XIV

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Caro

Le había dicho a mi mamá que me quedaría con Francia, que veríamos películas hasta tarde.
La ventaja de quedarme con Francia era que vivía al lado y mi mamá no se preocupaba de más.

Estaba en el sofá viendo en mi teléfono episodios de Bob Esponja cuando la puerta se abrió, Francia había llegado por fin.
Le puse pausa al vídeo y me reacomodé para poder verla.

—¿Cómo te fue en tu cita?

Ella se sentó a mi lado, sin importancia dijo:

—Un par de citas más y seremos novios

—Espero que no le moleste compartirte conmigo

—¡Bah! Seguro lo entenderá

Ambas sonreímos.

—¿Todo bien?

—Sí, Lucas resultó ser un buen tipo, mientras no intenta coquetear o ser pesado

—Ya tienes nuevo amiguito ¡Eh!

—No es mi "amiguito"

—Bueno pues... Hola

Le sonreí de lado y ella respondió igual. Me acerqué para saludarla con un beso en los labios, uno corto, nos miramos, ella se acercó y volvió a besarme, con más ganas, su cuerpo terminó sobre el mío, haciéndome acostar en el sofá.
Era notorio que la temperatura estaba aumentando en ambas, sus besos, sus suaves mordidas, sus manos, mis ganas de que eso realmente terminara en sexo.

. . .

Faltaban diecisiete para las diez de la mañana cuando desperté, en su cama, a su lado. Las piernas me dolían, el cuerpo me dolía como si hubiera tenido un largo día de entreno.
Francia aún dormía, boca abajo. Una sonrisa se me escapó, por supuesto que había quedado satisfecha con la noche anterior y lo repetiría cuántas veces fueran posibles.
Me quedé un momento, observándola con mi pulgar comencé a acariciar su espalda. Hasta que ella despertó, se veía cansada, pero no malhumorada.

—Buenos días

Susurré, dejándole un beso en el hombro.

—Hola

Dijo apenas. Le pregunté cómo estaba, pero no respondió, en su lugar me rodeó con un brazo y fingió seguir durmiendo.

—Francia...

—Sólo guarda silencio un rato

—Pero...

Abrió un ojo, escudriñando, se podía notar cierta molestia.

—Cuando estemos comiendo puedes hablar todo lo que quieras, ahorita necesito recargar mi batería

—¿No es suficiente dormir?

—Que tú seas joven y tengas energía para desperdiciar no quiere decir que yo también

—No exageres

—Shhh

Puse los ojos en blanco, pero con diversión.

Mientras comíamos me preguntó si había tenido una buena noche, por un momento pensé en hacerle una broma, pero al final lo descarté y hablé sobre qué me había parecido, sonrió de lado, complacida con mis palabras.
Tomamos un baño juntas y después fui a casa, tenía planes con mi madre y era algo que no podía aplazar.

Estaba caminando por la calle con ella cuando preguntó:

—¿Qué tal tu noche con Francia?

Esa pregunta me hizo sentir nerviosa.

—¿Eh?

Fingir que no le había escuchado fue lo único que se me ocurrió hacer.

—Sí ¿Qué tal las películas? Espero que no hayan sido de terror, porque si es así no habrán dormido nada 

—Ya no me dan miedo, pero sólo vimos de animación

¡Vaya animación!

—Ah bueno. Un día de estos la voy a invitar para que cene con nosotros ¿Qué tal le habrá ido con Cris? Debió ser una larga, pesada y cansada semana, ojalá no se hayan dormido tarde, quizás quería descansar y tú con tus películas

Realmente me hizo pensar, seguro quería dormir después de todo y yo sólo le había quitado tiempo. Nos habíamos dormido como a las dos o tres de la madrugada. Más tarde le enviaría un mensaje para disculparme, si era el caso.

. . .

El lunes después de la primera clase me había reunido con Otto, estaba revisando mis apuntes y él sus redes sociales.

—No me vas a creer lo que pasó el sábado en la noche

—¿Tuviste un encuentro del tercer tipo?

Alcé la vista para verlo, él seguía entretenido en su teléfono.

—Sí, claro, y me dijeron que ya dejes de ver tanto Yuri

De inmediato me miró casi poniendo los ojos en blanco.

—¿Qué pasó?

—Pues...

Sonreí un poco nerviosa.

—...tuve sexo con Francia

Su expresión sorprendida me causó risa y mucho más cuando se sonrojó.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Bueno, has visto mucho Yuri, sabes cómo

—¡Ah, tan chistosa! Me refiero a cómo pasó, cómo llegaron a eso

—Sólo pasó, la esperé en su casa porque salió con un compañero de trabajo, hablamos poquito y luego sólo nos besamos

—Por fin se te hizo ¿Te gustó?

—Definitivamente sí

Me mordí el labio pensando en la noche del sábado.

—Sólo cuídate mucho, no te claves sólo porque el sexo es bueno

—Otto, eso no va a pasar, nunca me ha pasado

—¿Debo recordarte que tuviste un fuerte crush con Francia cuando eras adolescente?

—Eso fue hace mucho tiempo

—Aún te gusta

—Sí, aún. Pero antes era más intenso, más obsesivo, cosas de adolescentes

Él suspiró.

—Sólo mantén los pies sobre la tierra

También suspiré, el ánimo había bajado, él tenía razón, no podía ilusionarme si habíamos acordado que no era serio. Y no era serio.
Francia me gustaba desde años atrás, pero ya no me veía en algo serio con ella. No visualizaba un futuro con ella.
Me sentía cómoda a su lado, pero a la vez sentía que faltaba algo para enamorarme de ella y no es que no fuera una chica extraordinaria, simplemente no vibrabamos en la misma sintonía.

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