- Julietha -
La primera vezBajé por los escalones despidiéndome de un par de amigos nuevos, conocidos gracias a la pintura conjunta que nos obligaron a hacer en equipos.
Rebusqué mis audífonos en mi bolso en frente de la entrada de la escuela de arte, odiaba caminar sola hacia la parada de autobuses y estar en silencio en el transporte. Iba tan distraída que no note quien estaba a metros de mí.
—Pelirroja.—me llamó y levanté la mirada topándome con esos ojos cafés conocidos.
Crucé el asfalto, y llegando directo a sus brazos.
—Perdón. No te vi.—susurré antes de darle un beso corto.
Su mirada se centró en mí y luego detrás de mi espalda, su mano se escabulló hasta el bolsillo trasero de mis vaqueros y tenía una sonrisa victoriosa.
—¿Y ese milagro?—pregunté con ánimo, con su tiempo escaso para su vida social me sorprendí el hueco en su ocupada agenda.
—Quería conocer tu escuela.—respondió monótono, intercalando su mirada hacia mí y mis espaldas.
—Okey.—asentí y voltee a ver que tanto llamaba su atención.
—Y a tus nuevos amigos.—agregó enterando tres metros bajo tierra a unos conocidos, que al ver al cavernícola que tenía como novio ni siquiera se molestarían en dirigirme la palabra de nuevo.
—¿Viniste por celos nada más, cierto?—pregunté de mala gana poniendo los ojos en blanco.
Traté de alejarme unos pasos pero no me lo permitió apretando su agarre, negué con una risa que parecio un resoplido apoyando mi frente en su pecho.
—Claro que no vine por celos, es mas, recién acabo de conocer a tus galantes pretendientes.
—Pues nadie estuviera pretendiéndome si vieran a mi novio más seguido,—intentó hablar y lo silencié con mi índice en sus labios—ya que si solo te menciono y nadie te conoce, serás una invención de mi imaginación. No voy a parecer loca.
Cazó mi dedo entre sus dientes, mordiéndolo ligeramente, no rebatió y solo me miró con picardía como si tramara un plan malévolo.
—No sabias dónde quedaba, ¿Quién te lo dijo?—hablé.
Sonrió con culpabilidad.
—Técnicamente, nadie me lo dijo.
«¡Maldita opción de ubicación de los móviles!» grité en mi fuero interno.
—La voy a desactivar para que dejes de acosarme.—desafíe entrecerrando mis ojos.
—¿Tienes cosas que hacer?¿Ocupaciones importantes que no se puedan posponer para mañana?—murmuró antes de besarme.
Me separé solo para recordar por un segundo, tener una agenda mental con una facilidad para olvidar las cosas no era recomendable y lo decía por experiencia propia.
Negué esperando no olvidar nada. Estaba al día en tareas, iba bastante avanzada con mi trabajo en la galería y ya estaba a nada de terminar el retrato para Logan. Así que estaba libre para cualquiera de sus planes de esta tarde, si es que Don Ocupado tenía algunos, claro.
Se acercó hasta mi oído y susurró:
—¿Qué tal si tú y yo nos pasamos toda la tarde en la casa de playa?
Me parecía una idea perfecta y encantada de aceptar pero...
—Tus mañanas siempre comienzan muy temprano, es casi media hora o cuarenta y cinco minutos de viaje de allá hacia aquí,—apoyé mis manos en su pecho—son las cuatro de la tarde y para quedarnos solo un par de horas, mejor hacemos algo por aquí nada más.
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Te amo hasta el infinito. (INFINITO #1)
Teen FictionSu pasado dejó su alma custodiada por demonios, y solo una persona consiguió domarlos. Ella no cree en el amor, se niega a sentir y su autoestima va de mal en peor. Él quiere volver a enamorarse, la sinceridad es un don peligroso en sus manos y su a...