Capítulo 88

146 11 2
                                    

- Julietha -
Tú eliges como acaban mis batallas.

Me quedé helada al oírlo, su negativa resonaba en mi cabeza.

—No vas a ir.—repite.

—¿Perdona?—me indigné soltando la invitación en su escritorio.

—Oíste bien.

—Si voy a ir, tengo un contrato.—caminé unos pasos—Dijiste que no te importaba y por ti lo firmé.

—No voy a dejar que te vayas, Julietha.—estableció.

—¿Qué te pasa? Estas siendo un tóxico de mierda, ¿lo sabías?

—Déjame solo.

—¿Qué?

—No estás sorda, Juls.

—¿Eso quieres?¿La puta soledad?

—Sí, por favor.

—No seas inmaduro, Aarón.—dije con clama tomando el contrato y la invitación—Son mis decisiones, nunca te habías opuesto, ¿por qué ahora?

Negué saliendo de su habitación y encerrándome en la mía con un fuerte portazo.

Lo dije y lo reitero, es mi estúpido novio, no mi maldito dueño. Pensé que estábamos bien, que nada había cambiado pero como la tonta ingenua que soy, pensé mal.

Tocaron a mi puerta e ignoré el sonido por completo, poniéndome cómoda para terminar con el lienzo encargado por Logan.

Estaba enojada, triste y distraída, no podía terminar especialmente ese trabajo en ese estado. Cambié mis intenciones desistiendo en terminar algo en donde solo sentimientos positivos tenían que existir.

Mi mentalidad era todo lo contrario, sentimientos pesados y negativos. Me até el cabello en un moño suelto, pintando con crayones y lápices de colores en una hoja como niña pequeña.

Al ver mi pequeña obra de arte hecha con los materiales más infantiles que pude encontrar entre mis cosas, solo pude decidir que quedarme encerrada en una habitación con mil tormentos en la cabeza hechos una maraña enredada, me levanté de mi escritorio y me embute en el vestido más corto y precioso que encontré, desenredé mi cabello y me calcé un par de tacos no tan altos.

Tomé mi bolso y salí de mi habitación, él no estaría conmigo hasta Dios sabe que hora y yo necesito dejar de pensar hasta que pueda encontrar una solución para mi vida en general. Salgo sin dar explicaciones pesando delante de Fernanda y Adrián que me ve de pies a cabeza, confundido.

—Se van a preocupar...—comienza haciendo que después de actuar por impulsiva termine replanteándome todo.

—Tú no me vistes salir esta noche.—indiqué señalándolo al ver que lleva a Fernanda dormida en brazos hasta su habitación—Tú no sabes de mí si te preguntan.

—Al menos ven a dormir ¿quieres?—sonríe con complicidad y desinterés en mi vida.

—Quizás pase la noche fuera. No haré nada malo no mataré a nadie. Voy a estar bien.

Te amo hasta el infinito. (INFINITO #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora