—Pero yo no le dije nada.—Se queja Yoohyeon con un puchero en los labios, ambos están arrastrando el colchón de la habitación principal a la sala o mejor dicho lo llevaron a las escaleras y dejaron que la gravedad hiciera su trabajo, esperaba que nadie fuera a extrañar el jarrón y la mesa de cristal.
—Aún así debías guardar el secreto y el ya lo sabe. Ahora tendré que hacerlo antes para que se sorprenda.—Donghae tomo un lado y ella el otro para jalarlo hasta la sala de estar.
—¿Pero porque bajamos los colchones? Pudo simplemente haber comprado nuevos y nos ahorrabamos el trabajo.—Lo sueltan a lado del otro, la chica se deja caer sobre el sin ganas de moverse.
—¿No dijiste que Hyukjae no quería que gastará tanto dinero en el?—Pregunta el rubio cruzándose de brazos.
—¿Ahh?—Alza la cabeza para verlo algo confusa, esta a punto de defender su punto pero el no la deja.
—Ven, empujaremos los sofás atrás.—Ella se levanta sin fuerzas y se pone a lado de Donghae, apoyan a las manos en la parte baja y empujan, esperaba que la señora Lee no viera las líneas negras en el suelo de mármol, ella le echaría la culpa a Donghae.
Cuando lograron quitar los pesados muebles, acomodaron los colchones frente a la chimenea, la peligrisacea le puso los forros y las sabanas, después acarreo casi veinte almohadas y las coloco mitad y mitad en cada extremo. Dejo dos edredones azules entre doblados por la mitad en en centro y dejo caer los pétalos de rosas blancas a lo largo de la cama improvisada, eso fue lo más entretenido.
—Jefe, si se casa me deja ser la chica de las flores.—Dice como niña pequeña, se gira para verlo acomodar las velas. El se puso a hacer lo más fácil.
—Había pensado en Sora o Taeyeon pero tu eres más joven que ellas así que tienes posibilidades.—Responde el sin pensarlo mucho, Yoohyeon alza el puño en victoria, siempre quiso ser la que paseaba por el altar con rosas y nunca la dejaron que porque era torpe. Tonterías.
—¿Esta seguro que Hyukjae no sospecha nada?—Pregunta al terminar de echar los pétalos, va por el perfume que es de Donghae dejando un poco sobre la sala.
—Claro que no, ayer que llegue dormía como un bebé y hoy que me vine seguía igual. Mama dijo que lo llevó hoy a cabalgar otra vez ya que parecía que le gustó. Mañana iremos a poner la denuncia formal contra el idiota de Jackson, así que no creo que sospeche nada.—Le dedica un guiño mientras empieza a tirar pétalos en el sueño.
—Aún no entiendo como entro hasta el estudio fotográfico, te piden identificación.—Se cruzo de brazos algo preocupada.
—No lo se y no quiero pensar en ello, le dije a mamá que mande a Hyukjae para acá con la excusa de que le harás unas fotografías para su fiesta de cumpleaños.—La idea había llegado de la nada pero parecía lógica, por lo que asiente satisfecho consigo mismo, le dedica un guiño a Yoohyeon antes de ir a la cocina. Ella se pone de pie y va tras el rubio, al llegar lo ve sacar una botella de champán, un plato de fresas y botellas de vidrio con leche de fresa y plátano.
—¿Creí que no tomaba alcohol? Su padre me dijo que no le diera.—Ve la botella de Champán algo dudosa com ganas de tomarla e irse corriendo.
—No es para mi, es para Hyukjae.—Dice el quitándole importancia con un gesto de la mano.
—Pero ¿No tiene diecinueve años?—Pregunta algo confusa, piensa que es un poco joven para beber tanto o para poder hacerlo.
—Y cumplirá veinte.—Le toma de las mejillas para apretarlas hasta que hay un gesto gracioso en su rostro. La vuelve a soltar antes de tomar las cosas y llevarlas a la sala de estar, Yoohyeon agarra lo que quedó y va tras el, ponen el Champán en hielo, las fresas las cubren con una servilleta de tela y las botellas las ponen en línea.
La chica va por el paquete con las fotos que eran especialmente para Hyukjae y se lo entrega. Todas estaban en un sobre de papel plateado el cual se coloco en el interior de una caja negra mandada hacer especialmente para el moreno, tenía su nombre grabado en dorado con un pequeño diamante en la esquina. Le puso un listón azul y la tarjeta entre el lazo, dejo la caja en medio de la cama.
—¿Entonces ya no le comprara el auto?—Pregunta con ilusión, ve como aparece un adorable puchero en los labios delgados. Ambos se ponen de pie en medio de la casa vacía.
—No, aun no tiene licencia así que es mejor que lo compre hasta que saque una.—Suspira decepcionado y se pone de pie. Su teléfono suena indicando que ha llegado un mensaje lo desbloquea para ver que es su mamá avisándole que su bebé ya va en camino.
—¿Trajiste el peluche?—Pregunta guardando el celular en la bolsa del pantalón.
—Sí.—Sonríe ella corriendo fuera de la cabaña a su auto, tarda unos minutos antes de volver con el enorme oso de peluche color blanco, casi la cubre por completo y solo se ven sus pies tras este. Donghae lo toma y con mucho cuidado lo pone sobre los edredones doblados.—Que bonito.—Dice con una sonrisa viendo como quedó todo.
—Lo se, ahora te puedes ir. Tomate el día de mañana libre y descansa.—Le da la vuelta tomándola de los hombros, la va empujando con suavidad hasta que llega a la puerta. Le besa la frente, le dice que vaya con Dios y la mete al auto.—Eres muy buena en tu trabajo, te pagaré muy bien. Adiós.—Yoohyeon sale de ahí casi de inmediato divertida por la actitud de Donghae, aprendió que nada debe tomarse a pecho, el chico hace lo que pasa por su mente sin pensar. Cuando ella se va el rubio corre escalera arriba para cambiarse, tenia una sorpresa muy especial para su novio.
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My boyfriend is a Pretty Boy
FanfictionHyukjae sale con un chico hermoso y perfecto, solo que tiene un pequeño detalle. Se hace lo que el dice, sí o sí.