Eighty-Three

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¡¡También publiqué el capítulo 82 !! No olvides leer eso antes de este <3

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-El amanecer.-

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Amelie y Draco pasaron otra noche en la cabaña con su hermano pequeño y su madre.

Ambos sabían que Narcissa tenía reuniones en todo el país, y Theodore estaba en el viento, como solía ser en estos días. Pero a Amelie no le importó. Se sentía completamente segura en el abrazo de la cabaña, y tener a Draco y Atlas cerca de ella hizo que todo se sintiera aún mejor.

Sin embargo, no siempre fue agradable. Draco y Athena no se dijeron ni una sola palabra entre ellos. Fue un silencio flotante cuando Atlas o Amelie no hablaron.

Ni siquiera su mano mientras rozaba la de él debajo de la mesa o sus piernas cruzadas con las de él mientras se sentaban en el suelo, jugando con Atlas bajo el sol, podían aliviar los nervios de el rubio cuando se trataba de su madre.

No quería entablar una relación con la dama. No ansiaba tener nada que ver con ella en absoluto. Todo lo que Malfoy deseaba era comprar una mansión lo suficientemente grande para que pudieran quedarse en diferentes extremos y nunca verse.

Draco hizo esto por ella.

Estaba en la cabaña, bebiendo el maldito té de su madre y jugando con su hermano pequeño porque se lo merecía. Había pasado por el infierno y había vuelto para encontrar a su madre, y esto era lo menos que podía hacer por ella.

Pero Draco no pareció odiarlo tanto como dejó ver. También era francamente pacífico para él: estar en la naturaleza, dormir junto a ella en el sofá, descansar tan cerca de ella en ese pequeño espacio para que no pudiera alejarse de él, caminar por el bosque y atraparla cada vez que ella tropezó. Al ver sus ojos brillar en la puesta de sol, su hermano cuando se arrojó sobre ella, la atacó con sus juguetes.

Para él, no podría haber más cielo en la miseria.

Y ahora, ahora estaba comprando una casa con ella. Su propio refugio seguro donde estarían a salvo de todos y de todo.

Nunca le había parecido que valiera la pena vivir la vida a menos que fuera con ella.

Amelie sonrió mientras miraba al rubio dormido a su lado, su pulgar rozando su delineado pómulo, y besó su nariz, murmurando. -Vuelvo enseguida. -entre dientes.

Draco, incluso mientras descansaba pesadamente en el mundo de la imaginación, la agarró por la cintura y la empujó hacia abajo sobre la suave tela. -No vas a ir a ninguna parte ...-

Enterrando su cabeza en el borde de su cuello, se rió suavemente. Haciéndole cosquillas y manteniéndola inmovilizada mientras suspiraba. -Quiero ver el amanecer ...-susurró Amelie, empujando sus labios en su cabeza.

-Entonces iré contigo. -bostezó Draco, inclinando la cabeza hacia atrás para mirarla. Una curva jugó en sus labios por la forma en que su cabello se había enredado, pero Amelie negó con la cabeza, inclinándose sobre él.

-Necesitas dormir. Dame diez minutos y vuelvo enseguida. -le rozó los labios con los de ella y los conectó. Besándola tan suavemente. -Por favor, duerme, Draco.-

Malfoy gimió, poniendo los ojos en blanco mientras ella se arrodillaba hacia atrás, saltando del sofá en nada más que ropa interior, y se apresuró a pasar el vestido por el cuerpo.

Una vez más, Draco no dejó de vislumbrar su piel desnuda antes de hundir la cabeza en la almohada. -Por el amor de Dios. -gruñó contra la tela que lo amortiguaba.

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora