- Julietha -
"Suerte, Aarón"—¿Esta es solo la primera semana?—se queja Dominik tendida en su cama.
—Sí, aunque parece todo un semestre completo.—concuerda Luana meciéndose en la silla colgante.
—Tampoco fue tan malo, tú que eres una dramática.—aseveré guardando unos apuntes en mi mochila.—El taxi que pedí ya está a nada de llegar.
Agradezco que la universidad ya haya empezado, eso mantiene mi mente ocupada y a Aarón fuera de mis pensamientos.
—¿De que te preocupas? Ya tenemos a todos los profesores comprados.—una voz confiada llega hasta mis oídos.
—¿Es Natalie?—pregunta Dominik escuchando lo mismo que yo.
—Brenda, la rubia que también vive aquí, es su mejor amiga.—revela apenada Luana.
—Es un dato que me es importante para no toparme con la víbora.—Dominik se cruza de brazos sentándose en su cama.
—Debí decírselos, pensé que no era de tanta importancia porque ya casi nunca venía.—explica Luana con un resaltador amarillo en las manos.
—¿Te acompaño?—se ofrece Dominik.
—Voy con ustedes.—Luana se levanta de un brinco y se calza sus botines.
—Prefiero ir sola, las veo el lunes.—señalo, colocando la cinta de mi mochila sobre un hombro y agarrando mi botella de agua.
—Como quieras.—se encoge de hombros Dominik, que ahora lleva el cabello lacio, con extensiones de un color caoba con algunas mechas rubio ceniza.
Me despido, y cierro la puerta detrás de mí, apresuro el paso cuando veo a Natalie y Brenda conversando amistosamente.
—¿Ya te vas, Julietha?—manifiesta Brenda, una rubia casi del mismo tamaño de Luana, quizás un poco más alta, con facciones marcadas y voz ni tan grave ni tan aguda.
—Sí, fue un gusto conocerte, adiós.—me despido.
—¿Y esta que hace aquí?—ladra Natalie.
Mis pies se niegan a moverse, las palabras en la punta de mi lengua a punto de rebatir.
—Es amiga de Dom y Lu, vino a pasar la tarde, ¿por qué? ¿te incomoda?—pregunta
—Ella no vive aquí, quien venga o deje de venir le debería de importar muy poco. Adiós, cuídense y que Dios la bendiga.—hablo con firmeza y falsa cortesía recordando el vídeo.
Salgo dando un portazo y abordando el ascensor, la brisa golpeándome, me doy una palmada en la frente mental al olvidar traer un abrigo, camino a través de las puertas giratorias que tiene el vestíbulo del edificio.
Mi mirada está centrada en mi celular, son casi las ocho de la noche, el taxi fue una excusa y una mentira, me cobrarían una fortuna de aquí hasta la casa y no tengo ese dinero.
Casi siempre tengo la opción de ubicación encendida porque soy la típica chica que se logra ubicar en su espacio geográfico gracias a GoogleMaps, no sé qué sería de mí sin esa aplicación.
Según lo que indica aquí, dice que a dos cuadras hay una parada de autobuses, prefiero eso que caminar cinco kilómetros. El estacionamiento está desierto, el mes que viene tendré que volver a conseguir trabajo si quiero ahorrar y comprarme un auto, aunque sea ya usado.
—¿Estas pérdida?—una voz grave se oye detrás mío.
—Ehm...no. Ya me iba.—digo nerviosa.
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Te amo hasta el infinito. (INFINITO #1)
Novela JuvenilSu pasado dejó su alma custodiada por demonios, y solo una persona consiguió domarlos. Ella no cree en el amor, se niega a sentir y su autoestima va de mal en peor. Él quiere volver a enamorarse, la sinceridad es un don peligroso en sus manos y su a...