Capítulo 9

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La casa de los Lee era tan hermosa que a Hyukjae le daba tanta paz como nerviosismo, se removia incómodo en su lugar mientras bebía de su copa con jugo de naranja, la cual pretendía era de alcohol ya que todos los demás adultos lo hacían, técnicamente lo podía hacer legalmente pero le daba miedo pasarse de copas y hacer el ridículo, necesitaba estar en todos sus sentidos. Cuando llego el señor y la señora Lee lo saludaron calurosamente con una sonrisa en el rostro y un cálido abrazo, sabía que les agradaba, sino fuese así se hubieran desecho de él como los ex de Donghae.

Jackson había llegado con él, al igual que Taeyeon, a su amiga le dieron la bienvenida pero al otro parecía que no les agrado mucho, fueron amables claro pero no era lo mismo, probablemente porque no lo conocían tanto a Tae como a Tiff, a quienes ya llevan años de verlas continuamente. Su amiga, como lo solidaria que era se desaparecio, a los diez minutos de haber llegado, miró a los chicos guapos y ricos y se olvidó de Hyukjae. Donghae había ido a su lado varias veces, pero sus tíos, primos, amigos o compañeros de trabajo lo seguían llamando para conversar y el prefería mantenerse al margen. Así que ahí estaba, paseando por el jardín con una copa de jugo a lado de Jackson, por eso lo llevo para tener alguien con quien hablar. Obviamente no era consciente de la mirada asesina de su rubio y guapo novio.

—¡Yoohyeon!—Llama Donghae con un puchero en sus labios, estaba dentro de la casa, viendo como a lo lejos su novio hablaba animadamente con idiota que se lo comió con la mirada por la mañana.

—Señor.—La voz de la chica a su lado lo hizo girarse, llevaba un vestido blanco suelto que parecía una bata pero era muy bonito, el cabello gris plateado estaba peinado en dos trenzas que caían por sus hombros y llevaba unas botas altas de color negro, agradecía que no usará tacones en el trabajo ya que casi era de su altura. Aunque técnicamente ahí estaban trabajando pero no era lo mismo.

—¿Ves a mi novio y al chico a su lado?—Pregunta a la vez que los señala discretamente con un movimiento de cabeza. La chica se inclina un poco a la derecha para verlos. Hyukjae llevaba un pantalón de mezclilla oscuro, una camiseta negra de vestir y un saco, luciendo casual pero elegante, su acompañante por otro lado había optado por un estilo más liberal, como una chaqueta de cuero y jeans rotos, dándole ese aura de ser el chico malo del lugar ya que era el único que desentona y no de una mala manera.

—Sí, señor.—Responde ella con una sonrisa amable, llena de ímpetu.

—Muy bien, quiero que te dirijas ahí, y que los mantengas a un metro de distancia, que no se acerquen, que no se toquen y que su platica no se vuelva profunda.—Donghae se había inclinado poco a poco acercándose más y más a Yoohyeon, ella lo veía curiosa, para después ver a su novio y regresaba la vista a el.

—Pero...y si sospechan.—Sugiere con las mejillas rosadas, se remueve con el nerviosismo.

—¿Cuanto te pago?—La toma de los hombros, moviéndome un poco antes de acercarla un poco más a él.

—El diez porciento de sus ganancias, se que parece poco pero con lo que usted gana.—Le dedica un guiño bastante elaborado pero con una sonrisa en los labios. La acerca más hasta que sus narices casi se tocan.

—Te doy el veinticinco este mes si vas y los mantienes a un metro de distancia.—La suelta hechandose hacia atrás y le extendiende la mano, Yoohyeon lo ve con los ojos abiertos de par en par antes de asentir y estrechar su mano dando saltitos. Donghae se pregunta como no se cae si esta en tacones.

Su manager va corriendo al exterior, llega al césped y pasa el camino empedrado sin detener el paso con los zapatos a doce centímetros de alto y se siente tentado a darle el treinta. Solo ese mes, en lo que pierde la manía de despertarla a las cuatro de la mañana, últimamente no ha podido dormir bien.

—¿Y no tienes una vacante por ahí perdida para mi?—Se gira ante la suave voz y ve a Taeyeon sonriendo con picardia, se acerca y le da un abrazo como saludo. Llevaba un vestido amarillo casi blanco con pequeñas florecitas encima, bastantes reales.

—Lo siento, Yoohyeon hace el trabajo de dos por el sueldo de uno. Aunque con mis ganancias le va muy bien. No puede quejarse.—Sonríe ante la chica de cabello negro, quien niega divertida.

—Lo puedo ver.—Ríe mientras lo recorre con la mirada de arriba a abajo, llevaba un pantalón blanco con una chaqueta de estampado azul que costaba más que su departamento, a Tae siempre le agrado Donghae, sabe que es celoso y posesivo pero lo más gracioso es que Hyuk no se da cuenta. Ella dejo claro que no se metería entre ellos, ni de buena o mala forma por ello estaba su manager allá afuera haciendo ese trabajo.

—He ido con el tantas veces y me siguen arrastrando a esas conversaciones aburridas sobre modelaje, el mercado y no se que más. Quiero ir con mi novio pero se que cuando ponga un pie fuera, alguien llegara a decirme "Tu último trabajo fue hermoso, has oído sobre..." entonces estoy perdido.

—Bueno, tu chica se está encargando, si que quiere ese veinticinco por ciento.—Taeyeon la señala con la barbilla y el se gira, ve a Yoohyeon sentarse casi encima de ambos hasta que estos se apartan quedándose en medio de los dos, estira los brazos para terminarlos de alejar y empieza a conversar animadamente. Se siente tan orgullosos de su manager.

—Claro que si, son dos punto cinco millones.—Susurra con una sonrisa al ver como el tal Jackson tiene una mueca en los labios y Hyukjae ríe por lo que sea que dice la peligrisacea.

—¿De wons?—Pregunta curiosa, eso técnicamente no es...

—De dólares.—Aclara antes de que alguien mas llegue a su lado para hablar sobre cómo crece el mercado extranjero y bla bla bla. Dejando a Taeyeon lamentándose de porque no consiguió trabajo con Donghae.

My boyfriend is a Pretty BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora