Ninety-One

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Este capítulo contiene menciones de suicidio, muerte de personajes, sangre, abuso y otros temas traumatizantes. Por favor lea con precaución.

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-Trae el infierno sobre ellos, Amelie. Déjalos arder.-

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-¿Estás absolutamente segura de esto?. -Preguntó Adrian de nuevo, cerrando la puerta de su celda y evitando la mirada de sorpresa que Blaise poseía. Con un tirón de su hombro, el chico se interpuso entre ellos.

Zabini levantó su varita, apuntándola a Adrian sin dudarlo. -¿Qué estás...?. -Respiró con los dientes apretados. -No, Avery. No estoy de acuerdo con esto. Si Malfoy se entera, que nos ayudará. Me matará.-

-Blaise ...-

-No. -dijo, ahora con más firmeza, ladeando la cabeza y mirándola desde arriba del hombro. -No lo entiendes, Avery. Sí, seguro que estaré condenado por rescatar a Malfoy, pero eso no es nada comparado con lo que me hará si sabe que te dejo acercarte a este monstruo.-

-¿Me llamas monstruo?. -Siseó Adrian enojado, sus ojos se oscurecieron. -Me seguiste y todo lo que hice como si fueras mi maldita cola, Zabini. Hasta que eligió ponerse del lado de Malfoy. Eres tan monstruo como yo.-

Blaise parpadeó rápidamente cuando los sonidos de criaturas que se arrastraban por la piel resonaban a su alrededor, y el pasillo en penumbra comenzó a enfriarse. Fue espantoso. Los escalofríos le apuñalaron la piel ante la situación en la que se encontró.

A Amelie no le gustó esto. Ella no disfrutó esto ni un poco. Los dos chicos discutieron sobre quién la lastimó más y quién tomó el lado equivocado mientras ella miraba alrededor, su cuerpo cerca del de Blaise.


No encontrando mucho consuelo después de que le quitaron a Draco, le robó al chico, pensando que la estaba protegiendo, los centímetros de consuelo que le daba.

Ambos le habían fallado. Adrian, al ser el chico por el que todo su pasado se derrumbó, y Blaise al ayudarlo en eso. Incluso si él nunca había puesto una mano cruel sobre ella o la había lastimado con acciones rudas, todavía la asustaba en la escuela. Todavía le hablaría como si no fuera una humana digna.

Sin embargo, Amelie dejó que eso pasara en un santiamén cuando él se disculpó hace tres noches, y dejó que se le escapara. Parecía agotado, golpeado y demacrado. El año que había pasado en prisión, trabajando en ese sótano, fue tiempo cumplido para él, creía ella.

No era inicuo, ella lo sabía, y en todo caso, en la forma en que había estado sirviendo a Draco en una lucha por un mundo más brillante, se ganó la oportunidad de beneficiarse sobre la duda.

-No te atrevas a culparme de esto. -escupió Blaise furiosamente. -Esto es tuyo, y prefiero suicidarme antes que sufrir las consecuencias de que Malfoy venga por mí por eso.-

-¿Qué te pasó?. -Gruñó Adrian, dando un paso hacia adelante cuando la punta de la varita de Zabini se clavó en su pecho, pero no se movió. Pucey se mantuvo firme. -Solías ser razonable, alguien digno, ¿y ahora?.-

Levantando una ceja mientras se acercaba aún más y Blaise comenzó a vacilar, sintiendo cómo su varita empujaba el cuerpo de Adrian. El chico al que una vez temió con tanta gravedad no dejaba de desafiarlo. -Ahora no eres nada. Todo lo que veo es alguien asustado, un caparazón sin sentido. Así que te lo preguntaré de nuevo, Zabini. Qué te ha pasado...-

Blaise arrastró su varita hacia atrás, mirando hacia otro lado con un suspiro. Su brazo cayó a su costado. -No puede lastimarse, ni lo más mínimo, Pucey. Él vendrá por los dos, y él ... -Zabini se estremeció por la mano que Amelie colocó sobre su hombro mientras él se giraba, mirándola sin claridad.

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora