Hyukjae había ido a tomar un baño y cambiarse en lo que los demás se acomodaban para el desayuno, Donghae ya se había duchado y vestido debido a su extraña manía de madrugar para tener una vida más saludable y esas cosas.
Estaba secando su cabello con cuidado, cuando escucho la puerta tras el ser abierta y cerrada, se giró curioso para toparse con un par de labios hambrientos. No se negó al bes pero en cuanto necesito aire se aparto del rubio, aprovechando para ponerle las manos en el pecho, fuerte y musculoso, pecho dando un paso atrás.
—¿Qué haces? Nuestros padres están en la sala?—Murmura antes de que el mayor se entretenga besándole el cuello, y acariciando su cintura desnuda. Los dedos van hasta el borde de la toalla con peligro.
—Quiero celebrar que tu madre te dejó vivir conmigo.—Murmura contra su piel.
Hyukjae siente los dientes rasgar la delicada piel e su cuello, los dedos hundirse bajo la toalla que en cuestión de segundos termina en el piso, las manos del rubio toman su trasero con una sonrisa socarrona en los labios y desliza los dedos a la entrada, presionando de forma juguetona.
—¿Qué clase de anfitriones somos si los dejamos solos...?—Susurra a la vez que giraba la cabeza a la derecha, donde estaba la bañera y la regadera, justo al otro lado de esa pared sus padres y los de Hae hablaban animadamente con Yoohyeon y Sora de oyentes.
—Son familia, no nos necesitan.—Responde con obviedad bajando por su cuerpo hasta que la lengua llega a sus pezones, se remueve y su espalda baja golpea el lavabo, lleva las manos hacia atrás apoyándose de este mientras su miembro comienza a despertar por la atenciones.
—Van a escuchar.—Baja la mirada par ver a Donghae de rodillas, hay una sonrisa que no promete nada bueno, depende desde donde se vea, por supuesto.
—Pues no hagas ruido. Date la vuelta.—Lo toma de las caderas ayudándolo a girarse, sabe que debe decir no pero esta ansioso. Cada atención, cada toque y cada caricia lo hacen perder la lógica.
Hyukjae esta de frente al lavamanos, sus manos apoyadas alrededor de este en la piedra pulida, frente a el un enorme espejo de marco plateado le devuelve su reflejo. Tiene el cabello húmedo, dos círculos rosas en su cuello, los pezones erectos y las piernas le tiemblan demasiado. Siente lo dedos de Donghae en sus glúteos, los pulgares presionar en la parte interna y separarlos, abriéndolos para dejar a la vista su entrada. Un jadeo demasiado alto se escapa de sus labios cuando la lengua húmeda se desliza en su interior. Aprieta los labios para que no salga un solo sonido de su boca.
Una de las manos de Donghae fue hasta su miembro y empezó a masturbarlo, el puño subía y bajaba a lo largo de su virilidad, el pulgar hacia círculos en la punta y la maldita lengua milagros. Se sentía tan cerca del final que cuando creyó llegaría al orgasmo el rubio lo soltó, apartándose de su lado. Lo ve aparecer en el espejo, de pie tras el y le besa el hombro. No entiende porque es tan cruel dejándolo en esa situación tan penosa.
—Hyukkie, dormiremos juntos todos los días y aun así creí que no habrá uno solo en que no quiera hacer esto.—Siente las manos en su cadera, la punta ajena del miembro en su entrada, un par de segundos y lo tiene completamente dentro de él. Un grito fue acallar por la mano de Donghae sobre su boca.
El más joven separa las piernas, echa el culo hacia atrás arqueado la espalda en un precioso ángulo.
Entonces el rubio comienza a embestirlo, el movimiento de las caderas es suave al principio pero después se vuelven salvajes. Sus gritos y gemidos eran ahogados por el mayor, las voces del comedor eran ahogadas pero las alcanzaba a distinguir, y si el las escuchaba, ellos los escuchaban ¿No?
Donghae golpeo ese punto dulce en su interior que lo hizo rodar los ojos, agradecía que ambos midieron los mismo o estaría de puntillas y con mucha incomodidad. Hyukjae llego al orgasmo en una sacudida feroz, su cuerpo se retorcio dejándose caer contra su novio, el lavabo tenía manchas de su semen al igual que su abdomen. Sintió al rubio venirse, llenarlo y los escalofríos le pusieron la piel de gallina.
Después de eso el más joven no pudo tomar otro baño, el rubio solo se arreglo un poco y salió, claro el ya estaba vestido. Hyukjae se cambió con las piernas temblorosas y una incomodidad punzante en su trasero. Se coloco los boxers con tanto cuidado al igual que el pantalón de mezclilla, solo dejo caer un suéter de punto verde musgo con pequeños detalles blancos y azules que le quedaba algo grande, se deslizaba por uno de su hombros pero no demasiado.
Salió descalzo, a paso de tortuga avanzo por el pasillo. Las voces de sus padres y los de Hae se volvían cada vez más fuertes. Apareció por el pasillo con las mejillas encendidas de solo pensar en lo que hizo. Cuando los vio todos se giraron hacia el. Sus padres del lado izquierdo, los de Hae al derecho, Sora en la cabecera y a su lado Yoohyeon, su novio estaba de pie llevando vasos mientras los demás sacaban los alimentos, abriéndolos en el centro de la mesa, acomodándose a lo largo.
—Hey.—Saluda un poco tímido, se lo devuelven con una sonrisa y un movimiento de mano. Entonces la vista de Sora se queda fija en su cuello, una sonrisa llena de maldad se desliza en los labios gruesos, alza los ojos castaños y con la voz más falsa e inocente pregunta.
—Hyuk ¿Qué tienes en el cuello?—Todos ahí presentes lo voltean a ver, sus mejillas están encendidas y quiere regresar corriendo a la habitación pero no puede. Coloca una mano para cubrir la piel y se encoge de hombros, entonces su madre pasea la mirada de él a Donghae, quería morir de vergüenza en ese instante.
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My boyfriend is a Pretty Boy
FanfictionHyukjae sale con un chico hermoso y perfecto, solo que tiene un pequeño detalle. Se hace lo que el dice, sí o sí.