Cursed; Draco Malfoy |Traducción|

Seventy-Nine

Contenido maduro.

-Tómame de todas las formas que quieras y déjame tenerte a ti .-

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Amelie inclinó la cabeza hacia atrás en el mismo momento en que sintió su pecho presionando firmemente en su columna. Sus venas se llenaron de calor y él suspiró en silencio.

Draco pasó junto a ella, cerró la mano alrededor del grifo de la ducha y dejó que el agua caliente llegara desde arriba, similar a una cascada.

Draco estaba tan cerca de ella. Prácticamente podía sentir cada músculo tonificado y perfilado que tenía. Sus grandes palmas agarraron sus hombros. Sus ojos se cerraron ante las chispas que ya humeaban mientras golpeaban el suelo frente a ella.

Ella estaba de pie sobre su toalla, al igual que él, y nada más que silencio se apoderó de ellos. 

Acababan de regresar de Dublín, y él la llevó directamente al baño para limpiarla de todo el polvo y la sangre que se había hecho añicos en su piel.

Aun así, todo estaba en silencio entre ellos, desgarradoramente.

Amelie no podía describir cuán culpable se sentía por todo esto, por escabullirse no solo una sino dos veces sin que Malfoy lo supiera y por poner tanto a ella como a Teddy en peligro.

No era algo que hiciera la chica de cabello castaño, no era así. No era una persona que pudiera poner a nadie en peligro, pero se sentía como si la hubiera cegado la necesidad de encontrar a su madre. Ella había fallado a la moral de sí misma.

Draco estaba enfadado con ella, podía decirlo. La forma en que su respiración se estabilizó y el brillo en sus ojos parpadearon furiosamente con cada movimiento de ella, aún así, no quería que ella supiera cuán enojado estaba.

No quería que Amelie supiera que estaba frenético con ella por cómo había estado actuando, por la forma en que lo había estado desobedeciendo, por mentir y viajar a otro país en medio de la noche cuando él no se daba cuenta. sabiendo lo que sucedió la noche anterior a esa.

Él le dijo que no lo hiciera. Él le dijo específicamente que no fuera a ningún lado y que se quedara quieta, pero que Amelie, siendo Amelie, nunca se conformaría con eso.

Exhalando un suspiro tembloroso mientras dejaba inclinar ligeramente la cabeza hacia un lado. -¿Draco?. -Susurró Amelie, su cabello rozó suavemente su tonificado pecho. -Draco, ¿podemos hablar sobre lo que pasó esta noche?.-

Su voz en el lado inferior, dudando si se atrevía a sacar a relucir el asunto por el que habían estado peleando en silencio durante horas. -Por favor, no me gusta que estemos así ...-

Draco dejó que las puntas de sus dedos corrieran a lo largo de sus brazos, trazando piel de gallina en el camino con su toque. -¿Hablar de qué exactamente?. -Habló, vibrando detrás de ella. -Hablar de que te escapaste de aquí cuando dijiste que no lo harías, o que te atraparán los Mortífagos y te pusieras a ti y a Nott en peligro, ¿otra vez?.-

Hablar con tanta franqueza que hizo que sus ojos se entrecerraran y su rostro se torciera, incómodamente en una mueca hiriente. Amelie tragó, espesamente y dejó que sus pestañas se cerraran por completo. -Sí ... Eso.-

Ella no se molestó en discutir ni en confrontarlo por la forma en que había elegido abordar esto, la forma en que había estado hablando no era el problema, Draco siempre trató de ocultar sus sentimientos. Ella no quería que lo hiciera.

Amelie sabía que estaba equivocada.

Él solo se burló, apretando las mandíbulas, y ella pudo sentir la forma en que sus músculos se tensaron contra ella, y el agua seguía golpeando el suelo frente a ellos.