Capítulo 39

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Llego al edificio donde estaba el departamento de su novio, fue directo al elevador y espero pacientemente. Se preguntaba como debería de reaccionar cuando le dijera que se mudara con él ¿Sorprendido? ¿Decir que ya sabía? Su suegra le dijo accidentalmente, pero el no tenía que decirle a Donghae ¿Cierto? O simplemente le respondía "Ya lo se y si quiero." Salió del ascensor y avanzo por el pasillo aún pensativo, se pasaba los dedos por el oscuro cabello en lo que meditaba su gesto de sorpresa. Cuando llego frente a la puerta color miel se debatió entre tocar o no.

Suspiro profundo e introdujo el código, se escucho un click de la puerta siendo abierta, la empujó y entró con cautela. Cerró tras el viendo el largo pasillo, todas las luces estaban encendidas y el ruido de la televisión se escuchaba un poco, se aclara la garganta para llamar al rubio.

—¿Donghae?—Da un par de pasos, se quita los zapatos y sigue caminando. Llevaba un pantalón de mezclilla, con una camiseta blanca, las calcetas del mismo color contrastaban con el suelo color miel. Salió del pequeño espacio para ver a su novio con los audífonos puestos, estaba tirando algo de color rojo en el suelo, se acerco hasta que lo vio. Había sobres prendidos de pequeños ganchos que colgaban de un hilo el cual iba en zigzag por lo largo del corredor, en el suelo habia pétalos rojos que estaban siendo regados por el rubio.

Se agacho a su altura y le tocó el hombro en busca de su atención, lo hizo girarse confuso. Se puso de pie, Hyukjae lo imito, pero cuando lo miro el gesto asustado se relajo hasta irse de sus facciones. Coloca una mano sobre su pecho y sonríe, se saca los auriculares dejándolos sobre la barra.

—Hyukkie.—Susurra con una sonrisa amable en los labios, se acerca a el para besarlo. Al principio sólo es un dulce roce lleno de cariño pero se vuelve más profundo y necesitado, cuando la lengua de su novio se desliza por su labio inferior Donghae sabe que debe detenerse o la sorpresa esperara demasiado. Se aparta solo lo suficiente para que el beso termine. Hay una sonrisa suave en sus labios delgados que rápidamente se va.

—¿Qué sucede?—Pregunta el moreno ladeando la cabeza confuso.

—Se supone que iba a ser una sorpresa y ya la viste.—Donghae hace un dulce puchero con sus labios. Se ve tan tierno y adorable que no parece ser el de mayor edad, aún así le da un pico rápido para animarlo, si supiera que sabe lo demás.

—Solo un pedacito.—Le dice a la vez que envuelve sus brazos en los hombros ajenos, ambos cuerpos se rozan cada vez más cerca hasta que no hay nada entre ellos.

—Porque mis sorpresas nunca salen bien.—El rubio esconde el rostro en su hombro y le agrada la sensación tibia que le ofrece, el calor ajeno y la suave piel rozando la suya.

—Aún así son perfectas.—Se inclina y le besa la mejilla, frota la nariz en el cuello absorbiendo el aroma varonil. Lleva sus manos a los cabellos rubios y acaricia con cuidado, vuelve a inclinarse en busca de otro beso que no le es negado, sus labios se unen, se necesitan, se toman con pasión. El cuerpo de ambos arde. Hyukjae siente su piel sacudirse por el tacto de Hae, sus manos escabullirse bajo la ropa haciéndolo temblar de necesidad. Se siente como esa noche en el sofá, la primera vez que lo toco tan íntimamente, siempre era igual de intenso y profundo.

Donghae se aleja un par de pasos, toma aire para calmarse. Se alisa el cabello hacia atrás mientras intenta regular la respiración. Mira los ojos oscuros de su novio y desliza la lengua por los labios, preparándose para comérselo completo, pero aun no.

—Primero el obsequio ¿Sí?—No se escuchaba muy convencido y el bulto en sus pantalones tampoco pero Hyukjae asintió, Hae se había esforzado en eso y ya era suficiente con que supiera, aunque el otro no supiera. Le sonríe girándose al pasillo.

—¿Voy a...?—Pregunta confuso, da un paso al frente viendo los sobres colgar, se veían realmente lindos así. Aun quería besarlo y comérselo entero pero necesitaba calmarse.

—Toma cada uno, y ábrelo. Por cierto, Yoohyeon y yo terminamos con moretes tratando de pegar los hilos así que se cuidadoso.—Escucha la voz infantil a su espalda e inmediatamente sonríe.

Algo que ese par tenía en común era lo torpes y olvidadizos que podían ser, tal vez en otra vida y con otra orientación serían el uno para el otro pero ahora el torpe y lindo rubio era suyo, Yoohyeon podría tomar el lugar de la mejor amiga y manager o lo que quisiera. Aunque aún debía agradecerle por moler a palos a Jackson, tendría que darle algo...¿Y si la invitaba al cumpleaños de su hermana?

Dejo la idea a un lado y regreso a los sobres que colgaban frente a el, debía admitir que estaba intrigado, esa parte de la sorpresa era una incógnita así que tomó uno quitando el gancho con cuidado para dejarlo prendido de nuevo en el hilo. Abrió el sobre y sacó lo que había en el interior, una tarjeta blanca que decía "Tienes los labios más dulces y hermosos del mundo." Quito la tarjeta para ver lo que había detrás y se encontró con una fotografía de su precioso y rubio novio en calzoncillos de color rojo con un el bulto dentro de estos, los muslos gruesos, el abdomen marcado y esa pose. Sentado con las piernas abiertas, erguido con una mano en su cuello, los dedos acariciando la bronceada piel y los preciosos ojos castaños viendo directamente a la cámara, a él, con los labios entre abiertos.

—Esto es algo egocéntrico de tu parte.—Dice tratando de recriminarle pero no puede. Su voz sale delgada y aguda, temblorosa como su cuerpo. Escucha los pasos tras el y siente las manos de Donghae rodear su cintura, una de estas se cuela bajo su camiseta, le provoca ignorando su erección.

—¿Lo crees? Porque aun faltan veintinueve y por lo que veo te vas a correr antes de llegar a la última.—El rubio pega su cuerpo al de el, siente el miembro contra sus glúteos, los labios depositan un beso en su clavícula.—Y apenas comienza la sorpresa.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora