Forty-One

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-Duele. Todo me duele.-

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-¡Pucey!. -Las manos de Theodore se estrellaron contra los barrotes. -Es hora de despertar, amigo.-

Amelie estaba escondida detrás de su amigo, protegiéndose del demonio que estaba a punto de encontrarse, pero no estaba tan asustada como solía estar. Él era un monstruo, si no peor, pero ella había florecido. Cuanto más él nadaba, más alto subía ella.

Ella estaba floreciendo y sabía de lo que era capaz ahora. No iba a permitir que el chico que ya le había quitado tanto ... tomara algo más.

-¿Qué es lo que quieres?. -Murmuró Adrian mientras el sonido de las cadenas de batalla resonaba por todo el sótano. Se acercó y sus rodillas parecían debilitarse con cada paso.

Su persona había caído, aún más, su cuerpo herido y desgastado.

-Tengo a alguien conmigo. -Theo inclinó la cabeza, asintiendo hacia el yo nervioso pero seguro de Amelie que estaba detrás de él. -Y a ella le gustaría hablar contigo, Pucey.-

-Apuesto a que sí. -Adrian tosió, sus manos se enredaron en cadenas frente a él mientras apoyaba su frente contra el metal. -Escuchémosla entonces.-

Amelie trató de dar un paso adelante, para enfrentar a Adrian por primera vez desde la última vez que lo vio, pero la mano de Theodore que se extendía frente a ella la hizo vacilar.

-No tan rápido ...-Murmuró, entrecerrando los ojos en los de Adrian. -Si le dices algo equivocado. Lo juro..-

-No puedes hacerme nada que Malfoy no haya hecho ya, así que acabemos con esto. -dijo Adrian con los dientes entrelazados.

Estaba enojado, enfurecido por estar aún encerrado, pero no tenía ninguna posibilidad contra la magia de Malfoy sin la suya. Le robaron su varita hace meses, y con la falta de fuerza que tenía, no podía defenderse. No tuvo más remedio que permanecer encadenado.

-Amelie. -murmuró Adrian. -¿Qué quieres de mí esta vez?.-

Ella no respondió, simplemente miró a Theo en busca de permiso para llevar al demonio tras las rejas, y él le concedió un leve asentimiento, accediendo a dejarla hablar con él. Sus ojos se agrandaron cuando dio un paso adelante, y su mirada parpadeó por todo el chico.

-Me gustaría preguntarte algo, ¿si puedo?. -Ella se paró cerca de él, pero todavía a un brazo de distancia. En realidad, no importaba lo golpeado que estuviera, ella podía confiar en él, lo entendía.

-¿Realmente tengo una opción?. -La voz de Adrian se mantuvo calmada, firme aún, su voz atravesó sus oídos con fuerza.

-No. -sonrió Theodore, cruzando los brazos sobre el pecho mientras sus dedos jugueteaban con su varita. Quería mostrarle a Adrian quién tenía el poder entre ellos ahora, después de años de jugar con ellos, Theo ahora poseía más poder que él.

-Vas a responder cualquier pregunta que ella te haga, y si la miras de la manera incorrecta, Pucey. Se lo haré saber a Malfoy.-

Los ojos de Adrian se pusieron en blanco mientras inclinaba la cabeza hacia Amelie. -Cariño.-

Sus entrañas se desgarraron ante eso, se sintió mal del estómago por cómo la acababa de llamar.

-Quiero saber sobre Draco...-

-¿Qué hay de Malfoy?.-

-Y mi padre.-

-Oh. -La sonrisa diabólica que ella había llegado a odiar apareció en sus labios. -¿No te dije que volverías a verme una vez que te enteraras de eso?.-

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora