Capítulo 12

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Hyukjae se removió en la amplia cama, abrazándose al bulto de sabanas y hundiendo el rostro en la esponjosa almohada, se preguntó donde estaba su novio y la respuesta llegó pronto. Un beso en su mejilla y el olor a menta se lo indicaron. Para Donghae su pareja lucia tan bonito en medio de la cama, con la ropa de color gris varias tallas más grande y la mata de cabellos oscuros en la almohada, contrastando con su piel blanca como la nieve y los labios rosas y gruesos, tan apetitosos como siempre.

—Iré a hacer ejercicio y desayunar ¿Me quieres acompañar?—Pregunta el mayor en un susurro. Hyukjae solo negó con la cabeza acurrucadose aún más en las tibias sabanas.

—Son las seis de la mañana, es un sacrilegio.—Se queja con la voz ronca y sin abrir los ojos, la risa estruendosa de Hae, que sale como una bocanada de aire a medias lo hace sonreír sin darse cuenta.

—Muy bien, muy bien. Te veo al rato.—Le besa la mejilla una vez más antes de levantarse.

Donghae llevaba un pants negro con letras amarillas y zapatos deportivos a juego, había colocado una banda en sus cabellos para que no le estorbaran al ejercitarse. Tomo el pequeño control de la mesilla y lo pulso para que la ventana se cerrará por completo dejando la recamara a oscuras, sale cerrando tras el y baja al jardín. Su padre ya esta ahí como casi todas las mañanas, con un plato de frutas, jugo de naranja, tocino, el teléfono sobre la mesa y el periódico en la mano.

—Buen día padre.—Saluda con una reverencia y una sonrisa en sus delgados labios.

—Buen día ¿Desayunarás?—Pregunta a la vez que le ofrece un tazón de frutas, pero el otro niega.

—No tengo demasiada hambre, tal vez solo un poco de agua.—Se despide con un gesto de la mano y está a punto de irse cuando su padre lo detiene, le pide que tome asiento con el y obedece algo curioso. —¿Sucede algo?—Indaga sin saber muy bien de qué quiere hablar.

—Hyukjae es más que un buen partido, es una buena persona que cualquiera querría tener a su lado, incluyendo a su amigo de anoche. Se que no debo meterme y esas cosas pero no me agrada el chico.—El hombre frunce los labios, se recarga en la silla llevándose una uva a la boca, la saborea con cuidado como si tratase de descubrir su verdadero sabor.

—A mi tampoco, pero Yoohyeon me dijo que no puedo simplemente ordenarle que no lo vea.—Suspira dejándose caer en la silla frente a su progenitor, esta algo frustrado por la situación. El día anterior había notado como el tal Jackson veía a su novio. Como si quisiera comérselo completo.

—Es verdad, solo cuídate del chico, tonto no es y Hyukjae aun es bastante joven.—El hombre le sonríe y bebé de su vaso de jugo de  naranja, abre el periódico para comenzar a leer.

—¿Qué consideras simple y monotono?—Pregunta el rubio tomando una uva del frutero y jugando con ella entre sus dedos.

—No lo se, pregúntale a tu madre, es quien hace eso de menos cosas son más o algo así, relacionado con el minimalismo.—El mayor se encoge de hombros dedicándole una sonrisa a su hijo.

—Te veo luego padre.—Se va con un asentimiento de cabeza en dirección a la cocina por algo de agua antes de comenzar su rutina de ejercicio y después ir por un consejo con su madre.

■■■

Hyukjae estaba en un sueño profundo y delicioso cuando un ruido empezó a molestarlo, al principio era algo lejano pero poco a poco comenzó a aumentar volviéndose más molesto. Después de unos minutos se despertó por completo en la oscuridad, sin distinguir nada ni ver su mano frente a el. Se talla los ojos y se remueve sobre la cama buscando el origen del sonido, tardo unos segundos en darse cuenta que era su celular el cual sonaba incesantemente.

Gateo sobre la cama hasta llegar al borde y se tiro boca abajo, extendió la mano para tratar de alcanzarlo topándose con el mueble a lado de la cama, tantea por la superficie hasta dar con el dichoso aparato, lo toma y ve el nombre brillante en la pantalla "Jackson." No sabe si contestar o no, vuelve a su lugar entre las sabanas, acurrucandose de nuevo, ve como hay veinte llamadas perdidas y tal vez se siente un poquito mal. Desliza el dedo por la pantalla llevándoselo al oído.

—Hola.—Responde con simpleza mordiéndose el labio inferior, sintiendo los nervios en su estómago.

—Hey, perdón por lo de ayer. Fui un idiota y no debí meterme en tu relación, no es de mi incumbencia.—Se disculpa o eso parece, lo escucha suspirar y se nota arrepentido.

—Eres mi amigo y entiendo que te preocupes por mi.—Hyukjae aprieta los ojos, como si necesitará más oscuridad que la de la habitación, pasa una mano por sus cabellos tratando de aclarar sus ideas, a el jamas le molesto como fuese Donghae, era verdad que en ocasiones podía ser un niño mimado y caprichoso pero era parte de su encanto, además que jamás se atrevería a decirle que no saliera con algunos de sus amigos, aúna así entiende porque Jackson tiene esa idea de él.

—Claro que lo hago, y tu novio...me preocupa que sea...Sabes no es de asunto mio al fin y al cabo.—Termina de decir con cierta decepción en la voz ¿Acaso se había decepcionado de él?

—¿Que sea...?—Debe admitir que le dio curiosidad, solo era eso.

—Bueno, dices que te viste con ropa de diseñador y te manda con un estilista antes de salir con sus amigos o familia, tal vez se avergüence de que no estas a su altura ¿No lo has pensado?—El veneno va disfrazado de preocupación, el moreno se remueve en la cama por la idea pero no le parece lógica porque...

—Sus amigos saben todo de mi, de donde soy, que estudio, incluso donde trabajo al igual que sus padres, eso no...—Empieza a argumentar pero el otro lo interrumpe.

—Solo me preocupo por ti ¿De acuerdo?—Comienza pero Hyukjae cuelga, no lo quiere escuchar. Sabe lo difícil que es el rubio a veces, pero Donghae también ha ido a ver a sus padres y lo hizo caminar casi medio kilómetro además de viajar en autobús para que no se viese tan ostentoso todo el asunto, lo había hecho comprar ropa económica ya que no quería que sus amigos de la infancia estuvieran tras el cuando notarán que tenía dinero, además de que en algunas ocasiones lo hizo que le ayudara a meserear porque el rubio quería que el saliese temprano. Jackson no tenía derecho de hablar así de su novio, era un buen amigo, agradable, que lo escuchaba y bastante guapo...y que lo escuchaba pero solo hasta ahí.

Hae y el llevaban tres años, solo conocía a Jackson de hace unos meses, no había punto de comparación. Y el era capaz de decirle que no a su novio, de ponerle límites y lo haría, porque quería, no para probar algo. Se cubrió con las sabanas y se escondió bajo estas esperando conciliar el sueño, pero solo quería abrazarse al fuerte y tonificado cuerpo de su novio. Suspiro frustrado, porque salían esas dudas ahora, no es que fuesen reales ¿No?

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora