XVIII

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Mario

Cuando regresé de mi viaje había ido por Cris, para estar juntos la tarde del sábado. El domingo almorzaría con mis padres, aunque probablemente había sido una mala idea, primero porque reclamaron el que no dejara a mi hija con ellos y en segunda porque Cris comenzó a decir que Caro y Francia se querían como ellos. Y otras cosas sobre Francia y que podría tener mujer sólo si la quiere como ellos se quieren, pero que esperaba que fuera Caro porque ella le agradaba.
Con eso ellos tuvieron motivo perfecto para decir que mi hija estaría mejor cuidada por ellos, más que nada mi padre era el de eso, que bajo su protección Cris no vería ni escucharía ese tipo de cosas, que no estaba en edad de escuchar tales "perversiones". Estaba molesto con ellos y con mi prima, y conmigo. Y quería hablar con Francia, había sido descuidada.
No tenía idea de cómo Cris había terminado con esa idea en la cabeza, pero Francia me iba a escuchar.

El martes, muy temprano llevé a mi hija con Rosalba, la señora que siempre la cuidaba. Al medio día que tuve tiempo fui hasta el lugar en el que Francia trabajaba.
Esperé mientras la llamaban, cuando mi prima iba entrando al lugar, por la ventana de cristal, que daba al pasillo interior, vi a una mujer que se me hizo muy familiar, pero ya no pude observarla.

—Hablemos afuera

Fue el saludo de Francia. Al salir el ambiente nos golpeó, se estaba mejor en el aire acondicionado.

—¿Porqué Cris habla tanto de tener una mujer? No tengo nada en contra, pero Cris es muy pequeña para cuestionar eso

—No fue mi intención. Sabes que siempre he sido cuidadosa al respecto

—¿Entonces qué pasó?

Pregunté molesto. Ella exhaló derrotada.

—Un día Caro iba a entrar en la tarde, así que dejé a Cris para que durmiera un poco más. Cuando la trajo la niña estaba revisando su mochila, entonces ella y yo nos besamos. Nos vieron unas mujeres de recursos, al final del día vino y sin importarle la presencia de Cris me dijo que esperaba que a mi mujer no le molestara que me juntara con otras mujeres del trabajo, algo así. Y por eso Cris pregunta mucho

—¿Caro y tú...?

No terminé la pregunta, estaba seriamente confundido.

—¿Son novias?

—No

—Francia, otra vez te estás metiendo en una camisa de once varas

—Caro ya no es una adolescente y no está buscando una relación

—Cuando las cosas se salgan de control te voy a decir "te lo dije"

—No será así. Por cierto, podemos hablar con Cris y explicarle bien entre los dos

—De acuerdo

—Y en serio lo lamento

Bufé.

—De todas formas se iba a enterar que te van las chicas

—Pero no así

—Lo único malo. Hubieras visto la cara que pusieron mis papás, sobre todo mi papá

—Ya me imagino

Sonrió un poco, consultó su reloj y miró a la puerta que llevaba a recepción desde el estacionamiento.

—Debo volver al trabajo

—¿Te veo en la tarde?

Pregunté acompañándola a la puerta.

—Claro, te veo en casa

Cuando la puerta se abrió ahí estaba esa mujer, no podía creer que el mundo fuera tan pequeño, me pregunté si Francia le afectaba su presencia o si siempre la ignoraba como acababa de hacerlo, en la tarde le preguntaría.

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