Capítulo 36

660 106 38
                                    

Hyukjae despertó a las seis de la tarde, llevaba una semana viviendo con los Lee y debía admitir que le gustaba. El solo pensar en volver a su departamento, técnicamente era suyo pero iba a estar solo. No despertaría abrazado al torso desnudo de su novio, con el rostro en su pecho y oliendo su piel. No bajaría las escaleras para que la señora Lee lo salude, desayunan juntos y luego lo arrastre a un partido de tenis, esta más por decir que ya había comenzado a darle a las pelotas, eso era un buen avance. También iba a echar de menos las platicas por la tarde con su suegro, solía llegar de la universidad al mismo tiempo que el mayor, solían hablar de cosas sin sentido o eso decía Hae ya que no le gustaban los números.

Pero el día de hoy era domingo, así que podía levantarse tarde, pero eso fue demasiado, como le habían pedido en el trabajo que cubriera un turno nocturno salio casi por la madrugada, el chófer de la familia estaba de pie como soldado afuera del restaurante, esperándolo. Donghae insistió en que no trabajará pero no le hizo caso, le daba cierta paz desconectarse del mundo y centrarse solamente en repartir bebidas y platos. Mientras no se estresara con malos clientes, todo iba viento en popa.

Salió de la habitación estirándose como un gato, escucho los pasos de su suegra que venía con una sonrisa en los labios, le saludo antes de hablar.

—Cariño ¿Estabas aquí? Bueno ya lo sabía le pedí a la señora Lin que revisara, por si acaso.—Se encoge de hombros algo avergonzada por haber espiados entró de la habitación.

—No se preocupe, entiendo.—Hyukjae sonríe antes de bajar con ella hacia el comedor en busca de su cena. Se comió un plato de frutas, un poco de pollo con papas fritas y dos vasos llenos de jugo de uva, comía como un oso a punto de invernar, y aunque lo intentará simplemente no podía ganar demasiado peso.

Debía admitir que en ocasiones era raro, Donghae era casi nada más bajo que el pero tenía tanto músculo, en la espalda, los bíceps tan bien marcados, las venas en sus antebrazos y en el...traga en seco y recuerda que esta en la mesa con la señora Lee quien le habla de sus plantas y como se ha hecho de ese precioso jardín.

—Me alegra tanto que estés aquí con nosotros, realmente siento como si fueras mi hijo, Donghae fue mi único hijo así que el que tu estés aquí le da un extra a la situación. Realmente espero que cuando se muden vengan seguido, el departamento de Hae no está muy lejos pero...

—¿Mudarnos?—Pregunta el moreno confuso, siente como la sangre sube por sí cuerpo y se le calienta el rostro.

—Sí, Ha e dijo que te pediría...—La mujer deja de hablar y lo voltea a ver, en su rostro se nota como se da cuenta poco a poco de lo que acababa de hacer, en una sonrisa tímida y avergonzada salen de sus labios.—¿El no te ha dicho mada? ¿Cierto?—Pregunta con timidez cubriéndose la boca.

—No.—Hyukjae niega con lentitud, esta procesando todo a su paso ¿Donghae quiere que viva con el?

—El no lo da por hecho pero te lo iba a pedir, si tu querías claro. Solo lo menciono y acabo de cometer una gran indiscreción.—Se cubre el rostro mientras niega avergonzada.

—No se preocupe esta bien, iré arriba. Gracias por el desayuno, la cena...—Se pone de pie y va al segundo piso.

Camina con calma sintiendo como la noticia empieza a caer sobre el. Vivir con Donghae ¿Cómo sería? Despertar todos los días con el, desayunar juntos, cenar juntos, hablar todos los días y poder dormirse juntos, en la misma cama, en la misma habitación, en el mismo hogar. Siente un nudo en la garganta y ganas de llorar, no porque eso sea malo sino por lo bonito que se escucha. Es consciente de que no será fácil, su novio es un remolino que no deja nada en su lugar y tiene la habilidad de destrozar todo en segundos. Además de eso ¿Qué harán cuando peleen? A dónde se irá cada uno enojado, de cualquier forma es el departamento de Donghae, el iría a vivir a su casa, a su espacio y...estaría con el. Una sonrisa volvió a sus labios.

No importaba cuántas cosas parecieran negativas, el vivir con Donghae le hacía ilusión aunque tendrían que aclarar algunas cosas. El no podría gastar tanto dinero en la renta del departamento de Hae, aunque fuese la mitad, además de eso dejaría el suyo por lo cual le diría a sus padres para que no lo sigan pagando, entonces sabrían que se mudo con su novio ¿Y si no lo dejan? Es verdad que vive solo por la universidad pero ellos pagaban su renta y el los gastos que tenia, ahora...

●●●●

Donghae veía las fotografías de su sesión de fotos, había sido maravillosa y el moretón de la mejilla apenas y se notaba, o era lo menos en lo que se fijaban. La revista saldría en un mes así que tenía todo el tiempo del mundo para volver a preparar la sorpresa para Hyukjae, la celebración de su cumpleaños y este pasaron en la semana del loco de Jackson, aun tenían que ir a ajustar detalles pero nada de importancia, el ya estaba más en el reclusorio que afuera.

Había mandado a Yoohyeon a comprar ganchos, los más pequeños que encontrará e hilo, para las fotografías. Ya que la cabaña se había vuelto un lugar de malos recuerdos sería en su departamento, donde se lo pediría y para celebrar el pequeño obsequio de sus fotografías. No quería que su novio estuviera solo, menos en lo que tardaba en recuperarse de lo que pasó, esos días lo despertaba para que lo acompañará al baño y le esperaba dentro, dándole la espalda. Su lindo bebé necesitaba estar acompañado y el necesitaba a Hyukjae, simple y sencillo.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora