Capitulo 2

1.2K 160 49
                                    

Tal como Donghae dijo el auto estaba esperando a Hyukjae a dos cuadras de la universidad, justo frente al restaurante mas concurrido por el alumnado. El joven pelinegro respiro profundo tratando de no llamar la atención, pude que llevara tres años haciendo eso pero aun no se sentirse cómodo de bajar la guardia o relajarse. Donghae no era una estrella mundial o algo así pero seguía siendo el modelo que aparecía en siete de diez revistas coreanas y generalmente en la portada, luego estaban los eventos a donde solía llevarlo como su acompañante y estaban esas lluvias de fotos. Pero quien se fijaría en un estudiante de la facultad de negocios y se pondría a compararlo con el de una revista, aun así esa inquietud no se iba, no lo dejaba en paz total.

—Señor Hwang.—Saluda una vez entro al auto, el hombre sonríe  través del retrovisor, asintiendo a sus palabras. El vehículo arranca de inmediato en dirección a su destino.

Hyukjae realmente quiere apelar a su orgullo y decir que jamás disfruta de las atenciones que le obsequia Donghae, pero eso seria volverse un hipócrita. Adoraba cada visita al SPA, donde lo trataban como si fuese de la realeza, los masajes alejaban el estrés de la universidad dejándolo suave como la seda y con una sensación de paz, cada musculo tenso era amasado una y otra vez hasta que dicha tensión desaparecía. Las mascarillas en su piel que lo hacia sentir fresco, las lociones en su cuerpo y los baños en las tinas de hidromasaje eran el cielo. Finalmente era la depilación, a Donghae le gustaba que su piel fuese suave y sin nada que se interpusiera al momento de su tacto por lo que cada cierto tiempo iba a retirar cada bello de su cuerpo dejando solo su melena y cejas. 

El rubio sabia como lograr que hiciese su voluntad, lo llevaba a ese SPA donde quedaba exageradamente relajado, luego lo mandaba de compras a los lugares mas absurdamente caros donde lo vestían tantas veces como si fuese un muñeco para al final terminar luciendo como uno de esos niños ricos que se ahogaban en dinero, para despues salir a encontrarse con su hermoso novio.

Ese día todo ocurrió igual que siempre, llego al edificio donde era la sesión de fotos exactamente faltando cinco minutos para las seis pero esta vez lo espero pacientemente en el auto, le envió un mensaje para avisarle que ya estaba abajo esperándolo. Siguió jugando con su teléfono navegando de aplicación en aplicación  para finalmente decidirse por un poco de música.

●●●

Donghae había terminado la sesión al igual que siempre, agotado. Despues de casi cinco horas se alejo de los reflectores y las cámaras en dirección a otras pero esta vez estaría con su novio, casi cruzaba los dedos para que no le dijera "No" a la pequeña travesura que cruzaba por su mente.

Dejo el maquillaje sobre su rostro y solo cambio su ropa por uno de los atuendos escogidos por su estilista. Ella solía ser muy buena para ponerle conjuntos que lo hacían lucir maravilloso, pero como solo irían a una cena con sus amigos, llevaba un pantalón a cuadros y un saco azul rey con una camiseta negra de botones. Su cabello rubio caía de forma natural sobre su rostro, solo un poco sin resultar estorboso o molesto.

Ya había tomado sus cosas, completamente listo para salir cuando su padre lo llama, toma el teléfono y responde algo apresurado mientras camina hacia el ascensor, saludando con una sonrisa a quienes encuentra.

—Ya conseguí a tu manager, hable con ella y la puse al tanto de los tipos de contratos que tomas al igual que lo eventos.—Explica su padre a través del auricular. Él siempre había sido quien escogía sus contratos o le ayudaba a decidir, algunos solían ser nacionales y otros dirigidos a público extranjero, los cuales eran los que más tomaba, debido a que su cuerpo no era tan delgado y fino como solían preferirse los estándares de su país por lo que siempre se enfocaban en pasarelas fuera.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora