Capítulo 35

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Bajaron los escalones hacia el sótano con precaución, al llegar abajo vieron la puerta de la caba de vinos abierta de par en par. Ambos siguieron caminando con cautela por el pasillo en espera de algo pero había un silencio escalofriante en todo el lugar, pasaron la cava, un par de pasos y gritos. Jackson salió de la nada y embistió a Donghae contra una de las paredes, el bate cayó a un lado de rodando por el suelo. La oscuridad no ayudaba en nada, el sonido de las sirenas en el exterior hizo que Yoohyeon regresara hacia arriba para avisarles donde estaban y los encontrarán más pronto.

—El es mío.—Escupe Jackson sosteniendo sus manos en el cuello, el rubio lo toma del antebrazo y logra quitárselas de encima, empujándolo lo más lejos que pueda. El menor se tambaleaba pero logra recuperarse, Donghae apenas está poniéndose de pie cuando es tomado las solapas y estampado contra la pared, aprieta las manos en su cuello pero el rubio logra darle una patada en la entrepierna aún asi Jackson se recupera con rapidez, se inclina al frente dejándose ir contra el rubio, lo embiste contra la pared, haciendo que los huesos de su espalda tronaran, trato de ignorar el dolor.

—Bastardo, idiota...—Murmura el mayor, antes de sentir otro golpe en su rostro y el abdomen.

—Debiste ahogarte en la maldita bañera, quería que pareciera un suicidio por la perdida de tu novio que huyo conmigo pero tenias que despertar y luego esa puta entra aquí a correr como una...—Escupe con fuerza mientras lo sostiene del cabello, jalandolo para que alce el rostro, esta mareado y todo da vueltas pero afortunadamente no puede terminar su patética charla.

—¿A quien llamas puta? ¡Maldito psicópata!—El palo de golf golpeo la espalda de Jackson, el sonido indicó que realmente dolió. Yoohyeon no se detuvo, lo alzó dejándolo caer de nuevo contra el hombre como si este fuese una piñata hasta que lo soltó, Donghae cayó al piso mientras todo estaba borroso.

—Debo doblarle el sueldo.—Murmura antes de que los pasos rápidos de los policías por las escaleras resuenan en el lugar siendo lo último que escucha.

Cuando despertó estaba en la ambulancia, se incorporo desorientado en busca de su novio quien estaba sentado a su lado, vestía una horrenda ropa azul rey que le habían dado pero aún así lucia precioso. Encontratin a Hyukjae en una de las habitaciones de arriba en ropa interior, fue liberado y cubierto con una manta por los oficiales, arrestaron a Jackson bajo cargos que no alcanzo a escuchar y se lo llevaron entre gritos de protesta. Los policías registraban todo, les hicieron preguntas de lo que sucedió la noche anterior.

El más joven casi se moría de vergüenza al decir que estaban teniendo relaciones, de solo pensar en las sabanas llenas de fluidos que se llevaban como evidencia y que vieran el dildo en el piso. Quería meter la cabeza en un agujero y no sacarla hasta que estuviera en la cama con su novio, si era posible en un lugar privado. Le hicieron tantas preguntas que su memoria parecía estar a punto de corto circuito, luego de horas y horas parecía que por fin se podría ir.

—No puedo creerlo, mis botellas de vino están regadas en el sucio y lúgubre suelo...—Se queja el señor Lee pasando la mano por su cabello oscuro después de que le dijeran que más de veinte botellas se habían quebrado. Su esposa lo volteo a ver con la incredulidad y molestia en la mirada.—Pero claro que lo más importante es Hyukjae, y el sigue completito.—Una sonrisa divertida y nerviosa escapa de sus labios mientras el hombre le pasa las manos por el cabello a su yerno.

Se fueron de la cabaña casi al anochecer, el cielo se tornaba de un precioso color púrpura con el sol escondiéndose en un brillante anaranjado. Todos estaban agotados después de lo suceso y dar sus declaraciones, pero ya se podían retirar. Yoohyeon fue a dormir con una amiga en lo que volvían a revisar su casa ya que de ahí Jackson robo las llaves, cuando se dio cuenta la pobre lloro casi por una hora diciendo que era su culpa. La señora Lee la acompañó y su padre se fue con ellos a la casa, ahora había vigilancia policíaca por su acaso.

Hyukjae estaba realmente callado, en medio de todo, solo veía por la ventana, el sonido del aire primaveral en la carretera. El chófer giro a su propiedad donde, sorprendentemente había reporteros, no tenía idea de dónde salieron pero se encontraban apilados como pirañas en la puerta. El más joven se escondió en los brazos de Donghae, aunque por los vidrios oscuros no pudieran verlo los flashes explotando lo aturdian, el rubio le acaricio el cabello con tanta ternura que le enterneció el corazón.

Su padre los acompaño hasta la habitación, les dio palabras de ánimo para finalmente dejarlos solos. Hyukjae estaba aferrado al cuerpo del rubio, el rostro hundido en su cuello y las manos en la piel del torso, tomándose con fuerza. El mayor le besaba los cabellos oscuros pasando los dedos por este y su espalda.

—Ese idiota no logro hacerte nada, si te hubiera tocado...Yo...—Murmura Donghae que la rabia contenida, de pronto Hyukjae se incorpora, se aparta lo suficiente para verlo a los ojos.

—Te amo tanto.—Hyukjae susurra con sus bonitos ojos negros brillantes, los labios rojos e hinchados por la noche anterior.

—También te amo bebé.—Responde el rubio con una suave sonrisa, le acaricia las mejillas y le besa. No sólo es un roce, es una larga promesa de lealtad, amor y unión. Porque si sobrevivieron a un loco psicópata ¿Qué no podrían superar? El menor recuerda esa tontería que hizo con Tae hace un par de años, tal vez su amiga estaba loca pero si eso funcionó siempre se lo agradecería porque aun seguía con el amor de su vida y no lo dejaría por nada, ni por nadie. Como que se llamaba Lee Hyukjae.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora