Melissa
Martes
No sabía cómo sentirme respecto a lo que había visto en el baño.
Me sentía molesta, triste, confundida, pensativa.
Había mil cosas en mi cabeza, pero de cierta forma fue gracioso ver a Margot evitando a Francia, como si con eso eliminaría lo ocurrido.Lo que me impresionaba y mucho era Francia en esa situación. Se suponía que tenía novia ¿Cómo había hecho para que Margot aceptara eso?
Aunque lo más probable era que después de ser descubiertas por mí, Margot terminaría alejándose de Francia, para evitar miradas y rumores, aunque por supuesto yo no iniciaría ningún rumor, no por ella ni por Francia, sino por mi propia paz.Muy en el fondo sentía un poco de enojo, Francia me gustaba, pero era real que yo no había hecho algo al respecto para acercarme a ella con el fin de tener algún tipo de relación más allá a la amistad que teníamos y había sido sólo por Caro.
Y aunque hubiese sabido que Francia no tenía problemas, aún así no lo habría hecho.Yo también había estado evitando a Francia, sólo que lo hacía para no escuchar explicaciones y por lo que sentía con lo sucedido.
Eran las 3:17 pm cuando fui por un café, la excusa para salir de mi zona de trabajo y distraerme un poco.
Al entrar, Lucas estaba allí, el día no podía empeorar. No nos dirigimos la palabra, al menos por un minuto.—Yo conozco ese gesto
Dijo desde la silla en la que estaba.
—¿Margot volvió a rechazarte?
Me reí levemente y contraataqué.
—¿Aún te gusta?
—No. Creo que ambos sabemos para quién tiene ojos
Lo miré fijamente y el a mí.
—Más vale que no te entrometas ésta vez
Evidentemente estaba molesta, él alzó las manos como si fuera inocente.
—Te prometo que no lo haré
Hizo un amago de sonrisa. Lo miré escéptica y se detuvo.
—Tu "buen acto" no hace que deje de odiarte
—Vamos, Mel. Fue hace mucho tiempo
—Te lo ganaste a pulso, ahora no te hagas el bueno
—¡Soy bueno!
—¡Nunca lo has sido! Eres bueno con otros, pero a mí me das la espalda o me haces la vida imposible
Guardó silencio, tomé mi taza caminando a la puerta.
No me había distraído nada, estaba más molesta.—Te juro que he cambiado
Dijo antes de que saliera.
—Hasta hace unas semanas aún estabas jodiendo con que Margot no me hacía caso
—¿Mel, qué puedo hacer para que me creas que no seré más ese imbécil?
—Siempre serás un imbécil, no sólo por lo que pasó con Margot, sino por todo lo que provocaste al no ser discreto con lo que te conté. Confiaba en ti, te admiraba, te amaba. Pero tu gran bocota hizo que mi papá no confiara en mí, que no me aceptara por completo a mí, su única hija, y que me saliera de la casa, a penas los veo, porque siempre es lo mismo, si no sólo recuerda cuando los abuelos vinieron, todo terminó mal. Desde niños siempre fuiste un idiota, decías que era jugando, pero hiciste que los de la escuela siempre se burlara de mí, pudo haber sido un juego, pero hiciste que todos se burlaran de mí como si hubiera sido culpa mía que mi papá no fuera el tuyo
—También es mi papá, también soy su hijo...
—¡No! ¡No es tu papá, pero tú sí eres mi hermano! Me jodiste, Lucas
—Ya, Mel, deja que de verdad te...
—Éste no es el momento adecuado para hablar
No esperé más y salí.
Lucas era mi hermano mayor por dos años, tenía meses de nacido cuando mi padre y nuestra madre se casaron. Había tenido una buena infancia, hasta que supo que mi padre no era su padre, empezó a ser un fastidioso, hacía comentarios burlones con sus amigos y se reían de mí. Decía que era adoptada y los demás idiotas le creían, aún así en casa parecía que nos llevábamos bien. A los veintidós le había contado que me gustaban las chicas, dos años después lo arruinó, había sido un imprudente al hacer un comentario sugerente de que me gustaban las mujeres, no fue algo que nuestro padre tomara a bien.
Luego Lucas y yo estábamos interesados en la misma mujer, al principio no lo sabíamos y no tenía idea de cómo supo que Margot y yo estábamos saliendo, de todas formas lo arruinó y la burla fue interminable.Me preguntaba si de verdad iba a respetar la privacidad de Margot, de igual forma lo estaría vigilando.

ESTÁS LEYENDO
Otras Personas
Teen FictionA veces se necesita una segunda vez para conocer a alguien. Las personas pueden convertirse en algo totalmente diferente. ¿Pero qué tan listo se está para enfrentarse a eso?