Capítulo 24

706 118 28
                                    

Hyukjae estaba sobre el colchón en el suelo, su respiración era agitada, tenía la piel caliente así como el resto de su cuerpo. Apretaba las sabanas que había debajo de él cubriendo el colchón, sintiéndose al borde del orgasmo. Donghae se balancea sobre el, montandolo. No sabe que es lo que más se escucha si el sonido de sus pieles chocando o sus gemidos demasiados obscenos.

El rubio se inclina y lo besa, mete la lengua dentro de su boca tomando el control. Sigue moviéndose con rapidez hasta que llega al final, casi al mismo tiempo. El rubio se levanta para que el salga de su interior. Se deja caer a su lado agotado, el más joven se gira en dirección a su pareja y ve el enorme círculo morado en su rostro.

—Yoohyeon me esperará abajo a las diez para mi sesión, le dije que no saliera del auto por si Jackson seguía aquí. Vendrá uno de los chóferes con algunos asistentes que llame para que te acompañen y te ayuden con las compras.—Explica Donghae recorriendo la suave piel con la punta de los dedos.

—¿A que hora los llamaste?—Pregunta Hyukjae, no recuerda haberlo visto hacer llamadas o algo así.

—Cuando mi hermoso bebé dormía.—Le aprieta las mejillas y el más joven le da un manotazo. Donghae se levanta y sale de su casa de acampar improvisada, va en busca de su cartera y regresa. Saca una tarjeta de crédito y se la ofrece con una hermosa sonrisa en los labios.—No aceptaré un no como respuesta, quiero que te compres todo lo que te guste sin siquiera ver el precio ¿Entendido?—Hyukjae la toma sin estar muy seguro. Una parte de él sabe que quiere hacerlo, que le gusta esa idea pero su moral se niega.

—Hae, no es necesario...—Empieza pero los dedos del rubio le cubren los labios, niega divertido.

—Sí esa tarjeta no revazo el limite en las próximas cinco horas me sentiré muy ofendido.—Hace un puchero en sus labios, roza su nariz con la del más joven y se aleja pata recostarse de nuevo en la cama.

—Pero yo no...—Empieza de nuevo y una vez más Donghae lo interrumpe.

—Se que la razón de que no lo aceptas es por lo que te dijeron, pero eso fue en el instituto y eran unos críos inmaduros. Se que te encanta recibir obsequios, y este es uno.—Le da un beso en la mejilla.

—¿Y que se supone que compre?—Pregunta confuso, jamas ha sido consumista, siempre ha tratado de evitarlo por el hecho de que no tiene mucho dinero.

—No lo se, esa es tu decisión. Puede ser ropa para que te mudes conmigo, tu departamento estará intacto para cuando regreses, si quieres. Pero mientras Jackson siga rondando a tu alrededor no dejare a mi bebé solo.—Dice firme sin aceptar un no por respuesta.

—Que no me digas así.—Se queja el más joven aún jugueteando con la tarjeta.—Y no iré a gastar dinero como loco sin razón alguna. Es mi última palabra.

●●●

Un beso negro, y dos cajas de leche de fresa después, estaba de pie en medio de una tienda que sentía le iban a cobrar por respirar ahí, Taeyeon lo estaba tomando de la mano dando saltitos de felicidad, Donghae le había dicho que podía comprar cosas para quien quisiera así que la castaña fue en cuanto la llamo. Ya había adquirido algunas prensas nuevas, y los asistentes que envió Donghae caminaban tras el con sus bolsas, Tae estaba tan encantada que no dejaba de animarlo para comprar.

—Este traje se te verá hermoso, a Donghae le encantará.—Señala uno que está en un escaparate, se ve tan hermoso que realmente se cuestiona el realizar la compra.

—¿Cuanto costara?—Pregunta curioso.

—Cada vez que preguntes por el precio le diré a Donghae para que te de un azote. Ya no se cual de los d es el malcriado.—Le saca la lengua y corre con la dependiente para que le enseñe uno de los trajes en su talla.

Después de comprarlo, decidió que compraría algo para su hermana, y sus padres. Era como si Donghae se los obsequiará así que no había problema. Aún se sentía algo incómodo por los hombres caminando tras ellos, especialmente porque todos lo volteaban a ver, quizá creyeran que era uno de esos niños ricos.

Se decidió al final por un brazalete de oro blanco con incrustaciones de diamantes para su hermana, unos aretes para su madre y un reloj para su padre. Esperaba que le dijeran que la tarjeta había llegado a su limite pero no sucedía. El rubio lo llamo para regañarlo porque no gastaba lo suficiente.

Compro un vestido para Tae, que ella misma eligió y se provo. Fueron a comer a un restaurante donde los precios estaban por las nubes, debía admitir que la carne sabía deliciosa. Al final también compro algo para el y Donghae, unos anillos a juego que sabía le encantarían a su novio. Debía admitir que había algo encantador en dar la tarjeta de crédito y ver como esta pasaba y pasaba varias veces.

Ambos entraron al auto después de casi estar todo el día en la calle, Tae iba viendo todo lo que lo convenció de comprar. Incluso aretes, el tenía los oídos agujerados pero casi no los usaba, su amiga argumento que a Donghae le iban a fascinar.

Cuando se dio cuento que llegaron a la casa de sus suegros se sintió confundido, creía que iba al departamento de Donghae. Bajo con Tae tras el y llamó a su novio, los chicos que los acompañaron empezaron a meter todo a la casa sin preguntar.

—Hae ¿Por qué me trajeron a la casa de tus padres?—Pregunta curioso, Taeyeon mira embelesada el hermoso jardín, como si nunca hubiera ido.

—Papá creyó que era mejor que ambos estuviéramos ahí en lugar de mi departamento, que era más segura la casa. Pero dijo que si estabas incómodo podías ir al mío o a al tuyo, con un poco de seguridad extra. El moreno se balanceo en sus pies nervioso, pero admitía que tenían razón, le asusto un poco que Jackson intentará desbloquear su puerta, ahí no se atrevería a ir ¿Cierto?

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora