Capitulo 8

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Donghae veía al chico frente a el con cara de pocos amigos, una cosa era ser interrumpido por su manager que lo hacía ganar dinero y otra por este crío que le quería quitar a su novio. Pero Yoohyeon le dijo que tal vez a Hyukjae no le gustaría que le dijeran que hacer o que el se muestre hostil con sus "amigos" y debía admitir que eso sonaba lógico. Así que trato de sonreír al tal Jackson que seguía de pie en la puerta, acaso pensaba que lo invitaría a entrar, no era su casa.

—Soy Lee Donghae...—Sonríe con tanta falsedad que el rubio cree que debe lucir como si solo tuviese una mueca en el rostro.

—Es mi novio, es de su familia la fiesta a la que te invite.—Susurra Hyukjae medio escondido tras el mayor.

—Ahh, no sabía que estarías ocupado. Me citaste para comenzar con el proyecto.—Jackson se remueve incómodo pero no aparta la vista de su compañero de clases, ignora olímpicamente la presencia de la pareja de este y se inclina un poco para verle mejor el rostro al hablar.

—Sí, él llegó de sorpresa y olvidé...lo siento.—Susurra apenado por la situación, el más joven pone la mano en la amplia espalda de su novio como apoyo, ya que empezaba a sentirse mareado por la situación.

—Puedo esperar...—Comienza Jackson con una sonrisa, sus ojos siguen en Hyukjae quien se remueve, la vista del otro baja por su cuerpo hasta llegar a la semi erección en sus pantalones, el más joven mueve las caderas y la mitad del cuerpo tras Donghae, rozando sus glúteos sin querer.

—Temo que eso no sucederá, no terminaremos pronto nuestra...conversación así que porque no regresas en la tarde para ir a mi casa—El rubio recalca el "mi" de forma poco sutil, balancea el cuerpo a un lado, cerrando la puerta poco a poco—.Nos vemos—Cierra la puerta en la cara del otro y respira profundo.

—Gracias, no sabía que decirle.—La voz de Hyukjae a sus espaldas sonó tan jodidamente adorable, que solo quería alzar el trasero otra que el otro lo viese como premio.

—Yo soy un amor de persona.—Sonríe con inocencia mientras se gira y rodea al más joven como una pantera a su presa. Lo empuja hasta que queda de cara contra la puerta, el pecho, al igual que su mejilla pegado a la madera color salmón.

—Por favor.—Susurra al sentir como le baja los pantalones de las pijamas, dejándolos en sus tobillos y medio desnudo.

—¿Cuántos baños tomaste? ¿Tres, cuatro?—Siete en veinticuatro horas pero no lo admitirá. Siente los dedos separar los glúteos y la lengua húmeda resbalar entre ellos, jadea de placer y satisfacción, separa los muslos y echa el culo hacia atrás sumisamente. No le gustaba tenerlo dentro, ni los dedos siquiera pero su lengua, hacia maravillas. Su erección rápidamente volvió por completo, las manos de Donghae fueron a esta en segundos, masturbándolo con calma, al ritmo de su lengua moviéndose en su interior.

Es verdad que le da vergüenza, se siente tan desnudo y dócil, completa en las manos del otro e incluso cuando está sobre Donghae, habiéndose en su tibia carne y tomándolo por completo le gusta sentirse entre los muslos y que lo envuelva con las piernas, que lo abrace.

—¡Ahhh!—Grita cuando ve las estrellas, cuando escucha ese sonido tan jodidamente sucio y cuando siente la saliva en su entrada, quiere correrse pero los dedos en la punta de su pene no lo dejan. Los dientes de su novio se hunden en la piel de su cadera antes de que se levante.

—Quieres que te ate a la cama y te monte o me empotras contra la puerta.—La voz de Donghae sale en un ronco susurro que le eriza la piel al moreno, desliza las manos por la suave piel, jugueteando con los pezones y su sensibilidad. Saca los pies de la pijama quedando completamente desnudo.

—La cama.—Suspira demasiado agotado sin saber por qué, siente un beso en el cuello que lo hace sonreír antes de ser llevado de la mano por su novio.

Lo deja caer en la cama boca arriba, Hyukjae se recuesta contra las almohadas, alza las manos. Ve como Donghae saca la cuerda de la bolsa, camina hacia el con esa sonrisa que le promete tantas cosas. Con cuidado la envuelve en sus muñecas, primero en una y después en la otra, dejando la cuerda tras uno de los barrotes de la cabecera.

La mermelada se regó un poco en las sabanas pero no le importo, el rubio tomó un poco con los dedos llevándolos de nuevo a su boca, toma todo y se inclina por un beso. Saborea los gruesos labios, los chupa y los lame. Baja al cuello, sigue en la clavícula, hasta el pecho, lo acaricia y se sube a horcajadas. Alinea su entrada con el miembro ajeno, deslizándose con lentitud al igual que la curiosidad.

—¿Hace cuanto conoces a tu amigo?—Cuestiona mientras siente el pene de su novio completamente dentro, empieza a moverse sin poder esperar, Hyukjae cierra con fuerza los ojos y trata de responder pero su mente no coopera nada.

—El semestre...inicio...compañero.—Murmura sin dar demasiado o algo de contexto, pero a ambos se le olvida cuando se sienten cerca del orgasmo. El más joven jala los brazos en la necesidad de tocar a su novio, este solo sigue saltando sobre su miembro, con fuerza persiguiendo su propio orgasmo. Sus dedos se hunden en el pecho de su novio, lo rasguña dejando las marcas rojas en la pálida piel, llegan al orgasmo juntos entre gritos y jadeos. Escalofríos recorren sus cuerpos, tiemblan por el extasis.

Pero eso no terminaría ahí, Donghae había sido interrumpido varias veces y se cobraría una por una, además le quedaba medio tarro de mermelada y mucho tiempo.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora