Cursed; Draco Malfoy |Traducción|

Eigthy-Five

Este capítulo contiene acciones violentas y menciones de sangre. Por favor lea con precaución.

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-No me dejes irme así.-

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Amelie miró a Draco. Su vista atravesó al rubio mientras descansaba de rodillas, al lado de su madre. No necesitaba decirle lo molesto que estaba por esto. Cómo su piel casi humeaba de rabia mientras miraba las manchas de sangre en su piel.

Volviéndose hacia su propia madre, sus cejas se fruncieron inquisitivamente. -¿Qué pasó?. -Amelie logró ahogarse, conteniendo las lágrimas que sintió cuando le llenaron los ojos. -¿Fue atacada ...-

-No lo sé, -Athena negó con la cabeza, su voz estaba llena de preocupación. -ella simplemente llamó a la puerta. Apenas podía pararse.-

-¿Madre?. -Murmuró Draco, apretando las mandíbulas para no llorar. Sensación de que no podía dejar caer las lágrimas. Necesitaba ser fuerte por ella. -¿Quién te hizo esto, madre?.-

Sosteniendo su mano, trazó sus nudillos hasta sus labios, colocando un suave beso sobre ellos mientras los párpados de Narcissa se agitaban, sus ojos se abrían lentamente. -¿Draco?. -Ella tosió, débilmente. -Draco, ¿qué estás ...?.-

-Shhh ...-Malfoy dejó que la espina de su mano recorriera su frente, calmando la respiración estresada de su madre. -Estoy aquí, madre. Esta bien.-

Amelie pudo ver cómo Narcissa inmediatamente se relajó ante eso, su cabeza descansaba contra la almohada, y su pecho se movía más lento. -Mortífagos... -Se las arregló para hablar, tan bajo que apenas la escucharon. -Estaban buscando a Amelie.-

El músculo de la mandíbula de Draco hizo un tic. Su rostro se enfrió por la falta de emoción. -¿Qué?. -Él arqueó una ceja mientras sus dientes se apretaban con fuerza. -¿La buscaron y te lastimaron?.-

-Yo no...-Ella retiró su mano de la de su hijo, empujando sus palmas en el sofá mientras se sentaba correctamente, apoyándose en el respaldo. -Me negué a renunciar a ella. No sabía a dónde fuiste anoche y ellos ... me castigaron por eso.-

Amelie observó la creciente tormenta mientras se estrellaba contra las pupilas de Draco. Sus ojos se oscurecieron, ferozmente. -Mhm. -tarareó, tranquila pero peligrosamente. -¿Todavía están en el castillo?.-

Narcissa chasqueó su cuello, sus ojos escanearon a su hijo cuando se dio cuenta de lo que pretendía hacer. -Draco...-

-¿Están todavía en el castillo?. -Preguntó de nuevo, esta vez con severidad, su nota era áspera, y su madre asintió lentamente. Ella nunca tuvo el poder de enfrentarse a su hijo.

Draco se aclaró la garganta y se puso de pie. Colocando una mano en el respaldo del sofá y empujó sus labios en la cabeza de su madre. -Vuelvo enseguida. -murmuró antes de darse la vuelta, y sus ojos se fijaron en la chica a la que no le había prestado atención.

Amelie no lo miró. Su vista se hundió mientras trataba de respirar de manera constante, comprendió que él se iba de nuevo. Que se iba para destrozar a los Mortífagos, responsables de herir a su madre, aparte.

Con pasos lentos, Draco se acercó a ella, inclinando la cabeza y alcanzando para ahuecar sus mandíbulas en sus palmas, pero Amelie tiró de la cabeza hacia atrás y le dolió.

El dolor corrió por sus venas por la forma en que ella se negaba a dejar que la tocara, y respiró hondo, sabiendo lo decepcionada que tenía de estar con él. Entendiendo que esto no era algo que ella defendiera.