Forty-Six

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-No te detengas.-

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-Quédate quieto. -murmuró Amelie al rubio que repetidamente bufaba por sus acciones, y cada vez que las tijeras en sus manos se juntaban, él se estremecía. -Draco, cortaré más de lo que ambos queremos si tú no te quedas quieto.-

Odiaba esto, no había nada en que Amelie le cortara el pelo, él lo disfrutaba. No quería decirle que no porque vio lo ansiosa que estaba por eso. Aún así, lo detestaba. Ir a una peluquería era una de las cosas que atrasaba, simplemente porque lo detestaba.

-¿Terminarás pronto?. -Murmuró mientras ella peinaba los largos mechones. -Ni siquiera es mucho para cortar.-

-¿Hablas en serio?. -Amelie rodeó la silla en la que estaba sentado frente al espejo del baño. -¿Alguna vez has visto tu cabello?.-

-Sí, sí, acaba con esto de una vez. -Él respondió mientras sus ojos se ponían en blanco. -Voy a cortar el tuyo a continuación, espero que lo sepas.-

La cabeza de Amelie se inclinó para nivelar la de él, y dejó un suave beso en su mejilla. -Cuento con eso. -Ella le devolvió la sonrisa antes de alejarse para continuar cortándola.

Los trozos rubios que cortó cayeron desordenadamente sobre el piso de baldosas negras, y su aspecto hizo que Draco se sintiera visiblemente incómodo. Tampoco le gustaban los líos. Si pudiera elegir, lo que hacía la mayor parte del tiempo, todo estaría impecablemente limpio.

-Ahí tienes. -se encendió Amelie detrás de él, aplaudiendo ligeramente ante la emoción que sentía. -Bien, ¿verdad?.-

La cabeza de Draco se sacudió mientras deslizaba sus dedos a través de ella, y con una respiración profunda, sus ojos parpadearon para mirar lo que había hecho.

-Oh. -se calló, inclinándose más cerca del espejo mientras estudiaba su nuevo peinado. -No está mal, Amelie.-

Su rostro pasó de la leve preocupación a una mueca divertida cuando él se dio la vuelta para mirarla. Sus manos se hundieron en su cintura y cerró el espacio entre ellas.

-Te lo dije. -Amelie se mordió el labio inferior mientras sus mandíbulas se apretaban ante el acto, y él se zambulló lentamente en su barbilla, se levantó para encontrarse con él a mitad de camino, y justo cuando sus labios estaban destinados a chocar Draco la arrastró por el lado.

-Mi turno. -susurró cerca de su oído, dejándola completamente al borde mientras los movía, empujándola suavemente hacia la silla.

Los ojos de Amelie se pusieron en blanco cuando él agarró el cepillo y lo acarició sobre los mechones marrones de su cabello.

-No arruines esto ahora. -le advirtió burlándose, y eso hizo que el rubio se pusiera claramente nervioso.

-Detente ... -gruñó, recogiendo las tijeras. -No voy a estropearlo, pero ¿Cuánto debo cortar?.-

-Tanto como quieras. -la vista de Amelie lo miró en el espejo. -Confío en ti, así que córtalo.-

-¿Solo cortarlo?. -Él la imitó sarcásticamente. -Bueno, déjame cortarlo entonces. -y lo hizo. Le cortó mechones de pelo, no demasiado. Le encantaba la longitud de su cabello.

Amelie no se lo había cortado en más de un año, y había crecido mucho durante esos meses, se estaba derramando por su espalda, pero no le importaba.

-¡No tanto, Draco!. -Gritó mientras él retrocedía, asustado de muerte por su acto repentino. -Oh Dios, Draco, ¿qué has hecho?. -Sus manos agarraron su cabello mientras él se quedaba petrificado detrás.

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora