My boyfriend is a Pretty Boy

Capitulo 14

—Sí no quieres que lo vuelva a hacer, no lo haré ¿De acuerdo?—Donghae estaba sentado a la orilla de la cama hablándole al enorme bulto bajo el edredón. Después de hacerlo en el jardín, se haberse vestido nuevamente, Hyukjae prácticamente corrió, bueno cogió, hasta la habitación para esconderse bajo las sabanas y se negaba a salir de ahí.—¿Te lastime?—Pregunta ahora realmente preocupado, coloca una mano sobre la sabana azul y lo mueve un poco consiguiendo un quejido como respuesta. —¿Quieres que llame al medico?

—¡No!—Responde con la voz amortiguada por la tela, un par de segundos después se quita la sabana de encima para ver a su novio. Hyukjae tiene las mejillas, el cuello y las orejas casi rojas, hay un adorable puchero en los labios y esta recostado de lado para que no le duela tanto.

—¿Estas bien?—Pregunta el rubio, extiende una mano hacia el más joven y le acaricia la mejilla, desliza el pulgar por el labio inferior en espera de una respuesta.

—Sí, es que me dio vergüenza.—Agacha la mirada, deteniéndose en la camiseta blanca que parece ser estirada por los pectorales del otro.

—No hay razón para que te avergüences, sino te gusta no voy a pedirte que lo hagamos de nuevo, con tenerte dentro es más que suficiente.—Los dedos de Donghae levantan su barbilla haciendo que alce la mirada, de inmediato un par de labios lo besan en un toque suave. Tierno.

—Sí me gusto.—Murmura por lo bajo, agacha la mirada centrándose nuevamente en cualquier cosa que no sean los ojos castaños.

—Me alegro de que así sea, porque eres tan estrecho, me aprietas tan...—Donghae no pudo terminar su frase porque una almohada golpeó su rostro, en repetidas ocasiones.

—Deja de decir eso, bobo.—Le tira la almohada antes de acurrucarse una vez más en la cama y cubrirse con el edredón negándose a volver a salir al mundo exterior nuevamente. Aún siente a Donghae dentro de él, y esto se le lo lleva al recuerdo y la sensación de ser tomado.

—Es la verdad, tiene un trasero pequeño y redondo, tu culo es tan apretado que fue difícil entrar hasta el fondo.—La voz del otro se oye llena de descaro, hay una ligera risa al final que lo hace reír y aprieta los labios para evitarlo. Quiere seguir en su papel, sea cual sea.

—Cállate, voy a morirme de vergüenza.—Vuelve a salir de debajo de las sabanas y se arrodilla en la cama, Donghae se pone de pie estando a su altura, su cabello rubio esta completamente desordenado, cayendo en su rostro donde una hermosa sonrisa le dice que todo está bien.

—Bien, bien —Donghae se acerca a la cama y lo abraza de la cintura, baja sus manos a los glúteos apretando con fuerza y presionando uno de sus dedos en la sensible entrada del otro—Dejaré mis comentarios para la cama, pero aun me imagino como se vieron tus delgadas y delicadas piernas envueltas en mi torso, tu pequeño culo recibiendo mi pene con necesidad.—Le besa la mejilla, le da un picó en los labios con dulzura, hundiendo la otra mano en sus oscuros cabellos.

—Tengo hambre.—La voz de Hyukjae sale temblorosa, su cuerpo reacciona demasiado bien a la voz de Donghae, como si fuese a hacer su voluntad. Sus manos se aferran a los hombros y bajan hasta hundir los dedos en sus bíceps.

—!Hae!—Llama cuando su miembro vuelve a endurecerse contra el cuerpo ajeno, la enorme sonrisa en los delgados labios lo hace derretirse, haría lo que fuera por esa sonrisa.

—¿Nunca has querido montarme?—La pregunta es casi una invitación, la voz ronca le debilita las rodillas y quiere tumbarse en la cama para dejarse hacer como si fuese solo de Donghae, porque debía admitir que le gustaba cuando el otro se ponía tan...

El teléfono celular comenzó a sonar bajo las sabanas, apenas y se giro para ver la llamada cuando cayó en la cama con Donghae arriba de el. Mientras le besa el cuello, jala las sabanas en busca del bendito aparato. El rubio se levanta y jala nuevamente su ropa pero esta vez buscando desnudarlo por completo, el pelinegro aprovecha para darse la vuelta poniéndose a gatas, mueve el edredón hasta ver su teléfono para responder antes de ver el nombre.

—¿Si?—Pregunta cuando siente un par de manos en su cadera jalandolo hacia atrás, traga en seco en el momento que Donghae frota su virilidad ya vestida contra su trasero desnudo, su cuerpo se sacude en necesidad.

—Hyuk ¿Cómo te fue en la cena con tus suegros? Se que desde Siheung no hay mucha distancia pero es bastante lejos así que no pudimos ir ¿Cómo está Donghae? Dile que compre su última revista y le presumi a todas mis vecinas que ese chico guapo era mi yerno.—Jang Deok-boon suelta una pequeña risa que hace reaccionar a su hijo.

Hyukjae salta de la cama y escapa de las manos del rubio. Se mete bajo las cobijas y aprieta las piernas apenado, como si la mujer lo hubiera visto en semejante situación.

—Bien, el esta aquí conmigo mamá.—La voz le tiembla, su pareja se burla de él y gatea en la cama para besarle los labios, se mete entre sus brazos como la humedad hasta lograr acurrucarse en su regazo, se queda quieto y no intenta nada más.

—Maravilloso, el cumpleaños de Sora será en un par de días y esperaba que lograrán venir, obviamente tus suegros y novio están invitados, hace mucho que no los veo.—Se queja la señora Lee con cierta nostalgia, pero rápidamente vuelve a su tono alegre, esperando que su hijo acepte.

—Yo no se...—Responde algo indeciso, pero el teléfono rápidamente le es arrebatado por Donghae quien habla con ese entusiasmo y alegría que lo cautivan.

—Mamá, claro que queremos ir. Mis padres estarán encantado, iré personalmente a pasearme de su brazo con sus vecinas, ya que mi novio no me presume que lo haga mi suegra.—Su voz es tan llena de energía sus mejillas se vuelven rosadas y a su madre le encanto.

—Mi hijo siempre ha sido un mustio, pero yo me encargaré de que todos sepan que eres su novio. Una cara tan linda como la tuya no se obedece desperdiciar en las sombras, además acompañada con esa preciosa personalidad.—La mujer manda un beso, y su novio lo responde. Debe admitir que verlo hablar así con su progenitora le enternece el corazón, le parece tan hermoso. Tanto que se olvida de la noche anterior, de sus dudas, descubrimiento y de Jackson, un amigo que esperaba no perder.