Thirty-Three

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-Pensé que estarías aquí antes.-

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Los ojos de Theodore se abrieron entre ellos mientras miraba más que sorprendido a la persona que estaba en la puerta.

Su rostro cayó en confusión, y sus ojos parpadearon rápidamente. -¿Qué demonios ...?. -Sostuvo, mirando al rubio hacia abajo.

-¿Qué estás haciendo aquí, Malfoy?. -La boca de Theo colgaba abierta mientras su respiración se entrecortaba inestable.

La mirada que le lanzó Amelie hizo que su mente volviera a ser, y su cabeza se sacudió levemente. -No es que no esté feliz de verte, por supuesto. Solo estoy ... sorprendido.-

La mano de Theo se estiró hasta la parte posterior de su cabeza, rascándose el cuello en teoría cuando notó que tanto Amelie como Draco estaban empapados por la lluvia, todavía cayendo afuera.

-Solo pensé. -Teddy sostuvo, acercándose a la encimera de la cocina, agarrando una toalla antes de dársela a Amelie.

-Pensé que habrías estado aquí antes.

Draco resopló, mirando a Amelie mientras ella acariciaba suavemente su cara con la toalla. -Bien. No pensé que la llevarías al fin de la tierra, Nott.-

Theodore puso los ojos en blanco, pero no de una manera cruel; lo hizo por la chica que estaba frente a él.

Vio como ella se volvía hacia el rubio, sin siquiera pensarlo, y ella se ponía de puntillas, colocando suavemente la toalla sobre su frente. La boca de Draco se empujó en una línea firme, para no dejar escapar una sonrisa por lo que estaba haciendo.

-Oh. -Amelie arrastró su toque lejos, poniéndose de pie de nuevo mientras sus mejillas se sonrojaban por la vergüenza en la que se encontraba.

No pensó en lo que estaba haciendo, solo hizo lo primero que le vino a la mente mientras observaba las gotas de la naturaleza fluyendo por el cabello de Draco, cayendo de las puntas de los mechones rubios.

-Aquí...-Su mano se extendió hacia él, queriendo darle la toalla. -Lo siento. Yo no ...-

-No. Adelante. -Murmuró Draco, con la mandíbula apretada mientras la miraba, encontrándose con los ojos que había echado tanto de menos.

-De todos modos, creo que harías un mejor trabajo.-

-Bien. Me alegro de que estés aquí, amigo. -Theodore retrocedió hacia la cocina de nuevo. -Nos prepararé un poco de té y te dejo a ti.-

Pero Amelie o Draco no captaron sus palabras. Se miraron el uno al otro y, una vez más, con cuidado, ella se estiró sobre los dedos de los pies. Una de sus manos contra la toalla ahora empapada de su abrigo y la otra deslizó la toalla contra su piel.

Ella limpió todas las manchas del duro clima afuera, fuera de su rostro, y él mantuvo sus ojos fijos en los de ella todo el tiempo.

-Ahí tienes. -Justo cuando estaba a punto de alejarse, su mano se envolvió alrededor de su muñeca, quitándole la tela.

Tragó nerviosamente por lo que estaba a punto de hacer, pero su mente se relajó en el instante en que él secó las gotas de lluvia de su piel.

-¿Está bien?. -Le preguntó Draco, permitiendo que su pulgar le acariciara la mejilla. -No quiero hacer nada con lo que no te sientas cómoda.-

-Estoy bien. -Amelie le devolvió la sonrisa, colocando suavemente su mano sobre la de él.

Se quedaron allí, como si estuvieran congelados en el tiempo, mirándose el uno al otro con tanto anhelo y calidez.

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora