nuestra familia en contra, eso no era secreto, talvez Max estaría de nuestro lado y su hermano, no sabía si Rafael nos apoyaría, talvez le daba igual la orientación de Max, pero dudaba que le diera igual la mía y todo lo que implicaba. Pero sabía bien que mis padres y los de Francia no estarían felices... Bueno, los padres de Francia no sabía si eran igual que los míos, aunque, por nuestro lazo sanguíneo igual los teníamos a todos en contra.
—¿Un lazo muy fuerte?
Rafael preguntó interesado.
—Nos hemos conocido en la empresa, sin saber en realidad quiénes éramos y nos llevamos muy bien. De hecho, por esa amistad conocí a la hija de Mario, es un encanto
Sonreí recordando a Cris.
—He estado en su casa, viendo películas, hemos ido de fiesta, almorzamos juntas con otros compañeros. Creo sí nos llevamos bien. Hay mucha confianza entre nosotros
—Qué bueno, supongo que la vida les dió otra oportunidad para conocerse de nuevo y enmendar tus errores
—Creo que sí
Dije suave.
—¿Sabes que a ella le gustan las mujeres?
En ese momento me pareció que había dejado de respirar.
—¿No lo sabías?
Se levantó un poco para verme.
—Sí lo sabía
—¿No te incomoda?
No sabía cómo tomar esa pregunta, no sabía si lo decía porque a él sí o me preguntaba porque le preocupara que a mí sí.
—No, para nada
Rafael volvió a acostarse mirando al techo.
—Nos estuvo hablando de su novia, bueno, no mucho porque comencé a hablar de ti para que supiera que ibas a llegar
—¿Y qué dijo?
—Que su novia es increíble
Sonreí sin proponérmelo. Me gustaba saber eso, se sentía bien saber que ella hablaba bien de mí.
—¿La conoces?
De inmediato intenté ponerme seria.
—Sí
—¿En serio?
Preguntó sentándose y acomodándose para tenerme de frente. Acababa de enterarme que me había metido en un lío.
—Sí
Dije un poco insegura.
—¿Cómo se llama?
Margot, pensé, pero no podía decirle eso. Sólo dije lo primero que se me ocurrió.
—Carolina
—¿Y cómo es?

ESTÁS LEYENDO
Otras Personas
Teen FictionA veces se necesita una segunda vez para conocer a alguien. Las personas pueden convertirse en algo totalmente diferente. ¿Pero qué tan listo se está para enfrentarse a eso?