Este capítulo contiene trauma emocional. Por favor lea con precaución.
-Te necesito, todo el tiempo, y ese es el maldito problema.-
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Los párpados de Amelie revolotearon por la luz del sol, filtrándose entre las cortinas de la sala de estar. Su pecho se sentía pesado mientras descansaba sobre algo cálido, pero a primera hora, no parecía molestarse.
Draco gimió debajo de ella, sintiendo como su cuerpo se movía contra el suyo. Tenía miedo de abrir los ojos porque en el instante en que lo hiciera, creyó que ella se iría y haría cualquier cosa para tenerla así por unos minutos más.
Se sentía similar a los viejos tiempos para él, cuando dormían uno al lado del otro todas las noches, así como así. Ella encima de él, su pecho presionado contra el de ella, su cabeza sobre su hombro y su aliento sobre su piel.
Dejó que su mano se moviera, solo una pulgada o dos, sintiendo que su vestido se había deslizado debajo de la manta, y las puntas de sus dedos bailaban sobre la piel expuesta de su espalda.
Dios, cómo extrañaba sentir su piel suave.
Amelie sonrió ante la sensación de él, escribiendo cosas pequeñas en su espalda baja y su nariz enterrada más profundamente en su pecho expuesto.
Este era otro momento en el que sabía que no debería. No se suponía que ella hiciera esto. Tenía a Adrian, pero no podía mantenerse alejada.
Se sentía tan segura aquí, su pecho subía y bajaba con ella encima de él. Nunca había sentido nada tan seguro como esto, ni siquiera con Theodore. Su mente inconsciente todavía ponía toda su fe en Draco.
-¿Cómo dormiste?. -Él casi gruñó, y su corazón dio un vuelco debido a la voz ronca que tenía tan temprano. Ella lo había escuchado antes, pero hizo que su estómago se agitara. -¿Dormiste bien?.-
Ella resopló, juguetonamente. -Lo hice. -Sus dedos acariciaron su brazo desnudo, creando la piel de gallina en su piel pálida. No había podido dormir tan profundamente durante una semana. Desde que despertó del coma, no había tenido una buena noche de sueño hasta ahora, con Malfoy.
-¿Lo hiciste?. -
Draco mantuvo los ojos cerrados, juntando los labios para no sonreír por su voz aireada por la mañana, junto con esos dulces y casi inaudibles sonidos que ella hacía.
Lq había echado muchísimo de menos. -Lo hice.-
Su cuello se arqueó, colocando su barbilla sobre su caja torácica, y estudió los pequeños parpadeos que hacían sus pestañas, notando los músculos de sus mandíbulas mientras se movían, el cabello rubio en un completo desastre sobre su cabeza.
Extendió el brazo, le quitó algunos mechones de la frente y, cuando tenía la intención de retirarse, se sentó para que él tuviera su mañana a solas, su gran mano se envolvió alrededor de la de ella y la sostuvo cerca de su boca.
Draco besó su muñeca, lenta y cuidadosamente.
Alargó este momento todo lo que pudo porque no estaba seguro de cuándo obtendría otro momento como este.
-¿Hicimos esto a menudo?. -Susurró, aceptando su toque sobre ella. Amelie estaba tan ansiosa por saber más. -¿Duermes así?.-
-Todos los días. -Afirmó, y después de unos minutos, finalmente abrió los ojos y la miró desde arriba.
-¿Es por eso que mis cosas estaban en tu habitación?. -Preguntó ella, inocentemente y lo miró fijamente, saboreando el momento. -¿Porque era nuestro?.-
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Cursed; Draco Malfoy |Traducción|
Fanfic|Completa| Propiedad de: Juneekarl "¿Cómo es eso? ¿Que dos almas rotas encajan perfectamente en una?" --- EL CONTENIDO ADULTO ES POR QUE TIENE ESCENAS FUERTES, NO POR QUE TENGA SMUT. Una historia de amor de Draco Malfoy, Esta historia incluye conten...