Otras Personas

XV

Francia

Nada más poner un pie en la empresa y Nancy no tardó en preguntarme sobre mi cita con Lucas, respondí escuetamente, no era algo que realmente fuera de su incumbencia.

Susurros sobre el asunto habían por todos lados, cualquiera lo notaría, no disimulaban en realidad. Melissa me había contado un poco de lo que pensaban algunos de su área de trabajo.
Lucas me había guiñado un ojo, divertido. Igual sonreí divertida, sobre todo cuando Sandra me miró con cara de pocos amigos.

Antes de la hora de almuerzo se presentó Aragón en nuestra oficina.

—Vega ¿Puede venir a mi oficina en éste momento?

Aunque lo pidiera así de amable no había opción, debía presentarme.
Me levanté y lo seguí de inmediato, al entrar a su oficina cerré la puerta y ambos nos sentamos en las respectivas sillas.
Se frotó la frente y después me miró.

—¿Es cierto que saliste con Lucas Valencia?

—Ya debiste haber visto las fotos

—Francia, él es un mujeriego de primera. Estarás en boca de todos y...

—Basta, Ismael, sé la reputación que tiene Lucas aquí y los innumerables llamados de atención que ha tenido. Pero él y yo no salimos como muchas aquí quisiera salir con él. Me invitó a cenar para agradecerme un favor que le hice un día

—¿Segura?

—¡Por Rao, Ismael, soy gay!

—¿Y eso qué? La gente siempre habla. La otra vez fue por Carolina, ahora por Lucas ¿Y mañana qué? Elige bien con quiénes te juntas y lo que haces en público...

—Soy una adulta y s...

—Te despidieron de tu antiguo trabajo por un problema con tu ex

—¿Eso qué tiene que ver?

—Sólo quiero que tomes conciencia y responsabilidad de tus acciones

—Me hablas como si tuviera diecisiete años

Se frotó el puente de la nariz.

—Sólo ten cuidado con Lucas ¿De acuerdo?

—Sí, señor

Dije con aburrimiento.
Ismael Aragón había sido un sujeto que había conocido cuando me cambié a una de las mejores universidades del país, él estaba por terminar su carrera y yo era una novata. Después de años nos habíamos visto de nuevo y había sido la persona que me había ayudado con el nuevo trabajo.
Siempre había sido protector, pero en ese momento era tonto que me advirtiera de Lucas, sobre todo por mis antecedentes lésbicos.

—¿Eso es todo?

—Sí, sólo quiero que recuerdes que no quiero escándalos

—Si no quisieras escándalos ya hubieras puesto a Lucas en su lugar. Pero él es hombre ¿No?

Me puse de pie y lo miré molesta.

—Te lo digo a ti porque te aprecio

—Hay más mujeres en ésta empresa, mujeres a las que sí les interesan los hombres, diles esto a ellas. Ponle un alto a Lucas. Yo no soy a quien debes cuidar

—A veces olvidó que ya no eres esa niña de dieciocho años, han pasado diez años y sé que ya no eres esa chica ingenua

—Por lo mismo de que ya tienes treinta y ocho es que debes dejar de comportarte así. Lucas tiene claro que me gustan las mujeres. Podemos tener una buena relación laboral. Sé que no es un santo, pero tú y yo tampoco lo somos

—Está bien, tú ganas, pero igual ten cuidado con él

—Está bien ¿Ya puedo ir a almorzar?

—Ve

Salí de su oficina pensando que ni mi padre me daba ya ese tipo de sermones.

. . .

—Ya ni conmigo sales así. Nunca hemos salido, sólo el sábado a tu casa

Dijo pensativa Melissa.

—Nunca hemos planeado algo en realidad

—Sin pensarlo eres la envidia de...casi todas

—Leonor debe estar deseándome buenos días

Nos reímos entre dientes, en ese momento se acercó Lucas, saludándome con un beso en la mejilla.

—Le echas leña al fuego, Valencia

Él sonrió.

—La gente es tan increíble. Primero la critican por tener una relación con una mujer y después se la quieren comer viva por salir con un hombre, porque creen que es una cita con fines románticos o por el estilo. No entienden que un hombre y una mujer pueden ser sólo amigos

—Qué profundo eres, Valencia

Dijo Melissa con tono irónico.

—Lo sé

Respondió con orgullo.

—Escribiré un libro y lo voy a dedicar a ustedes al ser mi inspiración

Melissa y yo nos miramos, luego nos reímos. Seguimos hablando, de lo poco que nos importaba lo que la gente dijera.
Melissa no se notaba muy cómoda, sabía que no tenía una relación cordial con Lucas. Él la miró, formó una línea con sus labios, se disculpó y se fue.

—¿Algún día me contarás porqué parecen enemigos?

—Talvez

Respondió sin mirarme.

—Por cierto ¿Qué tal resultó el sábado con Margot?

No supe qué decir por un momento, recordando lo que en realidad había pasado.

—Pues bien

Seguí comiendo sin darle importancia.

—¿Cris se divirtió?

—Bueno, mi primo llegó antes del almuerzo

—Seguro Cris estaba feliz

—Mucho

—¿Margot se quedó contigo?

No la miré.

—Sí, hasta el almuerzo, luego se fue

—La aburrida Margot

La aburrida Margot a la que no había visto cerca, ya había pasado antes y sabía qué era lo que sucedía, me estaba evitando.

Regresando de la cafetería por fin la ví, debíamos hablar, al menos para escuchar que había sido un error y que no se volvería a repetir.
Acercándome estaba cuando mi teléfono vibro en el interior de mi pantalón.

—Mario

—Quiero hablar seriamente contigo

—¿Ahora?

—Debe ser en persona

—Lo sé

—En serio pensé que ibas a ser responsable. Por un instante olvidé lo descuidada que eres

—No puedo prevenir las palabras de otros, Mario. Sabías que no quería, te hice el favor porque realmente parecías necesitarlo. Tus papás eran tu mejor opción, si vas a hablar de inmaduros empieza por ellos. La niña ya tiene cinco años y tu padre aún te da la espalda por algo que pasó hace mucho tiempo, pero para malcriarla ahí sí es el primero. No me jodas, Mario. ¿Quieres una disculpa? Lamento que Cris haya escuchado eso y que exista gente que se mete en lo que no les importa

Corté la llamada y fui directo a la oficina.
Margot también se podía joder ese día. Y Leonor se podía ir muy a la ... Mi teléfono volvió a vibrar. Pensando que era Mario no lo revisé, más tarde supe que era un mensaje de Margot.

Estás bien?

Era todo lo que decía.
Silver saltó a la cama y se acomodó a mi lado. Acariciaba su cabeza mientras pensaba en porqué ella habría preguntado eso, en lo del beso, en lo que Mario había dicho y muchas cosas más.