Eleven

2.9K 259 28
                                    

---

-¿Eso supones?.-

---

En el segundo en que sintió que la puerta se cerraba de golpe detrás de ella y el viento le recorría el pelo a causa de ello, cambió de opinión.

Amelie era muy consciente de que Draco era más que capaz de ayudarla con todo y que lo logró. Ya no estaba atrapado. No tenía cadenas, se mantenía firme, y eso parecía ser todo lo que Amelie deseaba también.

Ella necesitaba su ayuda, y por lo que parecía, él necesitaba ayudarla.

Con un fuerte aliento entre los dientes, agarró el mango y se estremeció por el sonido del vidrio rompiéndose por todas partes. Se quedó boquiabierta mientras miraba el desastre frente a ella.

El rubio estaba inclinada sobre el fregadero. El espejo junto a él se hizo pedazos mientras sus nudillos sangraban.

—Draco-

—Solo... —exhaló cuando la puerta se cerró una vez más detrás de ella—. Solo vete, Avery.

Respiraba con dificultad, su pecho subía y bajaba mientras la fulminaba con la mirada—. Te lo dije...

—¿Te habrías ido? —Amelie habló, mirando a los ojos grises—. Si fuera yo, Draco. ¿Te habrías marchado? Necesitas ayuda con esa mano.

—¿Realmente necesito responder esa pregunta?—Él resopló, y le dolió el corazón. Ella no pretendía molestarlo, hacer que se lastimara porque no hizo nada malo. Ella tampoco. Ella no sabía lo que quería. No entendía qué estaría bien y qué estaría mal en esto.

—Vete, Avery. No te necesito. —Draco se encogió de hombros, su otra mano sosteniendo la magullada.

—Pero yo... —Ella sostuvo, sus ojos parpadearon con nerviosismo, —Creo que te necesito... Creo que necesito tu ayuda.

Sus ojos entrecerrados se abrieron como platos mientras sus labios formaban una línea firme. El dolor en su mano se extendió, pero no dolió. Apenas podía sentir más dolor, estaba demasiado entumecido para eso.

—Avery —. Trató de advertirle, para darle la oportunidad de salir antes de que pareciera ser demasiado tarde, y Draco, no se involucraría en algo que no pudiera controlar.

—Pero Adrian no puede saber. —Sus ojos se arrastraron sobre él, notando cuán desordenadamente los mechones de cabello rubio estaban colocados sobre su frente.

Draco se burló molesto mientras negaba con la cabeza y trató de estirar los dedos, pero en el instante en que lo hizo, todo su rostro se contrajo en una mueca hiriente.

—Aquí. —Amelie dio un paso más cerca, su mano envolvió la de él suavemente mientras la sostenía en su lugar. Su otra mano sacó su varita, —Quédate quieto por mí, ¿quieres? —Ella le sonrió mientras sus ojos se clavaban en sus moretones.

—Brackium Emendo, —Murmuró Amelie entre dientes, y sus dedos se entrelazaron. El crujido de huesos que se juntan atravesó sus oídos.

—Ahí tienes. —Ella sostuvo su sonrisa, y su rostro cayó en confusión—. Theodore, es bastante bueno curando, así que me enseñó algunas cosas.

—Ya veo. —Murmuró Draco en respuesta—. Supongo que entonces es necesario un agradecimiento. —Sus dedos trazaron la herida, y eso hizo que su corazón se acelerara. Ayudó a alguien y eso la hizo sentirse más que satisfecha consigo misma.

—¿Lo supones? —Ella arqueó una ceja, dio un paso atrás y, mientras lo hacía, su talón pisó el cristal roto del espejo, cubriendo el suelo. Casi se cae hacia atrás, pero las manos de Draco se envolvieron alrededor de su cintura para evitar que golpeara el suelo.

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora