Capítulo 52 - Flashback

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Dos años, un mes y dos días atrás

Hyukjae bajaba los escalones del instituto en dirección a la salida, después de un largo día por fin era libre de irse a su casa. Estaba algo nervioso, sino es que al borde de la ansiedad por lo que pasaría ese dia, según lo que había escuchado de sus amigos y compañeros, para los hombres no era tan importante la primera vez que estabas con alguien pero el pelinegro si le daba importancia y una grande. Una de sus principales preocupaciones era que cuando Donghae lo viera desnudo dejara de agradarle.

Tenia el cuerpo prácticamente lampiño, era muy delgado y sus huesos sobresalían mucho. Había tratado de aumentar de peso pero no le era precisamente fácil, así que lo dejo por la paz. Estaba bastante asustado respecto a la simple idea, a la bana posibilidad de que su precioso e irreal novio lo dejara, el era un simple y común estudiante de instituto, que podía ofrece. Quizá los padres de Hae lo odiaban porque era un chico de clase baja sin mucho futuro.

Era lógico que sus padres quisieran a alguien de la misma clase a la que ellos pertenecen, que también tuviera dinero, que fuese más atractivo o que no luzca fuera de lugar en las reuniones familiares por su forma simple y económica de vestir. Donghae siempre le restaba importancia, incluso en algunas ocasiones lo llevaba de compras para que estuviera más acorde al evento, aún así esa extraña sensación seguía ahí, por más que lo intentaba no se iba.

Su celular sonó justo al llegar a la primera planta, el nombre de Donghae resplandecía en la pantalla con un pequeño corazón al final. Con las mejillas encendidas respondió la llamada.

—¿Sí?—Su voz es temblorosa, pero a la persona al otro lado de la línea solo le resulta adorable.

—Te estoy esperando en la entrada del instituto, date prisa bebé. Estoy ansioso por tomar tus deliciosos labios...y un poco más.—La voz de el castaño pasa de un suave quejido infantil a una voz sugerente, Hyukjae siente un escalofrío placentero sacudir su cuerpo. Balbucea en busca de una respuesta pero no lo logra, solo se mueve de un lado a otro aún más nervioso. Afortunadamente su novio se apiada de él y se despide cariñosamente antes de colgar.

El menor respira profundamente, tratando de que su cuerpo se llene de oxígeno y la calma vuelva a su persona pero no lo logra. Guarda el teléfono en su bolsillo y camina hacia la salida con las piernas temblando y su corazón a mil por hora. Aparte de su mochila llevaba una de lona donde traía algunos cambios de ropa, su novio le dijo que iban a quedarse el fin de semana para estar juntos. Hyukjae acepto encantado pero ahora estaba realmente inquieto.

Camino fuera del edificio tratando de no pensar en lo que sabía que iba a suceder, solo provocaba que uno y mil escenarios cada vez más catastróficos se presentarán en su mente, volvió a inhalar con fuerza mientras se dirigía a la salida del lugar, iba tan centrado en sus pensamientos que no noto el ligero revuelo que había. Pequeños grupos de personas caminaban y se detenían murmurando hacia algo que había afuera.

Hyukjae no se dio cuenta hasta que uno de esos pequeños grupos choco contra el haciéndolo volver a la realidad. Entonces noto el ligero alboroto, las risitas y el cotilleo, movió su vista hasta el auto estacionado al frente, el que conocía de memoria, con la casi imperceptible ralladura cerca de la puerta que el mismo le hizo cuando quiso subir, llevando en la mano los patines de hielo que le compró Donghae. El precioso auto de color rojo de estilo deportivo estaba estacionado a la entrada, esperando. Esperándolo.

No le gustaba la atención, no era precisamente popular, nadie a quien le gustaran los números lo era y eso le agradaba, no podría volverse el centro de atención de esa forma, quizá no lo recordaban o tal vez si. Se armó de valor y camino directo al auto, en el momento que sus dedos tocaron el auto los murmullos aumentaron, abrió la puerta y entró en el tan rápido como pudo. Al cerrar pudo ver tras la ventana como se movían más frenéticamente intentando recordar su rostro.

Se giro hacia su novio quien lo recibió con una enorme sonrisa, los ojos castaños brillantes y los labios rosas apetecibles. Sonrió con timidez encogiéndose en el asiento del copiloto, se quito la mochila colocándole sobre sus piernas y la bolsa de lona en la parte inferior.

—Hey.—Saluda Hyukjae con las mejillas sonrosadas, no puede creer que siga comportándose con Donghae como la primera vez que lo conoció, asustado y vergonzoso.

El castaño se inclina para darle un beso en los labios, un suave toque que es como una caricia, pasa los dedos por la mejilla y el hueso de la mandíbula, bajando por la garganta. Se aleja con una sonrisa tocando la punta de la nariz de forma juguetona, el mayor espera que sea de forma divertida. Logra sacarle una sonrisa tímida que le parece tan hermosa.

—Te he preparado todo una sorpresa.—Donghae le dedica un guiño antes de girarse a la parte trasera del auto donde rebusca algo. Hyukjae solo lo ve con una sonrisa tonta en sus labios, aún está nervioso y ansioso pero no puede evitar ponerse así con la presencia de su novio.

Después de rebuscar el castaño encuentra un pedazo se tela largo y delgado, con cuidado lo dobla y lo alza en dirección al rostro del más joven, quien se queda sin hacer nada más por la sorpresa que por cualquier otra cosa.

—¿Qué..?—Logra preguntar sintiendo como le cubren los ojos, lo último que ve es el rostro angelical de Donghae y sus compañeros a lo lejos, después todo es oscuridad e incertidumbre.

—Prepare la cabaña de la familia, te va a encantar. Es bonita, amplia y tiene unas plantas preciosas y una chimenea.—La voz del mayor es animada y el quiere sentirse así pero la oscuridad no ayuda —Este fin de semanas solo seremos tú yo ¿Te parece?—Escucha el auto ser encendido y como comienza a moverse, hay mil y una sensaciones en su interior pero se concentra en ese "tú y yo."

—Me parece.—Responde en un susurro, no solo le parece, también le gusta. Así que se deja hacer y confía en Donghae, en su hermoso y dulce novio, Lee Donghae.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora