Fifty-Three

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Este capítulo contiene trauma emocional. Por favor lea con precaución.

-Reconozco a un par de almas gemelas cuando las veo.-

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Draco Malfoy.

-¿Y en el extranjero?. -Preguntó Theodore, en voz baja desde el otro lado de la mesa del comedor. -¿Y si se la llevara ...?.-

-No lo hizo. -respondió Draco, sonando molesto. -El Señor Oscuro nunca le permitiría llevarla a través de las fronteras. No podría seguir la pista de Adrian si lo hiciera.-

-¿Por qué él...?. -Theo se levantó de nuevo, sus dedos agarraron el vaso frente a él mientras tomaba un simple sorbo de su jugo. -Quiero decir, ¿por qué le importaría lo que está haciendo Adrian?.-

-Porque es impredecible. Pucey no tiene límites. No has visto ese lado de él porque sucedió después de que le concedieran la marca, pero si piensas que lo que estoy haciendo, cómo elijo lidiar con las cosas es mucho, Pucey es peor.-

Theodore asintió lentamente mientras colocaba el vaso sobre la mesa. -¿Y supongo que tampoco lo dejará ir demasiado lejos?.-

-Correcto. -murmuró Draco. -Él está aquí, en algún lugar, justo debajo de nuestras narices, y puedo sentirlo burlándose de mí ...-

-Draco, querido. -Narcissa lo llamó, asintiendo con la cabeza hacia el tenedor que estaba apretando con fuerza en su mano, ya que estaba al borde de doblarse en su agarre. -Cálmate, por favor.-

Los ojos de Malfoy se pusieron en blanco mientras arrojaba el tenedor sobre la mesa, y forzó su silla hacia atrás con un movimiento brusco. Se acercó a su madre a grandes zancadas mientras le colocaba la mano en el hombro y le besó la cabeza. -Gracias por la cena.-

Su cabeza se rompió cuando él se dirigía a salir. -Pero apenas comiste ...-

-No. -Theodore negó con la cabeza, sonriendo cortésmente. -No sirve de nada.-

Narcissa asintió, tomando su servilleta en sus manos antes de limpiarse la comisura de su boca con cuidado, para no manchar su lápiz labial rojo. -Estoy preocupada por él, Theodore. -Dijo, su voz preocupada. -Él no es él mismo...-

-¿Cómo podemos esperar que sea él mismo cuando perdió a la única persona que lo convirtió en quien es en estos días?. -Resopló Theodore, pensando en su mejor amiga desaparecida, 

-Quiero decir, ¿Cómo podemos ser nosotros mismos?.-

-Lo sé, querida. -Narcissa extendió su mano, colocándola sobre la suya. -Él realmente se preocupa por ella, ¿no?.-

-Él mata por ella. -murmuró Theodore, tomando su mano entre las suyas. -Y estoy seguro de que él también está a punto de que lo maten por ella, así que eso debe contar para algo, ¿no?.-

Se sintió visiblemente incómoda con lo que acababa de decir el moreno, y sus labios se juntaron en una línea firme. -Ciertamente lo hace, pero lo vigilarás, ¿verdad?. -Le preguntó, pensativa. -No me habla mucho estos días, y estaría mintiendo si dijera que no estoy preocupada por él.-

-Lo haré. -una curva se arqueó en su labio superior. -Siempre estaré atento a los dos.-

Narcissa le devolvió la sonrisa, y apartó su toque, mirando por encima de la mesa puesta. -Ella realmente lo cambió. -

-Cuando la trajo aquí por primera vez, hace todos esos meses ...-

Ella resopló para sí misma ante el recuerdo. -Siempre supe que había algo entre esos dos. Deberías haber escuchado cómo estaba hablando de ella, incluso antes de que se le concediera la tarea. Siempre fue tan ... amable con sus palabras sobre Amelie.-

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora