Capítulo 56

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- Julietha -
"Te dije que estaría aquí"

Atiendo la llamada obligándome a levantarme de la cama y apresurar a responder por la preocupación al leer el nombre de Logan en la pantalla, debe ser urgente para que insista a estas horas de la madrugada.

—¿Qué pasó?—digo aún medio dormida.

Me siento en el borde la cama, pasando mi mano por mis ojos.

—Es Santiago...esta en el hospital.

El sueño que tenía queda olvidado y salgo al balcón para oírlo mejor y sentir el aire en mi cara para espabilarme. Le pido que me explique mejor la situación y con mis gritos histéricos consigo despertar a Aarón.

—Sí, sí...voy para allá.—aseguro entrando en la habitación y colocándome unos vaqueros.

—Cogeré el primer vuelo que encuentre.—avisa antes de colgar.

—¿Está todo bien?—pregunta Aarón viéndome que me alisto con rapidez e imitando mi acción.

—Santiago...mi hermano está siendo hospitalizado.—susurro angustiada.

Su gesto se suaviza al oír el temor en mi voz, comienzo a sudar frío mientras me tiembla las manos y me comunico con Logan por mensajes de texto.

Salimos del hotel y subimos al primer taxi que encontramos dirigiéndonos al hospital, intento llamar a mi madre pero no me contesta. Mierda. Vuelvo a intentar y nada, supongo que con el apuro o el susto se olvidó el celular.

—¿Qué tiene?—pregunta rodeando mis hombros con su brazo.

—Le estaba faltando el aire y no podía respirar. Parece que esa tos que tenía se complicó o algo así.—explico con rapidez sin conseguir comunicarme con mi madre.

Tardamos muy poco tiempo en llegar al estar las calles despejadas por ser las tres de la madrugada. Aarón se quita su abrigo y me obliga a ponérmelo, le hago caso al estar congelándome con la brisa fría además de haberse desaparecido todo el calor de mi cuerpo con la noticia.

—Va a estar bien, pelirroja.—asegura mientras entramos por las puertas de emergencias.

Pido información en la recepción y no es necesario que la secretaria responda porque escucho la voz de mi madre discutiendo con un médico, ella trabajaba aquí pero fue transferida a un hospital diferente por lo cual no puede interferir en cuanto a Santiago.

—Eso es imposible, doctor.—grita mi madre.

Es muy paciente y tranquila pero cuando se trata de sus hijos esas cualidades desperecen y conoces a la Jazmín histérica y malhumorada.

—No, no es imposible, señora. El neumólogo no llega hasta mañana. Su hijo está estable pero usted tiene que calmarse.—le dicen.

—¿Cómo puede pedir que me calme si no sé qué tiene mi hijo?

—Parece que es una complicación con la tos que ya padecía.

Mi madre suspira al oír la negligencia del médico y mi preocupación aumenta. La tomo del hombro llamando su atención.

—Juls ¿qué haces aquí?—se asombra al escuchar mi voz.

Te amo hasta el infinito. (INFINITO #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora