Francia
Era sábado de finales de febrero. Raquel me había invitado a comer con ellos. Había sido honesta al decirme que mis padres estarían ahí, sin embargo se suponía que ya habíamos hecho las pases, mi padre se había disculpado infinidad de veces conmigo, por todo.
Subí al automóvil y me dirigí a la casa. Había escapado ahí cientos de veces al ser adolescente, incluso al estar en la universidad. Había una paz infinita al estar en esa casa.
Ella me recibió como siempre, en el proceso tenía a Cris en mis brazos, entre risas y comentarios de la niña entramos a la casa.
Mis padres ya estaban ahí, Mario estaba con ellos, ponían la mesa mientras de fondo podía escuchar el partido de fútbol.—Qué bueno verte
Dijo Sara, mi madre. Santiago también me saludó. Terminamos de arreglar todo y servir la comida. Estaba por sentarme cuando escuché el timbre. Me ofrecí para abrir, no quería que se levantaran cuando yo estaba más cerca.
Al abrir la puerta me encontré con Margot, tenía muchos meses sin verla. No la veía desde nuestro rompimiento y aunque meses después de eso comenzamos a hablarnos por mensaje, no la había visto en persona.—Margot
—Francia... tenía tanto sin verte, creí que te habías ido a vivir a las montañas, como Heidi
—Jajaja
Me había parecido gracioso imaginarme a mí misma en las fachas de Heidi.
—Casi lo hago, pero me abstuve de volver realidad el sueño de nuestra generación
—¿Volverse loco y alimentar cabras?
—No, escuchar árboles que cantan
Nos reímos. No había tensión en nosotros, lo cual era un alivio. Cuando nos vieron todos se quedaron en silencio.
—Dice Clarita que si la invitan a comer, que no importa si es con las cabras
Mario, que había entendido la referencia casi se ahoga con la comida por no saber si masticar o reír. El almuerzo fue tranquilo, al menos.
Mario me abordó poco después, llevándome al pequeño jardín de atrás donde muchas veces jugamos.—¿Has hablado con Caro?
—No
—Francia
—No voy a forzar nada
—Ella te ama
—Dime algo que no sepa
—Guarda la foto de ustedes y que tú arruinaste
Ese había sido un error que me había reprochado, esa foto debí cuidarla con mi vida, pero antes de irme de mi casa y ver las cosas que tenía y me recordaban a Caro, quise desaparecerlas, sentía que ya nada podía hacer y estaba perdido todo, ya no tenía caso guardarlas.
—Sé que me ama o me amaba. Pero por el momento las cosas son mejor así
—¿Estás saliendo con alguien?
—No voy a cometer ese error dos veces
—No sabía que te llevas bien con Margot
—Yo tampoco, creo que al menos podríamos llegar a ser amigas
—Es tu...
—Ex
A eso se resumía, no había otro lazo, había quedado claro.
—¿Qué hablan, traviesos?
Se acercó a nosotros y también se sentó en el pasto.
—De tus conquistas

ESTÁS LEYENDO
Otras Personas
Ficção AdolescenteA veces se necesita una segunda vez para conocer a alguien. Las personas pueden convertirse en algo totalmente diferente. ¿Pero qué tan listo se está para enfrentarse a eso?