- Aarón-
Noche InolvidableJoder, pensé que este día de mierda ya había terminado.
El beso que Julietha me dio, oh Dios, ese beso, fue algo...wow.
Eso de que una mujer no pueda tomar la iniciativa, quedó enterrado en el pasado.
Como decía mi abuelo, que descanse en paz:
»Una mujer puede ser tan niña, como la consientas. Tan dócil como la trates. Tan inteligente como la retes. Tan sexy como la provoques. Y sobretodo una mujer es tan impredecible cuando se le colma la paciencia.Tantas maneras de callarme y se le ocurrió darme un beso, ¿Por qué carajos se lo seguí? ¿en donde quedó todo mi autocontrol?
La respuesta es fácil: murió aquella mañana, para ser más exactos, unos minutos antes de que tuviera sus piernas rodeando mis caderas e imaginado cuanto me iba a durar el dolor en la entrepierna.
Solo esto me puede pasar a mí, tener como novia a una loca manipuladora y desear a una pelirroja indomable.
¿Dije desear? Me sorprendo por usar ese término, hace mucho tiempo no me sentía así, no anhelo algo tanto, como volver a besarla, como volver a sentir sus suaves y gruesos labios.
—Mierda, me gusta la pelirroja insoportable.—susurro, maldiciendo al aire.
La atracción es un círculo vicioso que no tiene salida, a excepción de que aparezca su rival invencible, el desinterés.
Me levanto de mi sillón, para admirar la cautivadora noche. Solo 4 habitaciones tienen esa vista privilegiada, poder tener una ventana que da directo al jardín y a la vez privacidad, es una combinación perfecta. El vidrio es con efecto espejo, nosotros podemos ver hacia fuera, pero los de afuera no nos pueden ver.
La noche estrellada y calurosa me recuerda mucho a mi madre, a ella la odio un poco menos. Quizás odiar es una palabra muy fuerte, aún más si es para dirigirte a tu madre, qué hago si es lo que siempre he sentido y ya estoy cansado de callarlo.
Gretel Ortega, es una mujer de estatura media que me dio la vida y que es un poco más soportable que el resto de mi familia y he de admitir qué hay ocasiones que aún la extraño.
Extraño ser un niño, donde mi único dolor era un raspón en la rodilla y no una herida en el corazón.
Siempre les he echado toda la culpa a mis padres y evito pensar que la culpa es realmente mía. Así funcionamos los seres humanos, no nos hacemos responsables de lo que sentimos, de lo que hacemos ni de lo que pensamos.
Por eso, que muchos esconden el dolor y eso provoca que duela el doble. De esa manera hemos sido programados, nos han enseñado a obviar los pesares y tristezas, si todo fuera felicidad y arcoíris por doquier, si la vida fuera así, no sería vida.
Los felices juegan a hacerse los tristes, mientras que los tristes juegan a hacerse los felices, ¿irónico, cierto?
Sí, es bonito ser feliz y ver el lado bueno a todo. Sin embargo, también debemos aprender que está bien «no estar bien» y que no siempre vamos a ser fuertes.
"Enseñanzas de vida con Aarón Ruiz", eso es una mis tantas facetas.
Revivir los momentos felices de mi infancia, siempre me hace bien.
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Te amo hasta el infinito. (INFINITO #1)
Novela JuvenilSu pasado dejó su alma custodiada por demonios, y solo una persona consiguió domarlos. Ella no cree en el amor, se niega a sentir y su autoestima va de mal en peor. Él quiere volver a enamorarse, la sinceridad es un don peligroso en sus manos y su a...