XXXVII

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Después de mucho tiempo llegamos a éste capítulo, no he podido esperar a más tarde para publicarlo, así que... Espero lo disfruten y sufran conmigo xD

Francia

6 años antes

Estaba esperando a Caro afuera de su colegio, le había llevado una rosa y estaba emocionada de verla.
Verla hacía que sintiera "mariposas" en la panza. Había intentado ocultarlo, pero ya se estaba haciendo imposible.

—Hola

Ella dijo dándome un beso en la mejilla. Sonreí como tonta.

—Hola ¿Lista para ir a casa?

Caro tomó mi mano y comenzamos a caminar.

—Te traje esto

Le mostré la rosa y sus ojos brillaron.

—Gracias, Francia

Me dió un beso en la boca que me hizo sonreír.
En el camino me contaba de su día y me preguntaba por el mío. Estaba feliz porque le había ido bien en su exposición.

—Y todo gracias a ti

Le dió un apretón a mi mano haciendo que la viera para después sonreírme. Acabábamos de llegar a nuestras casas.

—¿Te veo después?

Pregunté. Caro olió por milésima vez la rosa diciendo suavemente un sí.
Entré a la casa que compartía con Mario y fui directo a mi habitación, dejé mis cosas a un lado y me quité la ropa para tomar un baño.
Me arreglé lo mejor que pude, un pantalón negro, un playera negra con el escudo de la casa de El que ella me había regalado unos días antes, los mismos tenis y traté incluso de peinar mi cabello, me llegaba hasta el cuello, como el de esas chicas anime, no había mucho que hacer en realidad.
Estaba yendo a la puerta cuando regresé corriendo a la habitación, se me olvidaba el perfume, más de una ocasión Caro había dicho que le gustaba el olor.

Cuando abrió la puerta me tomó de las manos mientras yo cerraba con el pie.

—Te ves fabulosa

Sonreí de lado.

—También te ves hermosa hoy

Llevaba una playera celeste y un jeans de mezclilla.

—Vamos

Dijo llevándome con ella a su habitación.
Habíamos estado escuchando música y hablando de esas canciones mientras ella hacía su tarea y yo inspeccionaba que la hiciera bien. Cuando terminó cerró su cuaderno y su libro, dejó las cosas en el piso y me miró, como pensando en algo. Después se acercó a mí, no me alejé, sabía qué pasaría y lo deseaba, siempre deseaba sus besos.
Sus labios tocaron los míos, un beso suave inició. Los segundos pasaban y la necesidad de estar más cerca crecía, había terminado sobre su cuerpo, el calor era palpable, me detuve un poco para mirarla, ella me miraba, en un impulso quité mi playera, Caro me miraba atentamente, había mordido su labio, dudaba que se diera cuenta de sus acciones.
Ella también se quitó su playera, mi mirada recorrió la piel expuesta. Volví a besarla, su piel contra la mía se sentía bien, su suave piel en la palma de mi mano se sentía bien.
Sabía cómo iba a terminar todo eso, estaba segura que quería hacerlo, Caro me hacía sentir segura de mí misma, de quien era y de cómo era. No necesitaba esconderme en ningún momento.
Estaba llevando mi mano al borde de su pantalón cuando un ruido en la casa me hizo parar de inmediato.

—Creo que tu mamá llegó

Dicho esto ambas nos pusimos la playera tan rápido como pudimos, iba a arreglar su cabello cuando su mamá entró a la habitación y sólo pude retroceder abruptamente. Rosalba nos miró extraño, sin embargo sólo dijo que fuéramos a comer.

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