Fourteen

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Este capítulo contiene escenas de acciones violentas. Por favor lea con precaución.

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-Nunca te alejes de mí, nunca más.-

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-¿Qué es esto, Draco?. -Amelie pronunció en voz baja, ya sabiendo lo que significaba la marca desde que Adrian recientemente recibió la suya, pero lo que la fastidiaba, que molestaba su mente hasta el borde de la ruptura, era que él no lo hizo. No dijo nada, que nadie dijo nada acerca de que él ya lo entendiera.

Tiró de su brazo hacia atrás mientras se bajaba la manga con brusquedad. -Nada que sea de tu incumbencia. -habló con severidad mientras tomaba un paso. -Bueno, si no quieres decirme qué pasó con ...-

-¿Por qué debería?. -Espetó ella, sintiendo como una ola de traición se apoderó de ella. -¿Por qué debería decirte cosas sobre mí cuando eres más que deshonesta?. -Su mandíbula entrelazada,

-Esto va en ambos sentidos, Draco ...-

Draco se tragó su terquedad mientras inclinaba la cabeza hacia un lado, evitando su mirada que lo hacía sentir más que culpable. -Sé que sí. -murmuró, sonando bastante molesto con la verdad de tener que explicarse a sí mismo. -Sé que va en dos sentidos, Avery.-

Amelie no creía que él estuviera diciendo la verdad, le permitió ver todo, sentir todo lo que sentía, solo para que él la excluyera, para que no confiara en ella de la forma en que ella confiaba en él. No confiaba en ella. Le nubló la mente y los latidos de su corazón empezaron a latir con fuerza en sus oídos. Incluso si no lo dijo, incluso si nunca dijo que no confiaba en ella, sin duda parecía que ese era el caso.

Su mirada se clavó en tierra mientras su valentía caía. Todo por lo que Amelie había trabajado tan duro con él, se sentía como si fuera un desperdicio. -Lo siento. -Ella se calló en el intento de pasar a grandes zancadas junto a él. No quería que él se sintiera incómodo con ella, y no deseaba que él sintiera que necesitaba aclarar algo, él no le debía nada y ella simplemente podía marcharse.

-No te molestaré más.-

Con un fuerte suspiro, Draco la agarró del brazo, tirando de ella hacia donde estaba. -No hagas eso. No te alejes de mí...-Sus ojos miraron a través de los de ella, una rápida mirada de ira los atravesó. -Si sientes la necesidad de decir algo, o si crees que mis acciones son más profundas de lo que estoy dejando ver, pregúntame.-

-Pregúntame, y trataré de responderte de la manera más honesta posible, pero Avery...-Sus ojos todavía se clavaron en los de ella, y ella podía sentir sus respiraciones calientes mientras abanicaban su piel. -Nunca te alejes de mí, nunca más. Grítame, enfócate no me importa, pero nunca me des la espalda otra vez. ¿Entendido?.-

Una respiración áspera llenó sus pulmones al máximo, y su corazón perdió un latido levemente por su toque. -No lo haré. Lo prometo.-

Él asintió con la cabeza, vacilante, todavía sin estar convencido de que ella haría lo que prometió, pero lo que Draco Malfoy no apreciaba era que una promesa significaba mucho para Amelie, para alguien que nunca sintió el consuelo de la honestidad, una promesa lo era todo.

-Confío en ti, Avery. -dijo, en un intento de sonar severo, en serio, pero en algún lugar dentro, ella sabía que no era así. ¿Por qué iba a hacerlo? Ella no era nada para él, simplemente algo que arreglar, alguien a quien desterrar en el instante en que él terminara con ella.

-Me alegro de que lo hagas.-

-No... -atrapó de nuevo, entrecerrando sus ojos grises en los de ella mientras la nota de su voz se oscurecía. -No me alejes. No seas tan superficial.-

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora