Otras Personas

XXXIV

Francia

El domingo había despertado muy temprano así que lo primero que hice fue sacar a Silver para dar un paseo. Tenía puesto los audífonos y veía el teléfono mientras mi perro olfateaba todo lo que estuviera cerca de él.
Tenía algunos mensajes de Margot que no había leído porque me había dormido demasiado rápido después de terminar de beber con Caro. Ismael seguía en el sofá y yo tenía cosas que hacer después.

—Hola

Dijo Caro quitándome un audífono y dándole un beso a mi mejilla.

—Me encanta ésta canción

Se estaba poniendo el otro audífono, Silver tiraba del arnés para que continuara el camino.

—Es una buena canción

—Te ves muy guapa hoy

Su tono de voz mostraba su diversión, yo aún andaba con pijama.

—Siempre me veo bien

Se rió acomodando mi cabello.

—¿Qué vas a hacer hoy?

—Pienso visitar a mi tía

—¿Cuál?

No había sido muy específica, tenía una tía por parte de mamá y dos por parte de papá.

—A la mamá de Mario

Su reacción fue rápida, me miró y preguntó emocionada.

—¿En serio? ¿Puedo ir contigo?

—¿Por qué quieres conocerla?

Miró al suelo tomando sus manos por detrás de la espalda.

—Solías hablar mucho de ella cuando nos conocimos

—No podría no hacerlo

—¿Puedo?

—Está bien

Ella celebró y corrió a su casa gritando que debía arreglarse.
Después de que Silver hiciera sus cosas y dejar todo limpio volví a la casa, me lavé las manos y desperté a Ismael, se notaba desorientado y la luz del día le molestaba.

—¿Qué pasa?

—Te quedaste dormido anoche

—Déjame dormir más

—No, tengo cosas que hacer

Me miró frunciendo el entrecejo.

—Qué mala eres, Francia, yo sí te dejaría dormir más

—¿Hace falta que te recuerde esa vez que me quedé en tu departamento cuando estábamos en la universidad?

Al parecer él no recordaba esa ocasión.

—Me quedé contigo y en la mañana, muy temprano, tenías fiesta en tu cama con esa chica ¿Cómo se llamaba?

—Yo qué sé. Sólo fue una vez

—Ya levántate, ve a prepararte algo para que comas, tengo que arreglarme

—¿A dónde vas?

Preguntó curioso, de pronto el sueño se le había ido.

—Al otro lado de la ciudad

—¿Con quién?

—Con Caro

Dije sin rodeo, sabía su reacción, me vería sin entender y mencionaría a Margot.

—¿No es con Margot con quien sales?