Este capítulo contiene menciones de abuso, acciones violentas, sangre y otros temas preocupantes. Por favor lea con precaución.
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-¿Me engañaste?.-
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-Aquí. -Amelie se obligó a sacar todas las cosas que cubrían la isla de la cocina en un movimiento repentino. El vidrio y la porcelana se estrellaron contra el suelo, y trozos de ellos se filtraron desordenadamente por el mármol, pero no tuvo un segundo de sobra. Theodore atravesó las puertas. Una sensación le pesó en los huesos por la forma en que Adrian yacía entumecido en sus brazos. -Acuéstalo aquí.-
Llevando al chico que creía haber perdido para siempre, Theodore colocó el cuerpo helado de Adrian sobre la encimera, sin tener tiempo suficiente para llevarlo a su habitación. -Tiene mucho frío, Amelie. Hierve un poco de agua, ¿quieres?-
-Ya lo hice. -sonrió valientemente a través de la presión mientras enfermaba el aire. Amelie vio cómo Theodore sacaba su varita, y apuntó al chico. -Theodore, no tienes que registrarlo. Puedo hacer eso. -susurró. Una de sus manos aterrizó en su brazo, otorgándole consuelo.
Ella vio cómo estaba temblando. -No necesitas ver cómo sucedió esto. No tienes que pensar en eso. Si lo registro, tú lo curas.-
Lanzándole una mirada cálida por encima de su hombro, Theodore asintió y respiró hirviendo cuando el agua comenzó a sonar. Se acercó a la estufa y llenó los frascos con el líquido caliente antes de envolverlos en toallas, asegurándose de que no le quemara la piel.
-¿Ahora?. -Murmuró Amelie, colocando el vidrio vestido alrededor de su cuerpo, empujándolos hacia el cuerpo de Adrian hasta que sus costados estuvieron cubiertos por ellos, calentándolo lentamente. -¿Hacemos lo que siempre hacemos?. -Su voz estaba temblando, inestable.
Theo miró fijamente a Adrian con la mirada perdida. Sin comprender claramente lo que estaba mirando. El estaba vivo. Lo más probable es que se hubiera arrastrado hasta su casa desde donde había terminado después de que Amelie quemó Azkaban hasta convertirlo en cenizas.
-Hacemos lo que siempre hacemos ...-Theodore todavía vaciló, viendo cómo ella sacaba su varita y sus dedos trazaban círculos sobre el chico.
-Está bien. -comenzó a tararear las pequeñas palabras para entender lo que su cuerpo deseaba tan desesperadamente decirle. -Vamos, Adrian. Muéstrame...-
-¡Espera!.-
Amelie se sobresaltó por el repentino nivel en la voz de Theodore. Lo levantó y gritó la palabra.
Parpadeando rápidamente por la sorpresa, ella lo miró perpleja. -Teddy, ¿qué estás ...?.-
Su cuerpo irradiaba dubitativo, su respiración era casi imaginaria. -¿Estamos seguros de que queremos hacer esto?. -Su nota se rompió. -¿Salvarlo?.-
-¿Teddy?. -Sacudiendo la cabeza, sus pupilas se confundieron. -¿De qué estás hablando?.-
-No quiero salvarlo si eso significa que te perderé, Amelie. -Sus dientes casi se rompen mientras hablaba. -¿Y si te lastima de nuevo? ¿Y si te lastima y todo es culpa mía? No puedo vivir conmigo mismo si él ...-
Amelie dio un paso adelante, rodeó su cintura con los brazos y apretó la frente contra su pecho. -Quería morir por mí y por Draco, Teddy. Ya no me hace daño.-
-¿Y si lo hace?. -Theo no pudo detenerla. Se sentía tan culpable de todo. Se volvió real para él cuando los tuvo a ambos a la vista frente a él. Cuando vio cómo Amelie luchaba por mantener vivo a Adrian. -¿Y si te lastima?.-
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Cursed; Draco Malfoy |Traducción|
Fanfiction|Completa| Propiedad de: Juneekarl "¿Cómo es eso? ¿Que dos almas rotas encajan perfectamente en una?" --- EL CONTENIDO ADULTO ES POR QUE TIENE ESCENAS FUERTES, NO POR QUE TENGA SMUT. Una historia de amor de Draco Malfoy, Esta historia incluye conten...