Forty-Eight

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-Siempre va a llover, ¿no?.-

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-Draco ... -Susurró Amelie, acercándose más a su oído. -Draco, despierta.-

No movió un músculo. Él estaba profundamente dormido mientras sus cejas se fruncían juntas; por lo general, ella lo dejaba dormir y no lo despertaba si no tenía que hacerlo, pero hoy lo necesitaba.

Era Navidad y todo lo que quería era vestir el árbol con él antes de que el resto se despertara. -Draco. -Murmuró de nuevo, esta vez empujándolo hacia un lado. Todavía nada, ni una señal de vida del rubio, y se impacientó. -Draco ...-

Sus labios se curvaron en una sonrisa mientras se subía suavemente encima de él, sentándose a horcajadas entre las mantas mientras se inclinaba hacia adelante, rozando su nariz contra la de él.

-Despierta, Draco. -Murmuró Amelie, su respiración se sentía caliente en sus labios. -Draco...-

Ella chilló cuando sus brazos la envolvieron, de repente sin previo aviso, y él la empujó contra el colchón, elevándola en su lugar,

-¿Qué?. -Sus ojos somnolientos, su cabello desordenado. -¿Qué no podías esperar cinco minutos más?.-

Sus dientes se mostraron mientras se reía de la molestia que sentía por ella por despertarlo a esta hora.

Ella continuó riéndose de él mientras él hundía la cabeza en su cuello, suspirando en voz alta, 

-Terriblemente gracioso, Amelie. -El cuerpo de Draco se sentía pesado sobre el de ella, pero no le importaba. Le encantaba tener su piel sobre la de ella.

-Lo fue, ¿no?. -Amelie sonrió descaradamente mientras él rodaba fuera de ella, sentándose en el borde de la cama. Su cabeza cayó a sus manos mientras gemía temprano en la mañana.

Amelie se arrodilló sobre las mantas mientras se colocaba detrás de él y le besó el cuello suavemente. El acto hizo que él se recostara contra ella, suavizándose con el toque que ella trajo.

-Así que quieres vestir el árbol, ¿eh?. -Murmuró Draco ante los débiles besos que ella seguía dejando.

-Lo hago. -Amelie se aferró a sus brazos alrededor de su cuello. -Realmente lo hago.-

Malfoy resopló ante eso antes de girarse para mirarla completamente. -Entonces vamos a vestir el árbol.-

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-No... -Amelie le envió una mirada furiosa mientras cubría el árbol con las decoraciones de color burdeos dorado. Se puso de puntillas para arrastrarlo hacia abajo. -No puedes simplemente colgarlos como quieras. 

-Tienes que hacerlo simétricamente.-

Draco se rió entre dientes, sus manos levantadas ante sus palabras. -Mis disculpas entonces-

Ella puso los ojos en blanco. Suspiró para sí misma por querer siempre que todo estuviera en orden, por desear que las cosas estuvieran en el camino con otros.

-¿Sabes qué?. -Dejó que la decoración permaneciera en el lugar donde Draco la había colocado. -Hagámoslo a tu manera. -Amelie sonrió tímidamente.

-¿En serio?. -Los brazos de Draco se envolvieron alrededor de ella desde atrás mientras su cabeza se hundía en su cabello. -Esa es la primera vez.-

-¡Oh, basta!. -Amelie se rió, golpeando su brazo suavemente. -Sabes a lo que me refiero. Solo quiero que las cosas sean precisas, ¿sabes?.-

-Lo sé. -Él sonrió mientras la soltaba, retrocediendo para recoger otra pieza de decoración, y mientras lo hacía, sus ojos se posaron en ella, cómo tenía que estirarse sobre los dedos de los pies para hacer juego con los globos él había hecho, cómo su camisón se deslizó sobre su figura, el cuerpo del que no podía quitarse lo suficiente.

Cursed; Draco Malfoy |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora